Miriam debería haber sido encontrada viva

A sus 16 meses ya le ha dicho adiós a la vida, y deja su tragedia marcado el final de este 2012 en la provincia de Almería, en la de Huelva y en toda Andalucía. 
El presunto autor del secuestro y muerte de Miriam, Jonathan Moya, no pagará su crimen por muy dura y severa que sea o fuese la ley. Lo suyo no tiene perdón, al menos humano.
Pero una vez más ha quedado demostrado lo mal, lo fatal, que funcionan las cosas, y que alguien debería responder de todo lo que ha estado y está pasando alrededor de este caso triste y doloroso.
Es cierto que ni el FBI ni la CIA, ni sus amigos del Mossad, fueron capaces de evitar el 11-S, y que a estas alturas aún siguen presos y sin cargos algunas personas de las que fueron detenidas con motivo de aquel ataque terrorista si que las autoridades aclaren si estaban o no implicados, en qué grado y de qué manera. Y tampoco el MI-5 británico se percató del atentado de Londres, ni el CNI del que hubo en Casablanca contra intereses españoles, y tampoco impidieron el 11-M; aun así admitamos los innegables éxitos de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado español en muchos e importantes casos que van desde el terrorismo al tráfico de drogas o de seres humanos.
Dicho eso, hay que reseñar de modo nítido que lo ocurrido en este caso es de juzgado de guardia, es decir, que algún juzgado de guardia debería tomar nota y pedir responsabilidades.
No puede ser que una madre denuncie el secuestro de su hija el día 20 de diciembre, ofreciendo todo tipo de detalles del hombre que se la ha llevado, nombre, foto, dirección, número de teléfono (¿de verdad que un chulo como este no tenía 3G en el móvil con servicio de localización? ¿nos podremos creer que es que lo tenía pero fue tan listo como para quitarle la batería y evitar ser controlado?), vehículo, vestimenta... que además indique el lugar exacto donde se produjo el hecho y la dirección que tomó al huir... que eso ocurra en una comarca como la de Nacimiento, de 81 kilómetros cuadrados, que la componen siete pequeños pueblos en los que todo el mundo se conoce, de la que es originario el presunto secuestrador, donde está su familia, sus amigos... resulta que se sabe cuales son las propiedades de su familia, los lugares que frecuenta... se tienen hasta sus huellas registradas... resulta que se pone en marcha un dispositivo de más de un centenar de agentes, que se usan helicópteros, especialistas de alta montaña y de actividades subacuáticas, y los infalibles perros capaces de detectar con su olfato hasta billetes falsos...
Bueno, pues han necesitado siete días, siete largos días, para encontrar al criminal que nunca salió de esa comarca. Eso quiere decir que esas seis noches las ha debido pasar en algún sitio de la zona, y con todo ese ingente despliegue policial en una zona en la que -insisto- era de sobra conocido, y cuando los investigadores tenían todos ¡todos! los datos sobre él desde el minuto cero del secuestro.
Habrá que estar atentos al resultado definitivo de la autopsia con la información aportada por el Instituto de Toxicología de Andalucía que hay en Sevilla y que ajustará algo los datos inconcretos del Instituto de Medicina Legal de Almería. Sorprende que en Almería sean incapaces de dar más precisión: murió hace de dos a cinco días... ahí es nada...
En cualquier caso, si Miriam murió cinco días antes de ser encontrado su cuerpecito, envuelto en una bolsa de basura llena de piedras para evitar que flotara en la balsa de riego en la que fue arrojada, o si lo hizo dos días antes, lo que sí está claro es que Jonathan la aguantó viva entre dos o cuatro días.
Es decir, si "alguien" hubiera hecho bien su trabajo, Miriam podría haber sido encontrada con vida. Y es que este dato significa también que se movió varios días con una niña, que tuvo tiempo de salir de su escondite para ir a tirarla a la balsa, que luego se marchó de allí, que volvió al cortijo de su padre cuando ya sabía que los agentes lo habían registrado con anterioridad... vamos, que estuvo paseándose por la comarca impunemente. 
"Alguien" debería dar explicaciones, y no me refiero ni a las autoridades políticas -porque no son ellos quienes dan las ordenes de qué hay que hacer ni cómo, y hay que reconocerles que han puesto todos los medios disponibles para resolver el caso- ni a los agentes que se han pateado la zona -van donde les dicen, y buscan lo que les mandan... dicen que la disciplina es eso- y sí a los mandos de la Guardia Civil que han dirigido esta desastrosa investigación.
Una desastrosa investigación en la que el colmo es que ni con el secuestrador encerrado en la Comandancia, y tras confesar que se le murió (¿ya está?) y la tiró a una balsa, los agentes peregrinen de una a otra por toda la comarca a ver cual era y den con ella casi por casualidad.
Miriam podría estar con vida, como también los vecinos del Levante que murieron por las riadas del 28 de septiembre, en ese caso si "alguien" (los políticos) no hubiera construido en zonas declaradas oficialmente inundables, si hubieran limpiado los cauces de las ramblas y ríos... es seguro que los daños humanos y materiales hubieran sido infinitamente menores.
Seguiremos atentos, a ver si "alguien" se explica.

