Andalucismo acomplejado

Aviso: Este artículo no trata de si me parece bien o mal el nacionalismo andaluz, de si tiene o no justificación histórica, política, económica o social, sólo habla de comportamientos acomplejados de quienes se postulan andalucistas.

El último esperpento del andalucismo ha tenido lugar en las elecciones de Cataluña, y es que pareciera que algunos necesitan el reconocimiento de los nacionalistas más radicales del norte para afianzar su propia ideología. 
Los de la CUT-BAI de Juan Manuel Sánchez Gordillo, con Diego Cañamero al frente, acudieron a apoyar a la CUP, una organización que ha logrado tres escaños en el Parlament. Cuentan las crónicas que puso en pie a los asistentes al acto central de este partido que es nacionalista y de izquierdas, claramente partidario de la independencia de Cataluña.
Pues bien, la pregunta es porqué Cañamero y los suyos sólo se atreven a pedir la independencia de Cataluña y no piden la de Andalucía. Es posible que lo haya dicho en pequeños foros de los que no tengo noticia, pero desde luego no ha reclamado expresamente la independencia, y tampoco en sus discursos -algunos he escuchado desde que una mujer se desmayó junto a mi en la Plaza Nueva  de Granada oyéndole subido en un banco- suele referirse a Andalucía como "este país" o "nuestra nación".
Sánchez Gordillo es otro que tal baila. Se tiene que ir al País Vasco para apoyar a proetarras para ser bendecido como nacionalista, pero en sus comparecencias públicas -las que tienen trascendencia mediática, no aquellas en las que habla para los convencidos- cuando habla de "país" se refiere al Estado español, y no se le ocurre pedir la independencia de Andalucía.
Hace unos días leía con interés la ponencia política del Partido Andalucista y me llamaba la atención que, si bien apariencia resultaban más contundentes en sus planteamientos, en el fondo no dejaban de mostrar un complejo extremo que hace dudar sobre sus principios.
El PA dedica palabras y palabras a explicar qué es el nacionalismo, su origen, su presente y su futuro, como intentando justificar que aún pueda seguir existiendo. Luego deja claro que para ellos sí existe una "nación andaluza", para acto seguido -insisto en el término- justificarlo más que explicarlo, y cuando se autodefine "nacionalista" o partidario de la "autodeterminación de los pueblos" le pasa lo mismo, lo primero es dejar claro que se puede serlo sin llegar al independentismo ni al segregacionismo. Es más argumenta que, puesto que lo reconocen como derecho para otros "pueblos", también han de reconocerlo para el andaluz, como si les costase trabajico.
Por estar razones -y no otras- es por lo que el nacionalismo andaluz no vuelve a arrancar entre el electorado. Lo hemos visto en las elecciones catalanas, quienes han hablado claro de su proyecto han mejorado resultados, por un lado los "españolistas" PP y Ciudadanos, y por otro ERC y CUP... CiU le echaba mucha parafernalia, pero no se bajaba del "derecho a decidir" y el PSC quería quedarse en tierra de todos, que al final ha sido tierra de nadie.
Si el nacionalismo quiere ser algo relevante en la política de Andalucía debe ser claro en su mensaje, decir qué quiere y por qué, hablar con propiedad, dejarse de ambigüedades, de pedir perdón, de decir allí arriba lo que no se atreven a decir aquí abajo, deben dejar de buscar el reconocimiento de quienes siempre nos mirarán a los andaluces como una especie de castellanos de segunda.
Además, el nacionalismo andaluz no puede partir de los estereotipos de los nacionalistas del norte, sencillamente porque son radicalmente incompatibles. Si reconoces la existencia de una nación catalana o vasca... o castellana, es porque tú como andaluz, tienes otra historia, otro recorrido vital que ha hecho de ti lo que eres.
Colocarle una estrella roja a la bandera de Andalucía -la más antigua de Occidente y que ondeó por primera vez en la Alcazaba de Almería- es una espantosa imitación de lo que hacen otros, y parece más una cuestión folclórica que política.
Y en medio de todo ese panorama, sigue reluciendo con derecho propio la coherencia de Liberación Andaluza. Coherentes con la esencia que define la nación andaluza que defienden. Coherentes a la hora de proponer un proyecto político radicalmente diferente a las organizaciones nacionalistas que sueñan con carreras ante la policía y barricadas de coches en llamas, con pañuelos palestinos cubriendo medio rostro mientras gritan consignas que valen lo mismo en un sitio que en otro.
Se podrán compartir o no sus postulados, pero nadie puede negarles el patrimonio de la coherencia y el compromiso con ellos, sin buscar nunca que otros les reconozca nada ni a ellos ni a Andalucía. Pocos, sí, pero sin complejos.

