Quo vadis PSOE?

El Comité Provincial del PSOE de Almería dedicó buena parte de su tiempo a analizar los resultados electorales de Galicia y País Vasco, como si eso fuera relevante para los andaluces, o más concretamente para los almerienses. Estoy convencido de que los socialistas gallegos y vascos no ocuparon más de diez minutos -lo que se tarda en felicitar al compañero- en hacer lo propio con los andaluces.
El único motivo por el que ocurre eso es porque los socialistas de Almería, fiel reflejo de lo que se persigue desde la alta dirección del PSOE-A, es que Pepegriñán alcance un protagonismo aún mayor en el PSOE federal.
Los socialistas son víctimas de la misma ceguera que tuvo el PP-A. Los de Javier Arenas se veían en la cresta de la ola, habían venido ganando elección tras elección en Andalucía, y para colmo de alegrías, Mariano Rajoy logra una abultadísima mayoría absoluta. No cabía duda, la victoria estaba próxima.
Lo que no miró el PP andaluz es que Rajoy logró menos votos que los que tuvo en su momento José Luis Rodríguez Zapatero, que el voto moderado del PSOE se quedó en casa y el radical se fue a su izquieda, y que eso le permitió a ellos esa mayoría absoluta.
El PSOE ahora está igual. Miran que gobiernan en Andalucía, y tras perder las generales, las gallegas y las vascas, y casi con toda seguridad darse otro baño de realidad en Cataluña, Llamadmepepe resurge como el referente del partido.
Lo cierto es que desde que Pepegriñán está al frente del PSOE-A y de la Junta de Andalucía, los socialistas han perdido votos comicio tras comicio, y que él mismo gobierna únicamente por el apoyo de IU, ya que fue el PP quien ganó en votos y escaños.
Pero no sólo eso. Llamadmepepe no puede ser de ninguna de las maneras el revulsivo que necesita el PSOE, es un perdedor nato, y es de la misma quinta que el propio Alfredo Pérez Rubalcaba, por lo que pensar que él puede ser la renovación suena a chiste, pero a chiste malo.
El problema es que el PSOE ha sido una empresa de colocación, y no de colocación de los mejores, si no de colocación de los más sumisos. Así, a día de hoy no hay quien de un paso al frente después de que personas de valía como Patxi López se haya quedado fuera de juego por su derrota, y que tras lo que va a pasar en Cataluña tampoco Carme Chacón podrá asomar mucho la cabeza.
Junto a eso otro problema más es que nadie quiere hacerse cargo de un partido para gestionar la derrota, y que tampoco hay muchas ganas de nuevos experimentos tipo ZP.
¿El futuro? Ufff 
Quizá es el momento de la refundación, como la que hizo la AP de Manuel Fraga cuando pasó al PP de José María Aznar, o como cuando Felipe González le dio el primer lavado de cara al PSOE. La diferencia es que ahora esas personalidades potentes, de ideas claras, esos liderazgos naturales, parecen estar desaparecidos. 
Quizá sea el momento de dejar que proliferen las críticas, que se hable sin miedo pero también sin rencor, para que de esa tormenta de ideas salga algo que peor no va a ser.
En el último Comité Provincial de Almería se hicieron apelaciones a lavar los trapos sucios en casa, y bueno, no está mal, pero hay que lavarlos, que no vale decir eso para sencillamente ir acumulándolos en el cubo correspondiente. Dentro, en casa, pero a lavarlos cuanto antes.