Los clientes del señor Recio

Recuerdo aquella rueda de prensa a la que asistí en el Hospital de Poniente de El Ejido hace ya muchos años, y en la que se nos daba a conocer al nuevo director, un tal Manuel Recio que iba derramando eses a cada palabra, impostando la voz y mirando por encima del hombro a los periodistas, tal vez por ser más alto que la mayoría de los que allí estábamos.
Recuerdo aquello porque me impresionó cuando habló de "nuestros clientes", y le pregunté que si se refería a los pacientes, y respondió que "sí, claro". Recio justificó que este hospital fuera una empresa pública de la Junta de Andalucía, y no un hospital más del Servicio Andaluz de Salud (SAS) porque era conveniente introducir parámetros de gestión privada en los servicios públicos para mejorar su eficacia. Ahí es donde encajaba lo de "clientes", había que tratar a los "pacientes" como "clientes", es decir, como "aquel paga, como ocurre en la medicina privada".
Más allá de lo que cada cual pueda pensar sobre la sanidad pública y su gestión, lo que parece obvio es que quien ha defendido la creación de empresas públicas, quien ha defendido que se apliquen criterios de empresa privada a los servicios públicos incluso si son sanitarios, no parece el más adecuado para criticar que otros apliquen esos principios. Quien ha llamado "clientes" a los "pacientes" no puede andar defendiendo ahora que llamar "clientes" a los "pacientes" es poco menos que un menosprecio a su dignidad.
Pero bueno, también va ahora cuestionando a quienes ganan más que el presidente de la Junta de Andalucía cuando él mismo lo ha estado haciendo hasta que por una ley del Gobierno de Rajoy ha tenido que elegir entre cobrar la nómina de parlamentario o la cesantía de ex consejero, pero no las dos a la vez como venía haciendo.