Sentencias y dimisiones

El secretario general del PSOE de Almería, José Luis Sánchez Teruel, se lanzó al cuello del PP tras conocerse la sentencia que condena a uno de sus alcaldes por prevaricación. Y la verdad es que, pudiendo quedarse en reconocer el gesto de quien tras conocerse la decisión judicial dimite de su puesto de diputado provincial, y luego -como oponente político que es- pasar a cuestionar que siga de alcalde, o que el presidente de la Diputación le diera dedicación exclusiva cuando ya estaba condenado.
Sánchez Teruel prefirió hablar de problemas judiciales en Roquetas, El Ejido, Canjáyar, Garrucha y Fines... sin aportar más datos que sus propias sospechas. Desconocemos si tiene o no datos, pero darlos no los dio.
Lo que sí nos hacen recordar esas palabras es que el PSOE llevó imputados en sus listas electorales a pesar de decir que no lo haría (Huércal Overa por ejemplo), y que indultó a un alcalde (Carboneras) condenado por delito electoral para que pudiera presentarse nuevamente a las elecciones... y luego recibió otras dos condenas.
Pero también recordamos casos como el empecinamiento contra el alcalde de Gádor y senador, Eugenio Gonzálvez, que según los socialistas debía presentar su dimisión tras ser imputado provisionalmente por una querella que ellos mismos le pusieron. Que luego esa querella no prosperara y todo quedara en nada (bueno sí, en una pesadilla para el protagonista y su familia) no ha servido para repensar las cosas.
Se supone que lo razonable sería dejar en manos de la responsabilidad de cada político qué hacer cuando se es denunciado, imputado o condenado en sentencia recurrible, pero como vemos, cada uno es cada uno, y que en los partidos no todos son tratados igual,y que tampoco todos las personas reaccionan igual.
¿Qué habría pasado si Gonzálvez deja su puesto de senador y alcalde por la imputación provisional y luego se archiva el caso? E incluso la pregunta puede llegar hasta el final, es decir, aceptemos la posibilidad de apertura de juicio... ¿debe dimitir entonces? ¿y si luego es absuelto, cómo se arregla? ¿y si es condenado en primera instancia y absuelto en sentencia firme?
En el caso de Rueda igual. Como en el alcalde de Sorbas, o el de Zurgena, que están sometidos a juicio, no dimitió en aquel momento, y ahora está condenado pero la sentencia es recurrible. ¿Y si finalmente es encontrado no culpable?
El alcalde de Sorbas ha sido declarado inocente en un juicio contencioso-administrativo pero la sentencia ha sido recurrida por la Junta de Andalucía; a la vez hay otro proceso por el mismo asunto en la vía penal y ya se ha sentado en el banquillo como acusado. ¿Qué debería hacer? 
Vemos también que Rueda ha dimitido de diputado provincial, pero no de alcalde que es el puesto desde el que cometió el delito, pero al haber dejado el PP, éste no puede obligarle a hacerlo. La pregunta en este caso es si debía dimitir de los dos... o de ninguno puesto que ha recurrido. Pero para evitar malos pensamientos hay que añadir que Somontín es un municipio pequeño, muy pequeño, y que el alcalde cobra una pensión del Ejército, por lo que permanecer en el cargo en ningún caso puede atribuirse a una cuestión crematística. Más bien cree que si lo deja todo puede dar la impresión de que se reconoce culpable, y como el PP le obliga a dejar los cargos públicos, abandona la Diputación y el partido para seguir de alcalde. 
Otra cosa son los gastos judiciales, que tampoco está nada claro como deben asumirse.
En Gádor, Gonzálvez asumió el coste de su defensa de modo personal, pero tras ser archivado el sumario, pasó los gastos al Ayuntamiento, quien a su vez los reclamó judicialmente a los firmantes de la demanda (desconozco la situación actual de este trámite).
El alcalde de Sorbas, José Fernández, pidió en nombre del Ayuntamiento un abogado de oficio.
Hay ayuntamientos con abogados en plantilla, otros que contratan despachos externos con frecuencia, y otros, como decíamos, que tienen que acudir a la justicia gratuita que el ministro Gallardón quiere eliminar.
De alguna manera esto debería ser regulado legalmente y no dejarlo al arbitrio del afectado, igual que pasa con los gastos judiciales. Tal vez debiera depender del tipo de delito, o tal vez no.