Como tantas parejas

Lo del PSOE e Iu en el Gobierno andaluz es como lo de tantas parejas, unidas tan sólo por una hipoteca y unos hijos cuando ya falta el amor.
O tal vez sea aún peor. Quizá nunca hubo amor, como en los matrimonios por interés.
En cualquier caso, quienes han pasado por este tipo de situaciones reconocen que mientras en el primero de los casos es posible mantenerse unidos un tiempo pero al final se acaba rompiendo, en el segundo... la ruptura no suele acabar produciéndose porque ambas partes se apañan a sabiendas de lo que hay.
La consejera de Fomento de la Junta de Andalucía, Elena Cortés, visita el viernes la provincia de Almería  para ver los daños producidos por las inundaciones de hace un mes, siendo la reparación de las infraestructuras una competencia concreta de su área. Antes que ella estuvo el presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, y hace una semana vino la consejera de Presidencia Susana Díaz.
Pero si a Cortés se le colaron por delante dos socialistas fue sólo culpa suya por tardar un mes en acudir a la zona afectada, ahora se le han jugado directamente. Mientras ella esté en Huércal Overa y Pulpí hablando del dinero que gastará la Junta de Andalucía, el secretario de Medio Ambiente y Aguas, Sergio Moreno, ofrece una rueda de prensa en la Delegación del Gobierno con ese mismo argumento. Y mientras la consejera anunciaba el viaje a Almería, otro consejero, Luis Planas, daba nuevamente datos sobre este asunto.
Cortés es de IU, Griñán, Díaz, Planas y Moreno, del PSOE.
Las parejas a veces no se hablan, o eso parece. Y es que IU presenta un escrito en le registro del Parlamento de Andalucía diciendo que no acudirían al pleno del 14 de noviembre "por motivos inexcusables de agenda", y horas más tarde el PSOE anunciara que esa sesión sería aplazada hasta otro día por coincidir con la huelga general convocada. ¿Es que el vicepresidente Diego Valderas (IU) no sabía que se iba a aplazar el pleno? ¿o tal vez es que Griñán (PSOE) buscaba neutralizar la imagen de sus consejeros huelguistas, dejándoles así sin protagonismo?
Otras veces no es que lleven vidas paralelas, o que no se hablen, otras veces es que no se cortan y discuten en público. Ya ha ocurrido, entre la consejera de Salud María Jesús Montero (PSOE), y la parlamentaria de IU por Almería Rosalía Martín.
Martín pedía explicaciones por los ajustes -recortes- de personal en el complejo hospitalario Torrecárdenas, y la respuesta de la consejera fue desde que estaba mal informada, y que tenía que "aclararse", pero más concretamente le recordó que "tiene que ser capaz de asumir que hay una coherencia en la tarea de gobierno, y que por tanto la formación política que usted representa, que se sienta en la mesa del Consejo de Gobierno, tiene que asumir que a veces se producen determinadas medidas que provocan malestar de los trabajadores".
En realidad, la diferencia principal entre eso y las parejas, es que las parejas siempre que comienzan su vida en común lo hacen pensando que será para siempre, y se va aguantando una cosa tras otra, valorando si merece la pena seguir o es mejor dejarlo... mientras que en el caso de la política la relación es para cuatro años. Ese plazo fijo hace más llevadero el matrimonio de conveniencia.

¿Contra la reforma del sistema educativo?

Dejando a un lado que sólo los estudiantes ven útil una huelga de estudiantes, y que por tanto sorprende que sus padres hayan decidido apoyarles en ese empeño, habría que mirar un poco más allá, para ver si está justificada esa movilización amplia y generalizada contra el Gobierno, y más concretamente contra el ministro José Ignacio Wert.
Vayamos a los datos, como por ejemplo que hubiera manifestación ante las puertas de la Diputación de Almería que, ciertamente es gobernada por el PP pero cuyas competencias en materia educativa son cero. Eso me hace recordar cuando siendo estudiante de Bachiller, el gobierno socialista de Felipe González nos subió las tasas, y el lugar donde más potente fue la concentración de protesta estudiantil resultó ser la Plaza del Carmen, donde se ubica el Ayuntamiento de Granada... obviamente tampoco esta institución tenía nada que ver, y no sé quien era el alcalde (creo que Antonio Jara), por lo que prefiero pensar que igual que nosotros acudíamos allí porque nadie tenía ni la más remota idea de donde estaba la Delegación de Educación de la Junta de Andalucía, tal vez también ha sido eso y no una larga mano manipuladora la que condujo a estos estudiantes almerienses.
Pero si lo de los adolescentes se puede entender, lo de sus padres es bastante poco comprensible. Ninguno se manifestó contra la constatación de que el sistema educativo no funcionaba, a ningún padre ha parecido importarle los resultados de los sucesivos informes PISA que demuestran que nuestro nivel es de los peores del mundo. Tampoco se ven manifestaciones por el ínfimo prestigio de nuestras universidades.
Los datos recogidos de la memoria de la OCDE de 2008 -es la que ha caído en mis manos- indica ciertamente que el gasto en educación en el Estado español es del 4,6% del Producto Interior Bruto (PIB), dejando por detrás a Italia y Japón, y teniendo por delante a Portugal, a Brasil o Estados Unidos entre otros, colocándonos casi un punto por debajo de la media.
Eso era en 2008, con el PSOE en el Gobierno central y en el Gobierno andaluz, y las calles no se llenaron de manifestantes estudiantiles, ni de padres reivindicadores.
Pero concretemos más. El Estado español sólo tiene por delante a Noruega y EEUU cuando lo que se compara es el "gasto público por alumno en instituciones educativas". Incluso Finlandia, y por supuesto Francia o Reino Unido, están muy por debajo de ese 29% del PIB que nos gastamos por alumno.
Y la pregunta sería ¿en qué se nos va el dinero del sistema educativo? Pues también lo deja muy claro el informe de la OCDE, se nos va en nóminas. El 80% se destina a Personal y el 20% al resto, mientras que la media de este club es del 70% en Personal, y en Finlandia es del 65%.
Pero no, no crean que es que los maestros españoles cobran una burrada más que otros, no. Es probable que cobren más o menos lo mismo, lo que sucede es que cada profesor imparte 762 horas de clase, mientras que la media de la OCDE es de 712 y de Finlandia de 606.
En cuanto a la ratio de maestros por alumno, eso que tantos ríos de tinta ha hecho correr, queda también claro en dicho informe. En todas las etapas educativas España está muy por debajo de la media de la OCDE, en Infantil 14,3 frente a 12,1, en Primaria 16 ante 13,3, en ESO 13,5 frente a 10,1, en Bachiller son 13,5 ante 9,3, y en Universidad hay 15,7 frente a los 11,6 españoles. Si todos sabemos que hay muchos más alumnos por clase de lo que aparece en este estudio, no es una locura preguntarse donde están metidos, qué tareas están haciendo fuera de las aulas.
Somos uno de los países occidentales que más dinero se gasta por alumno, uno de los que tiene más profesores, uno de los que tiene más horas de clases, uno de los que menor ratio tiene... y somos uno de los que ofrece peores resultados en cuanto a preparación de los estudiantes, uno de los que tiene las universidades con menos prestigio...
El problema por tanto no es el dinero, es el sistema, y hay que cambiarlo, y no para meter más dinero en él, si no para racionalizarlo... ¿dónde están esos maestros que hacen que la ratio sea tan pequeña cuando todos sabemos que las clases están llenas? ¿de ese 20% que el sistema destina a algo distinto al Personal salen los 22 millones de euros anuales que han venido costando los ordenadores regalados a los estudiantes de Primaria? ¿en qué se van tantísimas horas de clase que no aprovechan en el alumno?