Martín Soler le tiene ganas

Parece, pero sólo lo parece, que la oposición al secretario general del PSOE de Almería, José Luis Sánchez Teruel, está tomando cuerpo, o tal vez sea sólo que estamos en ¡Navidad! Lo digo porque lo que por ahora está viéndose es un movimiento conformado en torno a una mesa a la hora del almuerzo, y claro, entre los postres y las copas la lengua se suelta, y más en estas fechas tan señaladas.
Pero como la izquierda es agnóstica gracias a dios -como diría Enrique Tierno Galván- la comida de confraternización se ha de revestir de análisis político, y por eso se la entronca con las que las promovidas Fundación Friedrich Ebert Stiftung (de los socialdemócratas alemanes y que hace referencia a quien fuera presidente federal antes del nazismo, y que ayudó a los socialistas españoles durante el fraquismo). Todo muy institucional, aunque sobre el blanco mantel del hotel Bahía Serena de Roquetas de Mar hubiera croquetitas, jamón, queso y hasta cava por si había algo que celebrar.
Los "Encuentros de la Izquierda" contaron con la presencia de Martín Soler y quien fuera su fiel escudero Diego Asensio, lo que sólo puede entenderse con un interés de ambos en seguir presentes en los ámbitos políticos, y lo que resulta más evidente: ni olvidan ni perdonan.
Soler llegó a decir que tenía información que podría hundir a Pepegriñán, al que ahora supongo que llamará José Antonio otra vez. Nadie rechistó ante tamaña afirmación. ¿Qué información? ¿tendrá algo que ver con los ERE fraudulentos o el "fondo de reptiles" ya que ambos coincidieron como miembros en la mesa del Consejo de Gobierno de Manuel Chaves donde se coció el pastel? ¿qué otra cosa puede ser?
Es posible que Soler fuera de farol. También. Pero quien fuera el liquidador de Nono Amate y luego liquidado por él mismo, es evidente que no descansa en paz, que lleva muy a mal que le destituyeran de consejero, pero si a su versión de los hechos debemos hacer caso, también le dijo "no" a Griñán cuando le ofreció otras posibilidades, y eso se paga. Se paga quedando fuera de cualquier lista electoral o de cualquier puesto de designación graciable.
Soler ahora está aprovechando los contactos que le generó haber sido consejero de Innovación, Ciencia, Empresa, Agricultura, Medio Ambiente, Pesca... para crear una empresa de "internacionalización". Es decir, algo como lo de Extenda pero en versión privada, y con su relaciones en el mundo económico gracias a su paso por el gobierno autonómico, y su conocimiento de los resortes de la administración, esa mercantil sólo puede abonarse al éxito. Desde luego recuerda mucho al hijo de Chaves, al tal Iván.
Por tanto, esa nueva vida de Soler es relativa, porque aunque presuma de tener sus aspiraciones personales en otro sitio, en realidad aspira a ser el Nono de José Luis.
Los socialistas roqueteros tuvieron presencia destacada en esta comida de no-navidad, y la situación política del municipio también fue tema de conversación. Los últimos ataques al cuello de su alcalde, Gabriel Amat, a la vez presidente de la Diputación y presidente del PP almeriense, no son del gusto de todos. 
Mientras unos decían que habían sido demasiado pasivos con Amat, otros se justificaban recordando las denuncias presentadas en los juzgados contra él. Mientras unos estaban convencidos de que la actual arremetida con Amat por el tema del auditorio, llevando incluso el tema al Parlamento de Andalucía, lo acorralaba, otros defendían que eso no sólo lo haría políticamente más fuerte entre los suyos si no también resultará bastante difícil de explicar lo que hacen, ya que los roqueteros van a entender que el PSOE no quiere el auditorio. 
Los socialistas de Roquetas al parecer, se están manteniendo algo alejados de esa estrategia que encabeza el propio secretario general de Almería, de quien uno dijo en la comida por lo bajini que está "mal guiado" y "se va a estrellar". Al tiempo.
El próximo encuentro será -dicen- en El Ejido, donde el PSOE ha sufrido electoralmente los errores del "martinismo". 