Según quien lo cuente

Con las últimas revelaciones del diario El Mundo sobre Pujol y Mas, en las que lo único que hace el periódico es publicar un extenso informe policial, hemos vuelto a constatar la vacuidad con la que los políticos suelen criticar a la prensa. A los socialista que llamaban a este medio El Inmundo, y que arremeten contra él en Andalucía constantemente, porque como el ABC, La Razón o modestamente Noticias de Almería, publica todo aquello que a ellos les gustaría que siguiera oculto, de repente sus páginas se han convertido en una especie de Biblia en la que sólo cabe la fe en su verdad. Al PSOE en este caso le resulta creíble lo que cuenta el periódico, pero lo de los GAL, el latrocinio de los fondos reservados... o más recientemente los ERE fraudulentos o el hijo conseguidor de Chaves no son más que calumnias... o como aquel asunto de Climocubiertas por que a quien esto firma se le querellaron y acabó absuelto por haber dicho la verdad. Dispuestos a creer lo que les parece y cuando les parece, en IU guardaron sepulcral silencio cuando publicamos la vinculación con el tráfico de drogas de su candidato a la Alcaldía de Roquetas y actual portavoz municipal, llegando a colgar amenazas, insultos y falsedades por escrito en Facebook contra mi y contra mi periódico, las más de las veces ocultos en el anonimato. Pero lo que contamos era verdad, como lo han sido las vacaciones de su concejala en la capital que se marchó a Estados Unidos dos meses con su marido, y que sólo cuando publicamos todos los detalles del viaje ha decidido devolver un mes de sueldo. Eso sí, hace ese anuncio tres meses después de regresar y sólo cuando ha sido pillada. Por el contrario, no dudaron en pedir cuentas al equipo de Gobierno del Ayuntamiento de la capital cuando este mismo medio publicó la caducidad del expediente contra los gestores de la desoladora. Hemos de reconocer que prefirieron esperar tres días desde que lo sacamos en primicia, que fue el tiempo que tardaron el resto de medios en reflejarlo ellos. Pero si tras lo dicho, además alabamos la oposición serena y constructiva del diputado provincial Juan Pablo Yakubiuk, que nadie dude que este detalle no será recordado, porque los políticos necesita desprestigiar a los periodistas para devaluar lo que publicamos sobre ellos.