Ética de la desinformación

Me pregunto con frecuencia si los periodistas debemos reproducir mentiras a sabiendas de que lo son, y si además debemos hacerlo sin vergüenza ni rubor. Sé que la respuesta debería ser un rotundo no, pero mirando el panorama no estoy tan seguro.
En ocasiones, cuando recibimos una nota de prensa y vemos que contiene datos objetivamente falsos, se plantea el dilema de si publicarla para preservar el derecho del comunicante a expresarse -que no a informar-, tirarla al cubo de la basura, o publicarla pero apuntillando cosas.
Algo similar ocurre en las ruedas de prensa, donde o te callas y publicas lo que cuentan, o podrías entrar en debate y discusión con el personaje, lo que no resulta oportuno... por respeto a los compañeros, pero también porque puede parecer que defiendes una postura determinada, cuando en realidad únicamente quieres coherencia.
Se puede ver con algunos ejemplos, ahora muy actuales gracias a los recientes cambios de gobierno en el España y en Andalucía. Dice el PSOE que el PP quiere subir la ratio de escolares por aula, pero eso no es verdad. La verdad es que vivimos en Estado de las Autonomías, que la administración central por boca de su ministro de Educación lo que ha ofrecido es la posibilidad de que los gobiernos autonómicos puedan ampliarla si lo ven oportuno.
La Junta de Andalucía tiene transferidas las competencias en Educación, y es el Gobierno andaluz el que autoriza a los centros escolares a aumentar o reducir las ratios dentro de unos márgenes, por tanto, diga lo que diga el PP, el PSOE hará en nuestra Comunidad lo que le parezca oportuno. Otro dato más, Andalucía lleva mucho tiempo en la zona alta de esa ratio, es decir, no la puede subir más porque está en el límite actual.
Por tanto, el PP no va a subir la ratio en los colegios andaluces, si sube la sube el PSOE, por tanto si las ruedas de prensa y las notas que llegaron con el mensaje falso debían haber ido a la basura?
Otro asunto similar es el de la sanidad. Llevamos un mes oyendo al PSOE decir que el PP va a recortar un montón de cosas en la Sanidad andaluza, cuando eso también es competencia autonómica, y no sólo eso, es que además recientemente el propio Gobierno andaluz acababa diciendo que en nuestra Comunidad no se aplicarán algunas de esas medidas. Por tanto, no son obligatorias, por tanto es mentira que el PP haga ese recorte.
Esto no es nuevo, y lo hemos vivido al revés, cuando fue el PSOE con Zapatero quien hizo una ley contra el consumo del tabaco, algo que invadía claramente las competencias de las Comunidades Autónomas como al andaluza, que tiene transferido Sanidad y Consumo. Sorprendentemente los dirigentes del PP que protestaban contra esa norma no lo hacían argumentando que debería ser potestativa y que las autonomías podían aplicarla o no (País Vasco hizo una más restrictiva, y Madrid habló de suavizarla), y sí hablaban de otras cuestiones que ya no vamos a recordar. ¿Era correcto reproducir una y otra vez las críticas de los populares por la imposición de esta ley, cuando no había imposición?
Causa también sorpresa que los periodistas no nos sorprendamos de ver a cargos públicos, o aspirantes a cargos públicos, en manifestaciones como la del 15M coreando "no nos representan". ¿Es opinión o es información contrastar esa incoherencia?
O un ejemplo más -el último- es el de los presupuestos del Estado y de Andalucía, con su "lluvia de millones" para Almería, algo que nos ha venido llegando cargado de vaguedades y falsedades. ¿Hemos de publicar tal cual las notas que mandan los partidos, y transcribir lo que dicen en las ruedas de prensa? Insisto, si tenemos el dato cierto de que la inversión en Almería es de una cantidad concreta según la liquidación de los presupuestos del año anterior ¿aún así debemos publicar una nota en la que un partido diga otra cosa distinta?
Último ejemplo por ser el más reciente. Una visita de la consejera de Presidencia del Gobierno andaluz, Susana Díaz, visita Almería y pide un trato sanitario igualitario para las mujeres por parte del Gobierno central, a quien acusa de replantearse si seguir haciendo mamografías preventivas. Pues bien, a eso añade que en Andalucía se seguirán realizando.
La duda es si resulta ético titular por ejemplo "Díaz critica que el Gobierno central se replantee las mamografías preventivas pero reconoce que son competencia autonómica".
Y en esa misma línea argumental podemos escuchar a la socialista Elena Valenciano afirmando que las huelgas generales se justifican por ser la respuesta a los recortes en los derechos sociales. La pregunta en este caso es si resulta ético apuntar en la noticia en que se recojan esas palabras que eso es tanto como reconocer que el PSOE recortó derecho ya que fue objeto de una huelga general.
En ninguno de los casos mencionados se opina, sólo se añaden datos para ampliar la visión del receptor de la noticia. ¿O debemos limitarnos a publicar únicamente lo que quieren que se publique, como un bloque monolítico sobre el que no cabe añadir nada más?