Rabillos de Algarrobico

Uno de los problemas de las redes sociales es que cuando se sumerge en ellas puede acabar perdiendo todo contacto con la realidad, y cuando el nivel de inmersión llega al grado compulsivo, pasa lo que ejemplifica el parlamentario socialista Manolo Recio.
Verle en la tribuna del Parlamento de Andalucía hablar del hotel del Algarrobico, y que instantes después de bajarse de ella mande un tuit preguntando a sus seguidores qué les ha parecido, es pura obsesión. Pero no es no raro, él es así, cuando era consejero de Empleo y el paro subía, no mandaba ni un tuit sobre el tema, y cuando la juez Alaya le pidió información sobre los beneficiados por los ERE fraudulentos, lo colgó primero en su perfil de Facebook... él, ya decimos, es así. Tan así, que seguir su TL demuestra que carece del mínimo interés por esta tierra que tan bien le da de comer a él y a su mujer, porque lo que básicamente le importa es lo que pasa en Madrid (ayuntamiento, Comunidad y Moncloa).
Escuchar como pontifica con su acento madrileño, culpado al PP de la construcción del hotel del Algarrobico sólo se entiende si como decíamos, ha perdido todo contacto con la realidad.
Fue un alcalde socialista -por cierto, condenado por delito electoral, indultado por Zapatero para que pudiera volver a ser candidato, y luego condenado otras dos veces- el que dio licencia al hotel, el mismo que le perdonó a los promotores el pago de dicha licencia; y fue la Junta de Andalucía la que según una sentencia, usó "triquiñuelas" para manipular la planimetría y simular que se edificaba en zona legal, y fue un consejero socialista también el que defendió esa legalidad, y fue también un gobierno socialista el que otorgó millonarias subvenciones al proyecto...
Pero no es sólo él quien debe comer rabillos de algarrobico para recuperar la memoria, también debe hacerlo su compañero en el Congreso José Luis Ábalos, de Valencia, a quien el diputado por Almería del PP Rafael Hernando (otro al que no se le pega el acento andaluz) le tuvo que recordar la historia de ese atentado contra Cabo de Gata.
La parlamentaria andaluza por Almería Arancha Martín hacía lo mismo con Recio en Sevilla, absolutamente sorprendida por lo que estaba diciendo quien fuera el consejero de Empleo que más desempleo gestionó en Andalucía.
Hasta la parlamentaria que impulsó el debate -absurdo por otra parte por su contenido y fin- la almeriense de IUCA Rosalía Martín, le tuvo que decir a Recio que el PSOE había mirado para otro lado mientras aquel edificio crecía, mientras las máquinas iban comiéndose el parque natural día tras día.
Absurdo debate porque el fin era que el Parlamento Andaluz instara al Gobierno andaluz a instar al Gobierno central... que lo tiren de una vez... cuando ya hay un acuerdo para hacerlo y aunque lento, parece que es inexorable.
En algo sí tenía razón Recio, y es en que el PP debe aclararse sobre qué quiere hacer con esa mole de cemento. No puede ser que el Gobierno central apuesta por tirarlo y recuperar medioambientalmente, y que el PP de Almería sostenga que ya que está ahí, debería aprovecharse y ponerlo en marcha. Pero que el PP tenga que aclararnos cual es su postura, no quita ni un ápice de responsabilidad a los auténticos culpables -con sentencias en la mano- de que esa construcción esté donde está y como está.

Se equivocó Rosalía, se equivocaba

La conozco desde hace muchos años y siempre he admirado su determinación, su capacidad de trabajo, su valentía política y la defensa a ultranza que hace de sus principios, incluso cuando ante ella se erguía como un oso bravucón el entonces alcalde Juan Enciso. Rosalía, más menuda, se ponía nerviosa ante las arremetidas verborreicas de "el Chato" y el parpadeo incontrolado de uno de sus ojos lo dejaba en evidencia.
Rosalía Martín ha ido viendo como IU iba perdiendo apoyo electoral en El Ejido hasta extremos insondables, pero lejos de ser eso un argumento para pedirle responsabilidades a ella como "lideresa", el barco sin rumbo que era esta formación a nivel provincial sólo encontró en ella alguien capaz de no tener horas para sostener el timón. Mal que bien lo agarró con fuerza hasta que han comenzado a soplar vientos de babor, y han ido recogiendo votos de los que se les caían a los socialistas e inflando el spinnaker.
Rosalía le echa pasión a todo lo que hace, y no hay más que verla hablar (más verla que oírla). Su problema ahora es otro, y es que sigue luchando por lo de siempre, por aquellas cosas en las que cree, poniéndose al lado de quien considera maltratado, y se le olvida que está donde está.
Antes, cuando era la "derecha" el enemigo la cosa estaba clara, pero ahora... ahora... Rosalía quiere estar en plato y las tajás, en misa y repicando...
La parlamentaria andaluza de IUCA por la provincia de Almería, arremete contra la consejera de Salud por los despidos en el Hospital de Torrecárdenas, y María Jesús Montero se ve obligada a recordarle que forma parte de una organización que es corresponsable de las decisiones del Gobierno andaluz.
Pero no pasa nada, ella se suma a los trabajadores del Servicio Andaluz de Empleo (SAE) que protestan por los despidos de ese gobierno cuyo vicepresidente, Diego Valderas, apoya ella misma como coordinador andaluz de IUCA; y se suma también a la protesta de los empleados de los centros de tiempo libre que dependen de la Junta de Andalucía, y a la protesta de los de paradores... da igual, ella siempre está allí, en primera fila de la lucha, en la barricada.
A Rosalía se le olvida las viviendas vacías de EPSA mientras se sienta con STOP-Desahucios, y que el hotel del Algarrobico contó con el apoyo explícito de sus compañeros de gobierno... se le olvida, y se le olvida lo que decía sobre los ERE fraudulentos.
La ejidense es el reflejo más claro del cacaco que vive Izquierda Unida, que se debate entre quienes están dispuestos a sostener un gobierno socialista rechazado por la mayoría de los andaluces (hay más andaluces que no han votado PSOE que andaluces que no han votado PSOE) y entre quienes creen que debía haberse mantenido al margen, dejar que gobernara el partido más votado... y ver qué pasa.
Rosalía ha llegado al Parlamento siendo una trabajadora autónoma del sector inmobiliario (algo bastante inusual en su organización política) con deudas con la Seguridad Social, y está peleando en Sevilla y Almería como si estuviera en la oposición. Con energía, con fuerza, comprometiéndose más allá de lo que objetivamente puede.