La Asamblea de Majaras

Eran los años ochenta -supongo, porque todo lo que tiene que ver con aquella década lo tengo como en una nebulosa en el recuerdo- cuando los vascos Kortatu taladraban las radios independientes con su "Don Vito y la revuelta en el frenopático". Y ahora me vuelvo a acordar de ellos y rescato algunos párrafos de aquello: "Revuelta en el frenopático / El hombre del tiempo ahorcado / Por haber informado: / granizos, rayos, truenos / Y viento huracanado/ La Asamblea de Majaras se ha reunido / La Asamblea de Majaras ha decidido: / Mañana sol y buen tiempo /El hombre del tiempo les plantó cara: /Hará el tiempo que a mi me de la gana".
No sé qué tiempo hará mañana, ni sé si lo decide una Asamblea de Majaras o el hombre del tiempo, ni tampoco si la revuelta es el frenopático o fuera, pero lo que sí sé es que cada vez se entienden menos cosas. 
La pomposamente autodenominada "Asamblea Ciudadana Constituyente de Almería" pide la colaboración de la Junta de Andalucía para una conferencias en las básicamente lo que se cuestiona -en estos coloquios todo el mundo está de acuerdo y sólo se discrepa en los matices de la revolución pendiente, es decir si la hacemos esta tarde o nos esperamos a por la mañana- es el propio sistema que justifica la existencia de esa administración.
Pero si curioso es que los antisistema -dicho sea con el mayor respeto- pidan la colaboración de las instituciones del sistema con el que quieren acabar, lo más lamentable es que las instituciones de ese sistema colaboren, porque eso es tanto como admitir su propia ilegitimidad.
Esto me recuerda a las organizaciones no gubernamentales que viven de los presupuestos del gobierno, en un contrasentido realmente digno de estudios metafísicos.
Es como un gobierno que se pone en huelga en vez de solucionar los problemas que generan el descontento social. O como una consejera miembro de un Gobierno que dice que llevarse sin pagar un carrito con 300 euros en comida de un supermercado no es robar. O un partido político que arremete contra los bancos y cajas de ahorro en cuya gestión han sido arte y parte, pero luego además, y nada más tocar poder esas malvadas entidades le perdonan un crédito millonario "por nada". O un gobierno con competencias en política de vivienda que no hace nada contra los desahucios pero reclama a otro que no tiene competencias que actúe. O una consejera que arremete contra las entidades financieras que desahucian a la gente por no pagar sus hipotecas mientras que ella permite otros, pero los disimula llamándolos "ejecuciones hipotecarias".
Es digno de la Asamblea de Majaras que la consejera de un partido político y una parlamentaria de otro partido político coaligado con el anterior, se enzarcen en una batalla hasta el punto de que la primera se lo tenga que recordar a la segunda. Y más curioso es cuando nos enteramos que la parlamentaria en realidad clamaba por el puesto de trabajo de una compañera que había sido despedida tras llevar años encadenando contratos, lo cual es ilegal, pero permite evitar el trámite de selección objetiva por el que brama.
Díganme si no es un asunto para esta Asamblea de Majaras analizar que los periodistas del medio de comunicación público que gestiona, se manifiesten junto a esos gestores a quienes deben su precariedad (por cierto, precariedad que ya querría más de uno), contra otro gobierno que nada tiene que ver con dicha gestión.
No sé si es de Asamblea de Majaras o no el hecho de que los servicios mínimos de una huelga se conozcan normalmente una semana después de haberse producido, o que el mismo día en que el Boletín Oficial recoge que no se va a pagar subvenciones culturales del año anterior por que no hay dinero, se publique que se procede a la "libre designación" de una decena de puestos en la administración.
Y qué decir de una administración que permite que una de sus empresas pague sin facturas a sus colaboradores.
Pues nada, que mañana hará sol y buen tiempo. O el que diga la Asamblea de Majaras.