Dudas sobre Minas de Alquife

Es difícil darle formato de noticia a muchos de los datos que vamos encontrando sobre el proyecto de recuperación de las Minas de Alquife, y que nos inducen a pensar que aquí se oculta algo que, por el momento no está claro.
Ya hemos avanzado dos cuestiones que nos han parecido claves. Una de ellas es el hecho de que la empresa en cuestión tenga un capital social que responde al 0,75% del total que costaría el proyecto anunciado, por lo que únicamente podemos pensar que el resto intentarán obtenerlo mediante préstamos bancarios, no siendo este el mejor momento para ello. Otra posibilidad son las subvenciones públicas, y tal vez por eso se haya lanzado este tema a la opinión pública como se ha hecho, para que sean los ciudadanos -especialmente los granadinos- quienes ejerzan una presión sobre la administración autonómica y estatal para que con la excusa del futuro empleo, sean quienes al final pongan el dinero.
En cualquier caso, a nadie se le ocurriría pedir una subvención aportando únicamente el 0,75% del capital necesario. O sí.
Aún está por conocer las motivaciones por las que cuando entra el nuevo propietario de Minas de Alquife y cambia el consejo de administración, los pasos previos han sido una reducción de capital, y con él, la creación de una empresa de promoción inmobiliaria por parte de todos los cesados. A falta de confirmación documental, podría ser que Inmuebles Mineros resulte ser la propietaria de eso, de los inmuebles mineros, que quedarían así desvinculados de la mercantil que se dedicaría a la explotación y que sería propietaria de los terrenos.
Sorprende que echando un vistazo al precio del mineral de hierro, alguien pueda estar interesado en reflotar este negocio en el Marquesado del Zenete. Lleva años en caída libre, como mostramos en un gráfico en La Luna de Interalmeria TV, y la justificación que se hizo desde la empresa en una rueda de prensa ofrecida en Granada, es que ahora sí resulta rentable porque el precio es más alto que cuando se cerró... obviamente, pero también ahora los costes laborales son muchísimo más elevados, las exigencias medioambientales y de seguridad son muchísimo mayores y por tanto más costosas.
Por si fuera poco, no es una nimiedad recordar que las licencias de explotación minera de las que decían poseer en el momento de esa comparecencia pública, el 92%... caducaron hace una década, por lo que son papel mojado.
Por cierto, quien por ahora no ha dado la cara para sacarnos de dudas es el dueño, el que puso primero un millón de euros y luego otro medio más. Ese, escondido tras Minas de Alquife Holding... que en realidad no es un holding si no el nombre de una empresa (como podría llamarse "Minas de Alquife Sociedad Anónima" SL) aún guarda silencio.

Hay más dudas, e insisto en que darle formato de noticia a datos extraños resulta complicado, pero ya veremos como lo contamos todo.