Odontología negociadora

Tumbado en el sillón del dentista. Con la boca abierta, y colgando de ella un tubito por el que no deja de manar agua hasta el extremo de pensar que puedes acabar ahogándote gota a gota. Una luz blanca e intensa sobre los ojos, y de repente arranca el sonido de algo que podría ser un taladro.
En ese momento aparece junto a la luz un rostro del que sólo pueden verse los ojos, con la boca y el cabello higiénicamente tapados, con las manos enfundadas en guantes de latex, y en una de ellas... el ruidoso aparato que debía haberse quedado en la serrería cortando troncos en vez avanzar de modo lento pero inexorable hacia tu indefensa boca.
La mano instintivamente sale por debajo del babero, se dirige a la entrepierna del odontólogo, palpa su bolsa escrotal, la coge con fuerza pero sin apretar, y salpicando saliva y agua y en un ininteligible chapurreo que el profesional entiende por no ser la primera vez que se encuentra en esa situación, el paciente acierta a decir "¿a que no nos vamos a hacer daño, doctor?"
Pues algo parecido a eso es lo que da toda la impresión de haber ocurrido en la negociación mantenida entre los empleados públicos del Ayuntamiento de Almería, y el equipo de Gobierno. Ha sido amenazar los sindicalistas con "desvelar los privilegios" de los concejales, y automáticamente se ha retomado la negociación.
Los empleados públicos han ido acumulando privilegios Corporación tras Corporación, con el PSOE y con el PP, hasta llegar a una situación en la que descubrimos que tienen 16 pagas al año, que tienen odontólogo para toda la familia gratis, que también tienen gafas y lentillas por la cara para ellos y toda su familia e incluso para cuando se jubilen, que tienen suculentos "premios" por jubilación anticipada, dinero para ir al gimnasio, dinero para los libros de los niños (por cierto, eso no impide que luego se beneficien también del cheque-libro)... y un buen número de cosas más.
Son tantas cosas, que el equipo de Gobierno quiso ahorrar más de cuatro millones de euros de lo que en gran medida saldría de reducir algunas de estas cuestiones que no satisfacen a estos empleados, pues no olvidemos que incluso tienen la pretensión de que el dinero de nuestros impuestos se dedique también a facilitarles gratuitamente la reproducción asistida.
Al final, el equipo de Gobierno tragó y redujo su objetivo a la mitad, a un ahorro de dos millones de euros en este apartado pomposamente denominado Acción Social, y que por el volumen del ahorro nos podemos hacer una idea de lo que nos cuesta.
La respuesta fueron pitadas en lugares públicos, y eso siguió ablandando el corazoncito del equipo de Gobierno.
Pero ha sido cuando los sindicalistas han dicho que iban a contar los "privilegios" de los concejales cuando los nervios se han puesto a flor de piel. El primero en caer fue el primer teniente de Alcalde Pablo Venzal, de quien decían que tenía coche oficial, chófer y escolta, y que hacía en ese automóvil 200 kilómetros diarios ya que le traía y llevaba a su casa.
Es curioso que el equipo de Gobierno no haya desmentido algunos detalles claramente falsos, como por ejemplo que sólo el alcalde tiene coche oficial, y que los demás son de "incidencias" y que los usa cualquier edil, y que el conductor está vinculado al coche, no al concejal, por lo que no es el Venzal, si no el de cualquiera que use el vehículo. Y bueno, tampoco sé el motivo por el que cuando algunos hemos preguntado sobre esto la respuesta ha sido que el concejal va y viene en su coche, pero eso mismo no se ha dicho públicamente.
La siguiente, según la amenaza sindicalista era "María". Y nos hemos quedado de momento con las ganas.
El problema es que los políticos temen los perjuicios que los sindicalistas hagan sobre su imagen, conscientes de que cada cuatro se presentan ante el electorado para que les renovemos o no el contrato; por el otro lado, los empleados y sus representantes saben que ellos siempre estarán allí... y como la clave es el dinero, y resulta que el dinero público ¡no es de nadie!

