Valiente y ejemplar Griñán



El vicepresidente del Gobierno andaluz, Diego Valderas, ha calificado al ya expresidente José Antonio Griñán, de “valiente y ejemplar”. Pues vaya, van a ser verdad las propiedades afrodisíacas y estupefacientes de las lentejas, porque ese plato del que comen Diego y sus acólitos está provocando en ellos ese efecto tan propio de quien está enamorado o borracho, y es que son los últimos en enterarse del ridículo que hacen.
¿Ha sido realmente valiente y ejemplar Griñán? ¿en qué? A ver, comencemos recordando que cogió una Junta de Andalucía que se ufanaba de regalar portátiles a los escolares de Primaria y deja una Junta de Andalucía que tiene que darles de comer. Que cogió una Andalucía con mucho paro y la ha dejado al borde del colapso, en la que cuanto más dinero ha dedicado a luchar contra él más desempleo generaba, hasta el punto de que a los primeros que se quitó de en medio fue a los promotores de empleo, contratados en ocasiones en fraude de ley. Que prometió una reforma de la administración autonómica y ha hecho una deforma que ha consistido en echar a los indios y recolocar a los jefes, y a veces en recolocarlos a todos.
Griñán llegó con la idea de potenciar la imagen de una Andalucía 10 y todo se quedó en un fiestorro en Madrid y en una página web, todo lo cual fue encargado a una empresa extranjera (me refiero a no andaluza... porque claro, para mostrarle al mundo el potencial de nuestra tierra lo lógico es no confiárselo a una de aquí, que no dan el nivel ¿sería eso, no?)
Griñán llegó con el mensaje de que al partido (el socialista, of course) había que llegar ya trabajado, que el partido no podía ser la vía para llegar a una nómina ni a un pelotazo más o menos legal, pero la plana mayor del mismo ahora son personas que no han hecho otra cosa en su vida que cobrar gracias al carnet. ¿Ese es el ejemplo y el valor al que hace referencia Valderas?
Griñán llegó con un escándalo de los ERE que le rozaba, y se va cuando le tiene cogido hasta los tobillos. Y llegó presumiendo de su militancia en la UGT y se va con la UGT enmierdada hasta la náusea, hasta el vómito, y todo con el apoyo y la connivencia del propio PSOE-A y de la propia Junta de Andalucía. ¿Intentar escapar de eso es muestra de valor y ejemplaridad?
Pero además, quien presume de retirarse de la Presidencia, quien criticó la huida de quien le ganó en las pasadas elecciones autonómicas, Javier Arenas, sigue los pasos del otro exvicepresidente, Manuel Chaves, y se va para Madrid... ¡ale! ¡A seguir chupando nómina en el Senado! Y es que se retira de la Presidencia por motivos personales, unos motivos que no le van a impedir pasar media semana en la capital del Reino, pero sí eran un problema viviendo en Sevilla. ¿Es ese el valor y esa la ejemplaridad?
No ha habido nada, nada, por lo que Griñán pueda sentirse orgulloso. Aún recuerdo a militantes socialistas de la provincia -dirigentes- alabando a Pepegriñán cuando llegó, convencidos de ese nuevo impulso, de ese empujón, de esa honestidad que le iba a dar al PSOE, y como estaban ya hartos de que tras casi cuatro años entre gobierno y secretaría general, las cosas estuvieran como antes o peor. Lo triste es que algunos de esos han puesto las mismas esperanzas en Susana Díaz, y es fácil intuir que volverán a sentirse decepcionados (con la única excepción de aquellos que sean bendecidos con el carguillo que buscan).
¿Dónde está el valor de Griñán? ¿Dónde su ejemplaridad?

Es verdad que las opiniones de Diego Valderas no tienen ningún valor, ya que si confrontamos lo que decía de Griñán antes de ser su vicepresidente y después, pues no hay color, sea hablando de los ERE o de cualquier otra cosa. Y entre el momento en que crucificaba a José Antonio y el momento en que alaba a “Pepe”, las cosas han ido a peor, a mucho peor, tanto en el económico, en lo social, en lo laboral y hasta en los asuntos judiciales pendientes.