El tren del mineral

No conocía aquella Almería empolvada en rojo por el mineral de hierro que llegaba en sucios trenes desde el Marquesado del Zenete hasta el Puerto para ser embarcado. Es por eso que no encuentro demasiado sentido a oponerse a que aquellos tiempos vuelvan alegando el recuerdo del pasado. Hay motivos suficientes para no quererlo sin tener que recurrir a la memoria.
Del mismo modo, tampoco comparto el argumento de que si las Minas de Alquife se reabren, será allí donde se genere empleo y riqueza, mientras que aquí veremos pasar los vagones sin dejar nada bueno a su paso. Quienes utilizan esa idea deberían replanteársela, ya que habría de entenderse entonces que si en vez de estar en la provincia de Granada, estuviera en la nuestra, entonces sí deberíamos aceptar esta forma de crear puestos de trabajo. Pues no.
No, el futuro económico de Almería sólo tiene un camino, y es el turismo, con el apoyo de los otros dos ya conocidos, el de la agricultura y el del mármol. 
Con la actual situación de crisis económica y política de la Unión Europea y la apertura a Marruecos de todos nuestros mercados, o dicho de otro modo, con unas subvenciones y ayudas cada vez menores y una mayor competencia interna, la agricultura está muy tocada y lo estará más aún. Y del mármol pueden decirse cosas similares.
Almería no puede ser una ciudad cruzada de modo casi permanente por trenes de mineral, ya sea en superficie o de modo subterráneo -en cualquier caso acaba aflorando en algún lugar-, un puerto sometido a las inconveniencias de una actividad que repercutirá negativamente en lo que debería potenciar, que es el crucerismo. Tenemos una capital que se ve en una mañana, la Sierra Nevada a un paso, y la Alhambra también, además de Cabo de Gata... si no vienen más cruceros es obviamente porque quien tiene que vender el puerto como lugar excepcional para ellos no lo hace.
Pero no es sólo el cómo una sola actividad condicionaría la totalidad del puerto, es que no podemos tener turistas que anden saltando entre vías y pasos a nivel, que no puedan descansar por los ruidos, que se asomen a la ventana del hotel y vez de ver el mar vean una playa de hierros sobre la que circula un ferrocarril oxidado.
Oponerse al tren del mineral no es oponerse al progreso, es justo lo contrario. Lamentablemente si algo falta en la provincia de Almería son políticos valientes que sean capaces de plantarse.
El PP ha sido el único partido político que ha dicho no de un modo claro y rotundo -aunque luego haya matizado un poco- y con él se han posicionado los colectivos sociales, y mientras tanto, desde IU y desde el PSOE -cogobernantes en la Junta de Andalucía- han querido lavar y guardar la ropa -como algunos medios de comunicación- limitándose a lanzar insidias y echar balones fuera sin decir ni sí ni no... por lo que puedan mandar.
Decir que se está de acuerdo "si se cumple la ley" o si acata la "normativa medioambiental" es baladí. Es de cajón que el proyecto tendrá que cumplir la legislación, se haga en Almería, en Carboneras o en Motril, por lo que es como no decir nada. 
El progreso de Almería debe ir por otro camino, y este tren debemos dejarlo pasar sin subirnos a él.

Españolizar es imposible

El ministro de Educación, José Ignacio Wert, me parece un hombre sensato en términos generales. Creo que en muchas de sus análisis sobre el sistema educativo tiene razón, e incluso creo que también la tiene en muchas de la soluciones que propone.
Entiendo incluso que desde su pensamiento ideológico diga que quiere "españolizar" a los escolares catalanes, y entiendo también que dicha afirmación no la hace retrógrada en plan Formación del Espíritu Nacional, si no desde la convicción que expresa de que se "enriquecerán" sintiéndose partícipes de dos culturas.
Lo que pasa es que no entiendo en qué consiste eso de "españolizar". No lo tengo claro. Y me la sensación de que no soy el único.
Vi responder a esas palabras a un diputado de ERC, Alfred Bosch, en La Sexta, y dejó en evidencia que su visión y la de Wert eran similares. El nacionalista catalán comentó que le daba miedo lo que escuchaba, y que tal vez el ministro quería que los niños fueran al colegio vestidos de toreros.
Es obvio que Bosch vive en otro país, porque no se entera de nada.
En esto no estoy de acuerdo con Wert porque mientras ese nacionalista catalán tiene clarísimo qué es "españolizar", yo no lo tengo. No sé que es "españolizar", lo siento.
En España hay un idioma común, que es el castellano, y se llama así porque es el idioma de Castilla, y a medida que va conquistando territorios (en realidad conquistar-conquistar, lo que se dice conquistar sólo conquistó Andalucía, y además incumplió las Capitulaciones firmadas) lo va imponiendo. 
¿Españolizar es que los chavales sepan manejarse en castellano? Tal vez debería llamarse castellanear ¿no?
En cualquier caso, parece lógico defender que los idiomas sirven para comunicarse, y que si es absolutamente plausible el apoyo a los idiomas propios, también hay que pensar el mundo global en que vivimos, y que si se tiene la suerte de saber castellano tienes mucho ganado, como si sabes inglés. 
Respecto a la historia ciertamente es otro cantar. Hay una versión de la historia de España escrita desde el centro, con total desprecio a la periferia, con olvidos infames y con ensalzamientos lamentables. Hay una historia que todos estudiamos en el colegio y que dista mucho de lo que cualquiera puede asumir a poco que le eche un rato de análisis.
¿Españolizar es volver a relatarnos una historia centrípeta? Pues probablemente, pero el problema sería que los "Bosch" se reproducirían como hongos. Este personaje es fruto de esa visión de la historia.
Ver como esencia de España el toreo, cuando el toreo es esencialmente andaluz (es una de esas tradiciones que algunos andaluces rechazamos, mientras nos sorprende que los catalanes que lo rechazan no lo hagan con barbaridades mucho más terribles practicadas con animales, dejando en evidencia que sólo es política, no defensa animal), como tampoco existe la canción "española" porque como cantaba Carlos Cano "se llama copla" (la cante quien la cante, como un albojense puede tocar rock o un abderitano jazz, o un francés tango).
Bosch es el ejemplo de la "españolización". Aprendió en el colegio que España era una cosa, y se dio cuenta de que Cataluña era distinta a esa cosa, pero nunca se ha preocupado en saber si aquello que le enseñaron sobre España era verdad, mentira o las dos cosas al tiempo que ninguna de las dos.
España para Bosch es lo que resta de quitar Cataluña, País Vasco y Galicia, y no ha cogido un libro de historia para saber cómo llegó Andalucía a la autonomía ni qué significó eso en la historia actual (nada menos que el estado autonómico como lo conocemos), tampoco ha leído dónde estaba Andalucía en la II República, no sabe quién era Blas Infante, ni sabe qué pasó en la I República, no tiene ni idea de que la bandera de Andalucía es la más antigua de Occidente (al menos), no se preguntado qué pasó aquí cuando los caballos de Castilla pisaron nuestro suelo, no tiene ni idea de que Andalucía dependía del Senado romano directamente porque era un territorio de hombres cultos (así lo reflejan las crónicas)...
A Bosch lo "españolizaron" y por eso se ha convertido en un ser que quiere independizarse de algo que... bueno... no tiene nada claro qué es.
Bosch lo hubiera tenido fácil para responder a Wert desde una posición nacionalista, y es diciendo que no se puede españolizar porque España no existe. Pero no, como "españolizado" que está reconoce que España existe, y está convencido de que es aquello que a él le enseñaron hasta llenar ese voluminoso disco duro que exhibe sobre los hombros. 
Wert y Bosch deberían leer juntos un artículo publicado el 5 de febrero de 1919 en la revista El Regionalista, y tal vez descubrirían que están más cerca de lo que creen.