Un problema de diarrea




Tras conocer que quien fuera alcalde de Zurgena, el andalucista Cándido Trabalón, ha sido declarado inocente de los delitos de prevaricación y contra la ordenación del territorio, de los que estaba acusado junto a sus ediles y los de la oposición, PSOE y PP, está claro que el problema es lo que el alcalde de la capital, Luis Rogelio Rodríguez, ha denominado "diarrea legislativa" de la Junta de Andalucía.
Es decir, la administración autonómica cambian tanto sus propias normas y pretenden influir tanto en las de los demás, que al final genera un embrollo que no entienden ni ellos. Por ejemplo, mientras tiran una -sólo una- de las viviendas ilegales de Vera (alcalde andalucista en aquel mmento) y llevan al juzgado al alcalde de Sorbas, como llevaron al de Zurgena (por cierto, uno del PP y otro del PA) por permitir la construcción de unas cuantas casas que ellos consideraban “ilegales” se aprestaban a legislar para legalizar todas las “ilegales” que se cuentan a miles en la provincia (siendo la inmensa mayoría de ellas en municipios gobernados por el PSOE, lo cual seguramente es sólo una casualidad).
De una lectura atenta de la sentencia, si algo queda claro es que todo es confuso. Resulta que el suelo sobre el que se autorizaron las viviendas de Zurgena es cierto que no estaba declarado urbanizable, pero tampoco que fuera rústico, es más, el propio Luis Caparrós reconoció que siendo delegado de Ordenación del Territorio la Junta había promovido construcciones en situaciones iguales (ejemplo La Alfoquía). Y eso sucede por lo ya comentado, continuos cambios normativos que generan demasiadas lagunas a la interpretación técnica... vamos a dejarlo ahí, en técnica.
La diarrea legislativa de la Junta ha hecho modificar varias veces el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de la capital, no ya por haber en él aspectos que no convencieran al Gobierno andaluz, si no por la obligación de adaptarlo a nuevas normas, la última hace una semana, con el fin de socavar la aprobada quince días antes por el Gobierno central. Y añadamos a eso la sopa de letras que son el POTA, el POTPA, POTLA... y vaya usted a saber qué más.
Otra cosa a analizar es la responsabilidad de los políticos. Si no hay cohecho, es decir, si el alcalde en cuestión no se ha lucrado directa ni indirectamente de dar una licencia que cuenta con el visto bueno de los técnicos municipales, es incomprensible que puede hablarse de prevaricación.
Dicho de otro modo, si el alcalde y concejales de Zurgena o de Sorbas reciben una petición de un promotor para construir, si los funcionarios de sus ayuntamientos dicen que es legal... si los alcaldes no la otorgan comenterían una prevaricación. ¿Pero qué ocurre si se prueba que los técnicos municipales informaron erróneamente -equivocación voluntaria o involuntaria, esa sería otra cuestión accesoria- y lo que ellos vieron legal resulta ser ilegal? ¿debe pagar penalmente el alcalde ese error? Insisto, no olvidemos que el alcalde está sujeto al informe del técnico.
Respecto a las responsabilidades políticas sería bueno llamar la atención al secretario general del PSOE de Almería, José Luis Sánchez Teruel, quien tras conocerse la sentencia condenatoria contra el alcalde de Somontín anunció problemas judiciales en más municipios del Partido Popular. Ramón Rueda dimitió de diputado provincial y se ha quedado como alcalde de su pueblo, y para hacerlo ha dejado el PP. Obviamente es difícil saber qué decidirá en última instancia la Justicia, pero vista la absolución de Trabalón, la absolución en el Contencioso de José Fernández (Sorbas), el archivo del caso contra Eugenio Gonzálvez (senador y alcalde de Gádor)... pues habría que preguntarse si realmente es justo pedir la dimisión de un político cuando está imputado, indepedientemente de quién denuncie y de qué se denuncie. ¿No habría sido una forma torticera de darle la vuelta a la voluntad democrática de esos pueblos?
Miedo me da a que si alguien de la Junta de Andalucía lee este artículo se le ocurra poner en marcha una ley sobre el asunto, la cual será oportunamente modificada según quién, cuando y cómo.