La Junta gasta en ahorrar

Se me vino a la cabeza el refrán ese de "la cabra siempre tira al monte" al leer con detalle el protocolo recién firmado entre las diez -sí diez- universidades públicas andaluzas y el Parlamento de Andalucía para "promover cuantas iniciativas tengan como finalidad la aportación cualitativa, proactiva y eficaz al debate público tendentes a la superación de la situación actual."
¿Y cual es esa "situación actual"? Pues la define como fruto de "Momentos en los que el modelo económico tradicional se está mostrando incapaz de recuperar la senda de crecimiento necesaria para la superación de la crisis sistémica en la que estamos inmersos."
Por si no queda claro, dice que "Los desafíos a los que nos enfrentamos son múltiples, van desde las peticiones de redefinición de la estructura territorial de España, hasta una crisis económico-financiera profunda que está afectando gravemente los elementos esenciales que caracterizan a una sociedad solidaria, equilibrada y con proyección de futuro."
En fin, son dos folios enrevesados para decir que hay crisis y que el Parlamento de Andalucía -"es la Institución en la que los representantes elegidos por todos los andaluces para la reflexión y la promulgación de legislación y desarrollo de propuestas hacia el ejecutivo dirigidas a la obtención de soluciones para los grandes desafíos que Andalucía afronta."- y las universidades andaluzas -"Articulan lo mejor del conocimiento y talento, con una excelente capacidad investigadora y unas extensas relaciones nacionales e internacionales en el mundo académico, científico y del pensamiento"- firman un protocolo para que ésta última aporte ideas para superarla.
¿Y cómo se supera la crisis? ¡Pues gastando dinero! No, no es broma. Lo describe del siguiente modo: "Dicha colaboración continuada entre las Instituciones se concretará mediante la realización de encuentros, jornadas, desarrollo de prácticas, publicaciones y estudios que promuevan la reflexión, la generación de ideas y la innovación en la sociedad andaluza para la mejor articulación de nuestros patrimonios sociales y potencialidades de desarrollo".
Teniendo en cuenta que no hay ninguna universidad andaluza entre las cuatrocientas mejores del mundo, y que la de Almería en concreto aparece un reportaje de un prestigioso medio internacional como ejemplo de corrupción y nepotismo -que no hace faltan que lo digan ellos, que si siguen Noticias de Almería ya saben lo que hay- no sé si será adecuado afirmar que "representan uno de los principales patrimonios de nuestra sociedad para afrontar con éxito los desafíos a los que se enfrenta Andalucía".
La Junta de Andalucía es incapaz de pagar la deuda que tiene con las universidades andaluzas, pero eso sí, tiene dinero para financiar cursos, publicaciones, jornadas... a las que asistirán unos cuantos conspicuos pensadores universitarios -todos cortados con el mismo patrón ideológico- qué si cobrarán puntualmente sus aportaciones "Por la urgencia y dimensión de la situación que nos afecta, se precisan fomentar reflexiones, ideas y propuestas de carácter académico, político, económico y social que puedan enriquecer el diseño de soluciones para los grandes desafíos a los que nos enfrentamos".
Recuerdo ahora otro refrán que termina en que... algunas cosas... "no tienen enmienda".