Desahuciada

Una cosa es predicar y otra distinta dar trigo, y eso en la Junta de Andalucía lo saben muy bien. Una cosa es predicar contra el malvado capitalismo y los banqueros que ponen a las familias en la calle cuando no pagan la hipoteca, y otra bien distinta es cuando el pago te lo tienen que hacer a ti, y resulta entonces plenamente justificable que les pongas en la puta calle.
Desde que comenzó el año, la Junta de Andalucía tiene en marcha alrededor de 200 embargos en sus distintas fases, mientras que la totalidad de éstos asciende a 900 en ese tiempo. Es decir, que alrededor de la quinta parte de los desahucios que tienen lugar en nuestra tierra tienen abajo la firma de la Empresa Pública del Suelo de Andalucía (EPSA).
Una cosa es que de tu casa te eche un banco y otra que te eche la Junta... dónde va a parar... no hay color!!!
La Consejería de la Vivienda de la Junta de Andalucía acaba de abrir en Almería una Oficina de Intermediación Hipotecaria, cuya existencia es como mínimo cuestionable. Dice que se ocupará de asesorar a quienes vayan a contratar un préstamo hipotecario, y que eso lo hará por medio de la Dirección General de Consumo, que era quien se venía ocupando de este asunto, y por tanto el que seguirá haciéndolo.
Además -y eso es lo más importante, desde luego- se encargará de mediar entre el "hipotecado" y el "hipotecador", en caso de que el primero no pueda hacer frente al pago de lo que adeuda al segundo.
Si tenemos en cuenta que el banco puede aceptar o no la intermediación, y que quien decide si acepta o no una propuesta de solución es el banco... ¿qué margen de maniobra tiene la Oficina?
Pero vayamos al caso concreto de esas decenas de decenas de familias que compraron una vivienda de EPSA-Junta y ahora EPSA-Junta les echa de las mismas porque no pagan ¿qué piensa hacer en estos casos la Oficina de la Junta?
Lo curioso, no crean, es que EPSA sea capaz de iniciar procedimientos de embargo y desahucio a tantas y tantas familias almerienses mientras ella no sólo no paga el IBI durante años, si no que se permite el lujo de ser una entidad "ilocalizable" para la Administración Tributaria, por lo que ni tan siquiera recoge los recibos. 