4 D (de Decepcíón)

Sin pena ni gloria ha vuelto a pasar un año más el 4D, el que algunos denominan Día Nacional de Andalucía, y del que ya está queriendo apropiarse el PSOE, en gesto más de usurpación de la reciente -y no tan reciente- historia de nuestra tierra.
Conservo en mi memoria aquella manifestación de 1977 que inundó Granada igual que todas las capitales andaluzas. Tenía 10 años, pero mis vecinos eran militantes del Partido Socialista de Andalucía y fue en su casa donde por primera vez vi nuestra bandera, el retrato de Blas Infante... y fui con ellos -en realidad con sus hijos que eran mis amigos- a aquella convocatoria. 
Una marea verdiblanca recorrió toda Andalucía, que le dobló dos veces el pulso al Estado. Primero cuando quisieron dejarnos fuera de las nacionalidades históricas a la hora de "otorgarnos graciosamente" la autonomía... los andaluces logramos que se convocara un referendum, y ahí les dimos. La segunda vez que le doblamos el pulso fue cuando, a pesar de las condiciones indignas en que se convocó, se ganó en siete de las ocho provincias, y sólo en Almería no se consideró victoria el hecho de que el número de sies multiplicara por diez los noes... pero es cierto, sumando los noes a las abstenciones... eran más que los sies y como los votos afirmativos tenían que ser más de la mitad del censo electoral en cada una de las ocho circunscripciones... habíamos perdido... Y tuvieron que cambiar la ley porque era insensato desatender el grito del pueblo andaluz, el grito por ser dueños al fin de nuestro futuro.
Visto en perspectiva es triste, decepcionante. Leer un tuit de el madrileño parlamentario andaluz y exconsejero Manolo Recio alabando que el madrileño presidente del Gobierno andaluz Pepegriñán, habla del espíritu de aquel día... ¡pero qué sabrán ellos, joder! 
Aquel 4D se hizo con el PSOE en contra, con la UCD en contra, y por supuesto con la AP de entonces también en contra. Sólo un presidente como Rafael Escuredo -con sus luces y sus sombras, pero en aquel momento providencial hasta el extremo de ponerse en huelga de hambre por la autonomía- que antepuso los intereses de Andalucía a los del PSOE -lo que le valió el ostracismo durante décadas- y un ministro como Manuel Clavero Arévalo -de la UCD pero que dimitió como medida de presión en favor de los intereses andaluces- unidos al PSA y los distintos movimientos andalucista de la época, nos sacudieron cuarenta años de encima y ganamos ¡ganamos!
Treintantos años después nos sigue gobernando un partido político que estuvo contra nuestra autonomía hasta que acarició el poder que suponía, que también ridiculizó nuestra bandera hasta que vio que la podía agitar para que la siguiéramos como a un capote, que se mofó del Padre de la Patria Andaluza... pero ahora pide cuentas de todo ello a los demás. Es como si Andalucía hubiera comenzado a existir con ellos.
No, no era eso lo que se clamaba aquel 4D. Queríamos el respeto de España... y seguimos sin tenerlo, queríamos que volvieran los emigrantes... y acumulamos paro hasta el punto de que volvemos a emigrar, queríamos recuperar nuestra historia... y sólo vemos patrañas en los libros escolares, queríamos deshacernos del caciquismo... y los caciques siguen estando ahí, queríamos romper con el centralismo... y se lo llevaron de Madrid a Sevilla, queríamos ser dueños de nuestro futuro y hemos acabado dejándolo en manos de mercaderes del voto...
No, no era esto lo que queríamos. Han generado en nosotros tanta apatía que si el próximo 28 de febrero el Gobierno andaluz, que si el Parlamento Andaluz al completo, nos llamara a una gran manifestación, acudirían los de siempre. PSOE, más PP, más IU impulsaron y pidieron el respaldo para un Estatuto que no llevó a la urnas a más de un tercio de los andaluces. 
Que no, que no era esto. Fue hace treinta años pero señor Recio, señor Griñán, sé que no era eso porque yo sí estaba allí.