La huelga de los piquetes

Que hay motivos para estar cabreados es tan obvio que entrar a detallarlos resultaría insultante. Que ese cabreo se extiende prácticamente sin fronteras ideológicas es también una evidencia (según Metroscopia, en octubre el 47% consideraba oportuna la huelga y el 49% no, pero el 62% la veían justificada y el resto no). Por tanto la cuestión era si ese cabreo justifica una huelga, con todo lo que ello lleva consigo, y parece que la respuesta es mayoritariamente que no.
En Almería una vez más ha sido la huelga de los piquetes presuntamente informativos -por cierto, los periodistas debíamos sentirnos insultados si después de dos meses hablando día sí y día también de los motivos para hacerla, aún necesitan "informar" a alguien ellos mismos, en persona- que vuelven a ser puramente coactivos.
El masivo seguimiento de la manifestación demuestra lo dicho. Hay malestar muy generalizado por la situación económica y su deriva social, pero a la vez son muchos los ciudadanos que no comprenden una segunda huelga en diez meses y una tercera en dos años.
A eso hay que unir algunos detalles realmente curiosos, como que los sindicatos que se manifestaron contra el PSOE por realizar importantes recortes en salarios y derechos, con un PSOE que había llevado al país en es momento a su techo de paro... hoy decidan admitir en la cabecera de la manifestación al secretario general socialista de Almería.
Pero también está al cabo de la calle que el ahora parlamentario andaluz por Almería Manuel Recio, como consejero de Empleo sólo tramitó poco más del 7% de las subvenciones para el empleo en 2011, mientras que no entregó a la Cámara de Cuentas el expediente de una subvención de dos millones de euros a UGT-Andalucía.
También con Recio Almería llegó al máximo de parados de toda su historia... pero entonces era culpa de la crisis europea y mundial, luego fue culpa de Mariano Rajoy y el PP, pero nunca fue su responsabilidad.
Tampoco se entiende -o sí- que no hubiera una sola mención a los recortes de la Junta de Andalucía, a la ha tenido que rescatar financieramente el Gobierno central pero que sigue derrochando el dinero a manos llenas. Ver a los trabajadores de Canal Sur en la misma manifestación que el PSOE e IU cuando ha sido el gobierno de ambos quien ha cerrado el segundo canal y reducido gastos; o escuchar las protestas del  autodenominado "mundo de la cultura" cuando es Canal Sur quien no paga lo que la ley le obliga al sector audiovisual, pues clama al cielo.
Son sólo unos pequeños ejemplos de algo que ya sabe todo el mundo y que contribuye al desafecto hacia cualquier cosa que provenga de los sindicatos, y eso que algunos aún no han caído que ellos son responsables en gran medida del problema de los desahucios ¿o qué hacían en los consejos de administración de las cajas de ahorro además de maniobrar para que perdonaran deudas a los amigotes? ¿no se les ocurrió revisar las cláusulas de las hipotecas que concedía la entidad que les pagaba abundantísimas dietas?
Los almerienses están enfadados ¡pues claro! pero no están por cerrar un día en una provincia en el que la inmensa mayoría son trabajadores autónomos, de esos que "si no curras no cobras", y de pequeñas empresas, de esas en las que el trabajador está hombro con hombro junto al "patrón" y en el que conoce perfectamente los apuros del "patrón" para pagarle la nómina... saben que no estamos en condiciones de perder un día, no ya por la "marca España" y la "prima de riesgo", si no por pan nuestro de cada día.
Es ese cabreo general el que ha llevado a muchos a esta manifestación a la que se apunta el PSOE intentando quedarse con el espacio de IU, pero en el que hay muchas críticas que se vienen arrastrando desde la época de Zapatero (Stop Desahucios sale de ahí, y ahora sigue, por ejemplo).
Lo que tampoco se puede consentir es la actitud de los sindicatos que se saltan la ley y presumen de ello sin que nadie les diga ¡al menos le diga! algo. Y es que desde CCOO Juan Pallarés no se corta en decir que esta es una "huelga política" a sabiendas de que este tipo de huelgas están prohibidas, estando sólo autorizadas las laborales... pero no pasa nada; llega José Ginel de la UGT y reconoce que han pactado con los centros comerciales que cierren hasta las 12.00 horas ¿y eso? ¿no es eso tanto como admitir que han coaccionado a la empresa para que cierre sus puertas? ¿y qué es eso de pactar con la empresa si la huelga es de los trabajadores? Pero ojo, tampoco pasa nada, como cuando dicen a las claras que han cortado esta o cual calle, sin permiso ni autorización, pues tampoco oiga, corte usted una calle y verá la que le cae.
Los datos están ahí, el seguimiento ha sido escaso incluso en el sector público en el que tanta fuerza tienen los sindicatos (Toxo decía en La Sexta el martes que era CCOO la central mayoritaria, seguida de UGT y luego CSIF), en la Autoridad Portuaria el 15% a pesar de los sindicalizada que está, en la Junta el once y poco, el 15% en la Diputación, y en la inmensa mayoría de ayuntamientos prácticamente no se ha notado, tampoco se ha notado en la enseñanza infantil y primaria... sólo en la Universidad de Almería ha tenido incidencia pero por incomparecencia de los alumnos.
Que sí, que estamos jodidos, mucho (unos más que otros, cierto), que no vemos brotes verdes, ni luz al final del túnel, que no creemos que la austeridad a ultranza nos vaya a devolver a la senda del crecimiento, que no compartimos eso de aumentar mucho los impuestos y reducir mucho el gasto social mientras los gastos estructurales del sistema que tenemos no se recortan a pesar de anunciarlo viernes sí y viernes también. Y así mucho más.
Pero lo que la mayoría no comparte es que se hagan huelgas generales como si fueran churros, una detrás de otra y justo, justo... cuando le tocan las subvenciones a los sindicatos y contra quien se las toca. Vaya, mira que es casualidad. Silicona.
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Un Congreso breve