El Estado Federado de Andalucía

Afirmaba recientemente el actual presidente del Gobierno andaluz, el socialista José Antonio Griñán, que apostaba por una “España federal”, y lo hacía al tiempo que asociaba a esa definición política conceptos tales como la igualdad y el respeto a la diversidad. Añadía además que "Andalucía tiene el mismo derecho que Cataluña, País Vasco o Galicia a tener identidad y autogobierno propios". Lo triste de estas palabras es que las exprese quien lo hace, porque demuestra desconocer la historia política del territorio que se le ha confiado gobernar.
Lo primero que habría que decirle al presidente Griñán es que Andalucía no es que tenga “el mismo derecho” que otros “a tener identidad”, por que Andalucía tiene identidad, y si algún problema identitario tenemos es que nos desborda, es que nuestra identidad es tan radical y afianzada, que nos sobrepasa, hasta el punto que aquello que se considera “identidad española” no es otra cosa que caricaturización de la “identidad andaluza”.
Lo segundo es que, cuando afirma que tiene “el mismo derecho” que otros a tener “autogobierno propio”, desconoce en buen medida cual es la historia política de Andalucía, y el problema no es que lo desconozca él -que ya es grave ostentando el cargo de presidente- si no que también se ha hurtado desde hace más de treinta años (y los caurenta anteriores) a los escolares andaluces a conocerla.
Es por eso que ahora, cuando se habla de “federalismo” hay que poner sobre la mesa la “realidad nacional” andaluza de la que habla nuestro Estatuto de Autonomía (ese al que votaron favorablemente el PSOE-A, IUCA y PP-A pero que ni se han leído).

Fue en 1869 cuando los catalanes pusieron en marcha el llamado Pacto Republicano de Tortosa, y ese mismo año los andaluces firman el Pacto Federal de Córdoba, que agrupaba a las actuales provincias andaluzas, más la baja Extremadura y Murcia... sí, 1869, los andaluces piden federalismo, los andaluces asumen como parte de Andalucía las dos regiones próximas (por cierto, tal como ya se recogía en las Capitulaciones de Santa Fe que eran territorio de administración andalusí aunque de soberanía castellana).
A esta iniciativa andaluza le siguió la de los vascos, firmada en Eibar, y luego la de los gallegos, suscrita en La Coruña, y más tarde la de los castellanos en Valladolid... sí, primero Cataluña, luego Andalucía, luego Vascongadas, y luego Castilla, en 1869.
Así las cosas, el 30 de julio de 1869, se ratifica en Madrid el “Pacto Confederal de los Pueblos de España”, en un solemne acto presidido por el cordobés (así de importante era la presencia andaluza en el evento) León Merino, y en el que Ricardo López representaba a Andalucía, Pi i Margall lo hacía con País Vaco-Navarro, Manuel Bes por Cataluña, Eduardo Cano por Galicia y Miguel Morayta por Castilla.
Estoy convencido de que Griñán no tiene ni idea de todo esto, y de que los que tiene al lado y en frente tampoco. Andalucía fue la avanzada del federalismo, y siempre estuvo en pie de igualdad con otros territorios (pueblos, naciones, nacionalidades...) del Estado español, y eso volvió a ocurrir en la II República, donde el golpe de estado fascista nos dejó a las puertas de tener un estatuto como el vasco o el catalán, lo que también le ocurrió a gallegos y castellanos.
A pesar de los generales Pavía y Ripoll, las ansias de libertad de los andaluces no se paran, y en pie igualdad con el resto de pueblos peninsulares, la Asamblea Republicana se reune en Zaragoza y prepara una Constitución Confederal Española, en la que se recoge lo aprobado en Antequera en 1883 como “Constitución Federal de los Cantones Regionados Andaluces”, y que presenta Carlos Saornil, diputado por Álora.
En esa Constitución Andaluza se dice que “Andalucía es soberana y autónoma (…) y no recibe su poder de ninguna autoridad exterior”, y ya en otro orden de cosas, se afirma “la independencia civil y social de la mujer”, o que lo altos cargos del Ejército sean elegidos por los subordinados de modo democrático.
Cuando ahora hablan de federalismo, cuando unos y otros se atribuyen la paternidad de la idea, hay que recordarles esto, que hacer de España un estado federal no es algo nuevo, y que en ese proyecto siempre han estado los mismos, catalanes, vascos, gallegos, castellanos y andaluces.
Un estado federal no es ni más ni menos igualitario que un estado autonómico como el actual, ni es garantía de más competencias, ni tampoco de un mayor respeto a la identidad de los pueblos que lo componen.
A los andaluces, treinta años de autonomía no nos ha servido para dejar de ser los últimos de España y por tanto los últimos de Europa, y llamarnos Comunidad Autónoma de Andalucía o Estado Federado de Andalucía no cambiará las cosas, pero no por eso debemos renunciar a nuestro autogobierno, por mucho que los politiquillos crean que eso es un invento de la etapa predemocrática.
Hemos tenido -y tenemos- malos gestores, dispuestos siempre a sacrificar a Andalucía en su propio beneficio, y para eso se han ido ocupando de que nos desnaturalicemos, que nuestra identidad se diluya, que se pierda la conciencia andaluza haciendo desaparecer la historia de las escuelas. Así, sólo somos un territorio que administrar, nada más, lo llamen región, comunidad o estado, un ente abstracto, no un sujeto de derecho.
Los andaluces no podemos renunciar a nuestra autonomía, pero mucho menos podemos dejarnos guiar como borregos al matadero por quien agite una bandera verdiblanca con más arte, como si fuera el volante de un traje de faralaes.

¿Y esto quién lo paga?