Diputación y presupuestos

No hace tanto tiempo que el vicepresidente de la Diputación de Almería, Javier A. García, mostraba un informe del interventor en el que alertaba de que si se seguía poniendo dinero en convenios con la Junta de Andalucía en los que ésta no cumplía, se detraía de las obligaciones que legalmente tenía la institución provincial. 
Ese informe no apareció en el pleno en el que el PP aprobó con su mayoría absoluta los presupuestos para 2013. Nadie se acordó de él, y mira que era la clave de todo el debate. 
La oposición cayó en errores técnicos de bulto en cuanto al análisis general de las cuentas presentadas, y ahí el diputado popular Manuel Alías ofreció una rigurosa respuesta a la que sobró la duda sobre las capacidades intelectuales de quienes tenía enfrente. Pero desde el punto de vista político, se pudo comprobar lo lejos que estamos de esa idea repetida hasta la saciedad de que cada administración debe asumir sus propias responsabilidades, ejercer sus competencias y no meterse en las de los demás, para así ahorrar dinero y esfuerzos. 
Lo cierto es que el PSOE volvió a cuestionar la construcción de una nueva residencia asistida, o que se recorte el dinero destinado a cultura, o a empleo, o a servicios sociales... a lo que García respondió con el Estatuto de Andalucía en la mano “las competencias son de la Junta de Andalucía”. Y ahí es donde entra el famoso informe del interventor al que nadie atiende, porque a nadie obviamente interesa.
Si son competencias de la Junta de Andalucía, lo que debería hacer la Diputación es no asumirlas, ni directamente ni mediante convenios. Y habría que ver que diría la administración autonómica entonces.
Con esa premisa sobre la mesa, escuchar a los grupos discutir sobre los presupuestos provinciales resulta tedioso. No se puede pedir que la Diputación ponga dinero para un evento cultural en un municipio cuanto la Junta se escaquea, o que se le pida que plantee un plan de empleo cuando la Junta deja de pagar a sus promotores, o sencillamente que se debata si ha de construirse o no una nueva residencia cuando con el Estatuto de Andalucía en una mano y el informe del interventor en la otra, sería los presupuestos autonómicos quienes deberían sufragarla y decidir si la dejan donde está o la trasladan o la cierran.
Es como el debate sobre la subida de las tasas que pagan los ayuntamientos para que la Diputación les haga el servicio de recaudación. Amat ha decidido subir la comisión que cobra esta institución por la labor, y es que son los entes municipales quienes deben costear el precio total... y si les resulta caro, que lo hagan ellos, pero eso cuesta lo que cuesta. Tendrán que ver si es más eficaz asumir esa gestión de modo directo o que se lo haga la Diputación, o contratar a una empresa por su cuenta... eso es gobernar, tomar decisiones y enfrentarse a los riesgos.
Pero en el fondo estos debates son siempre más de lo mismo, desgraciadamente. Rajoy echaba en cara a Zapatero sus recortes como ahora el PSOE se los echa al PP en el Congreso, como el PP-A se los echa al PSOE-A y a IU en la Junta, como el PSOE e IU se los echa al PP en la Diputación... y es que, la realidad es la que es, que todos recortan porque no hay dinero, y que un recorte siempre es un recorte... unos recortan sueldos y aumentan horas de trabajo, otros recortan puestos de trabajo, unos hacen pagar por las recetas, otros dejan sin construir hospitales y cierran centros de salud... 
Pero sin duda lo peor es no pagar lo que se debe y se ha comprometido. Eso es lo que hemos visto que pasaba en la Diputación hasta hace un año y lo que no está pasando ahora. Ahí está la diferencia esencial.