Si algo ha marcado el 12 Congreso del PP de Almería es la lluvia -se suspendió el primer intento por las inundaciones del 28 de septiembre en el Levante y Almanzora y ha vuelto a llover intensamente este 11 del 11- y de otro lado la brevedad. El PP ha necesitado únicamente cuatro horas para elegir presidente y debatir las ponencias ideológicas. Además de los discursos de rigor del secretario general de Andalucía José Luis Sanz y el presidente Juan Ignacio Zoido.
La brevedad es la clave. Se trata de reelegir a Gabriel Amat como presidente por tercera vez cuando muchos creía que únicamente lideraría este partido hasta el congreso ordinario en que desembocó la crisis que supuso finalmente la creación del PAL y todo lo que trajo consigo.
Con Amat al frente, el PP ha ido comiéndole terreno al PSOE en la provincia a ritmo vertiginoso, pueblo a pueblo, calle a calle y casa a casa. Le ha impreso un ritmo de trabajo a la organización como nunca antes había tenido, y en cada convocatoria electoral se patean la provincia de norte a sur y de este a oeste, y si da tiempo también de sur a norte y de oeste a este.
No es menos cierto que este crecimiento ha coincidido con hechos tan significativos como el "zapaterismo" o la caída en desgracia a nivel local de Martín Soler y los suyos, con el consiguiente desconcierto del que aún no se han repuesto. Pero incluso así habría que reconocer que han sabido aprovechar la situación que se presentaba.
Cuando los partidos ganan elecciones están más unidos que nunca, y a medida que van perdiendo, esa unidad se va desvaneciendo. Una veces se producen enfrentamientos ideológicos entre quienes opinan que el desafecto de los electores se debe al posicionamiento ante ciertos temas, y otras veces el choque es por algo tan humano como un sueldo, de lo que muy recientemente hemos tenido pruebas en el grupo municipal socialista de la capital.
En relación a lo segundo, el PP podría no haber tenido problemas en el pasado, pero ahora, con tantos recortes, son pocos los llamados y muchos menos los elegidos. Es más, Amat se permite el lujo de tener menos "asalariados" de los que podría porque es partidario de que una misma persona tenga varios cargos, con lo que el número de éstos se reduce. El maná de los sueldos públicos llega a menos personas que en otros partidos cuando podría llegar a muchos más.
Y sobre lo primero, hay que entender que es un partido muy jerarquizado, con lo cual, son pocas las cuestiones de calado que pueden abordarse en un congreso provincial más allá de profundizar en el municipalismo. Cuando se gobierna en tantos ayuntamientos es normal que los alcaldes y alcaldesas tengan especial interés en que su partido de respuesta a las visicitudes por las que pasan, y más en estos tiempos de ahogamiento.
Es por eso que la clave es la brevedad. El PP de Almería tiene un equipo que funciona -y esto no es una opinión, los resultados electorales están ahí para confirmarlo- por lo que este congreso ha sido sólo un trámite.
Amat cogió un partido en el que pesaba la escisión de GIAL y luego estalló la crisis de la Diputación con la sublevación de una parte muy importante del PP. En estos años el GIAL firmó su defunción, y el que era presidente del PAL ha pasado por la cárcel y ha perdido todo el poder que un día tuvo, recobrándolo el PP. Se ha vuelto a hacer con la Diputación, con la mayoría de los ayuntamientos de la provincia, ha barrido al PSOE en generales y autonómicas... 
Amat ha construido un PP a su medida en este congreso. Reduce como ya anunció hace un mes, los cargos vacíos de contenido y que existían con el único fin de darle cierta relevancia orgánica a determinados cargos públicos.
Roza el cien por ciente de votos de los compromisarios para este tercer mandato, pero es que en política, cuando se gana, es muy complicada la disidencia. En todo caso, el riesgo es justo el contrario, perder la conciencia de la realidad tanto interna como externa.
Amat lleva muchas batallas a sus espaldas, pero desde que tomó las riendas del PP es cuando más leña le han dado sus detractores, no ya en el terreno meramente político si no dando el salto a las acusaciones  de corrupción. Otro en su lugar, habría dicho eso de "aparta de mi este cáliz" para refugiarse de nuevo en la tranquila Roquetas, pero él no, sigue dando pasos al frente, sin arredrarse, con la confianza inquebrantada de los máximos líderes del PP andaluz y español, con la de la militancia, con la de los simpatizantes, y al final con la de los votantes.
El Congreso ha sido corto, breve, porque el reelegido presidente del PP maneja sus propios tiempos como ya se ha visto, y sólo él sabe hasta donde se extenderá la era Amat. De momento, hasta 2016... 