Los afectados por las consecuencias de la gota fría que ha destrozado varios municipios del levante de Almería, en realidad somos todos, porque todos las vamos a pagar.
Carreteras que reconstruir, puentes que volver a echar, conducciones de agua, de luz, de telefonía... jardines, aceras, mobiliario urbano... edificios públicos... pero también la movilización de legionarios, los agentes de la Guardia Civil, los del 112, los sanitarios, el 061, las policías locales, las grúas, los camiones, los helicópteros, los autobuses... ¿esto quién lo paga?
No hablo de las vidas humanas, no tienen precio. Tampoco de los bienes privados, que por duro que sea decirlo, son problema de cada cual.
O no.
Los muertos seguirían vivos si la riada no se produce o no tiene la fuerza vista, y lo mismo con las casas y coches particulares, que seguirían en perfecto estado.
Pero tampoco sabemos quién pagará la mala imagen de Andalucía y Almería en Europa, donde un día le tiramos el chalet a una familia que lo construyó teniendo licencia municipal, otro día dejamos abandonado un hotel ya edificado con todos los permisos legales, y a otro permitimos hacer pueblos enteros en la desembocadura ramblas.
También hay coste de imagen turística que no se va a solventar con campañas publicitarias, porque un noticiario vende más que un anuncio de periódico, porque las noticias vuelan por internet, con sus fotos, con sus vídeos, con los comentarios de los protagonistas, y al final Almería y Andalucía son lugares en los que no es serio invertir.
Y tampoco es serio ayudarnos económicamente. Ahí lo tienen, 60 millones de euros para una desaladora en Palomares que ni tan siquiera ha llegado a funcionar, un dinero que en un altísimo porcentaje era procedente de la Unión Europea, y que los firmantes del cheque estarán ojipláticos preguntándose cómo alguien pudo tener la idea de hacerla donde estaba.
Con los 26 millones de euros del Consorcio de Seguros se pagará una pequeña parte de los daños materiales privados, y eso sin entrar en los daños a la agricultura -cifra similar según las primeras estimaciones- que deberían estar también asegurados, pero lo demás ¿quién lo paga?

"Toca" responsabilidades

Dice la delegada del Gobierno en Almería, Sonia Ferrer, que "no toca" entrar en responsabilidades tras la catástrofe sufrida en el Levante por la gota fría el pasado viernes. Dice que "toca" responder a las necesidades más urgentes, y que ya habrá tiempo de buscar quienes son los "responsables".
Pues no. Toca ahora, también ahora, a la vez que se limpia el lodo de las calles, a la vez que se desembarran coches, a la vez que la gente tramita los papeles del seguro, a la vez que se llora a los muertos. Toca ahora.
El problema es que la responsabilidad es al cien por cien del Gobierno de la Junta de Andalucía más por omisión que por acción, o si se quiere, es su responsabilidad por inacción.
Es la Junta de Andalucía quien tiene las competencias en materia de ordenación del territorio, es el Gobierno andaluz quien da el visto bueno definitivo a los planes de ordenación urbana que determinan dónde se puede construir y dónde no, a qué se destina el suelo en cada zona, que edificabilidad se le da... es también su responsabilidad si hay que proteger un zona o si hay que dejar de protegerla.
Son los distintos gobiernos andaluces los que han ido permitiendo que se construya en zonas inundables, zonas que los propios informes encargados por esta administración calificaban de muy peligrosos. Han sido esos gobiernos los que han mirado para otro lado cuando los ayuntamientos han desarrollado urbanísticamente lugares inundables, y aun teniendo potestad para impedirlo no lo han hecho.
Pero es también responsabilidad de la Junta de Andalucía mantener los cauces de las ramblas limpios, para que en caso de avenidas el agua fluya sin problemas, pero están sucios, muy sucios, y además con excusas tan peregrinas como el estudio de la fauna y flora de los mismos.
Y es responsabilidad de la Junta de Andalucía la inmensa mayoría de las infraestructuras que se ha llevado por delante la riada, y que por tanto han sido construidas en lugares inadecuados y de manera inadecuada.
Dos ejemplos curiosos son los siguientes: la Junta permite el desarrollo urbanístico de Almerimar en zona inundable, incluso junto a lagos y lagunas en la que las urbanizaciones no están separadas de los mismos ni tres metros, pero por el contrario paraliza una construcción en lo alto de Roquetas de Mar porque estaba en la Sierra de Gádor (no recuerdo como acabó aquel tema, pero no viene al caso tampoco), es la misma administración que lleva a los tribunales a la familia Pryor y su casa acaba derribada por estar en suelo no urbanizable pese a tener licencia municipal, y que no mueve un dedo ante el crecimiento poblacional desmesurado de Pueblo Laguna.
La responsabilidad por la pérdida de vidas humanas y los daños materiales es muy elevada, pero hasta tanto no se exijan de un modo efectivo, corremos el riesgo de que estas cosas se reproduzcan, porque al final... nunca pasa nada.