Responsabilidades en el caso del Helimer 207

El único superviviente del helicóptero Helimer 207 de Salvamar que se estrelló en enero de 2010 en el mar de Alboran, en la costa de Almería, dejando tres muertos, relataba al médico que le atendió aquella noche fatídica que sintió el estruendo similar al de un "cucurucho" que se revienta, a la vez que "tira de ti hacia dentro". Le contaba también que se dio cuenta de todo, de que la aeronave caía, que se hundía, que logró liberarse del arnés para salir a flote y no vio a nadie más.
Esa percepción coincide punto por punto con el dictamen de la investigación de la Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes de Aviación Civil. Se detalla que los tripulantes fueron conscientes de que se caían, pero dice mucho más.
El informe, que recoge 17 recomendaciones de seguridad, deja claro de quién es la responsabilidad de que ocurriera aquello. Y es que una cosa es que nos quedemos en que hubo un fallo humano -que es lo que afirma- y otra que analicemos los motivos del mismo.
Hay una frase que deja muy claro quién es el principal responsable. Había un dispositivo desconectado que, en caso de no haberlo estado, habría evitado el desplome. Y si estaba apagado era por culpa de que el manual del que disponían los tripulantes ni estaba bien traducido, ni bien organizado, ni tan siquiera correspondía a ese modelo concreto de helicóptero, y por si fuera poco, además estaba anticuado. Es más, recuerdan que si se volaba en manual es porque en gran medida los tripulantes desconocía muchas de las ayudas a la navegación que tiene ese modelo.
El helicóptero tenía un montón de fallos que en algún caso llevaban dos meses produciéndose sin que nadie los arreglara, y eso provocaba que los pilotos desconfiaran de los avisos que aparecían en pantalla o de las alertas acústicas.
Los técnicos añaden que hasta el nombre de la empresa que operaba el aparato es distinto en cada papel que se mira, y eso que trabaja para el Estado.
La administración no fue seria a la hora de adjudicar el contrato de este tipo de servicios, no veló por el cumplimiento del contrato, no prestó el mínimo interés por la seguridad... y es su responsabilidad según los técnicos.
De esas 17 recomendaciones, nueve lo son a la empresa, lo que deja en evidencia quién falló más. El resto de las recomendaciones son de trámite y muy genéricas.
Un comandante que tenía que estar en mil cosas (pilotando, instruyendo...), un copiloto que no entendía bien el idioma, un aparato que presentaba múltiples fallos de navegación, un manual plagado de incongruencias... y al final, por no funcionar, no funcionaron ni las balizas, aunque el superviviente -así se lo explicó al médico que le atendía- no quiso encenderlas por el olor a queroseno y ante el entonces probable riesgo de incendio.
Cuando alguien tiene una profesión "de riesgo" se entiende que tiene "riesgo" de perder la vida, y eso ha de ser asumido, pero cuando la vida se pierde de un modo tan absurdo, es doblemente doloroso.
A partir de ahora debería abrirse la investigación judicial y determinar responsabilidades penales por estas tres muertes de quienes se dedicaban a salvar vidas en el mar.