Jornada de domingo. El periódico La Voz de Almería publica el contenido de algunas de las conversaciones telefónicas intervenidas judicialmente en la Operación Poniente, en las que el interlocutor principal es el alcalde de El Ejido y presidente del Partido de Almería Juan Enciso. El ahora llamado Diario de Almería lleva a su portada una entrevista con José Añez, secretario general del PAL y flamante concejal de Alcaldía, a la vez que diputado provincial, en las que defiende la honestidad de su compañero.
Los dos temas son interesantes en sí mismos, pero mucho más en la coincidencia. Enciso se revela como una especie de "padrino", en tanto que Añez aparece como un hombre sorprendido por lo que está viendo y no es capaz de creer.
La oportunidad de ambas informaciones viene a pintar un cuadro muy distinto al que muchos perfilaban, y en el que Enciso era poco menos que una marioneta en manos de Añez, el auténtico estratega de todo, como hace sólo unos días volvía a apuntar quien fuera candidato del PP a la alcaldía ejidense, Juan Cantón.
Lo cierto es que a estas alturas de la investigación judicial, policial y tributaria, lo que algunos van a tener que empezar a cambiar es su idea de como ha ocurrido todo lo que presuntamente ha ocurrido.
Da la impresión de que las cosas son muy distintas. De que Enciso aprovechó la capacidad de trabajo y la capacidad política de Añez para lograr unos objetivos, tal como aprovechó la capacidad para inventar nuevas formas de ingeniería financiera del interventor municipal, o cómo aprovechó el ansia desmedida de riqueza de unos empresarios sin escrúpulos. Esa es la impresión que da.
De esta forma, la marcha del concejal Gerardo Palmero es sólo el ejemplo de como se sienten muchas personas del que hasta hace poco era el entorno de Enciso... se siente "sobrepasados"... es decir, como si algo pasa sobre ellos y les aplasta.
Añez va a intentar salvar los muebles. Su objetivo es que este proyecto del que es padre, el PAL, no se venga abajo, no naufrague, no tenga más deserciones. Tendrá que demostrar que no es un proyecto personalista dejando al margen del futuro próximo a Enciso, precisamente la "persona" a cuyo alrededor se creó.
En ese control de los tiempos que tan bien se le da al nuevo concejal de Alcaldía ejidense, debe figurar la dimisión de Enciso como señal inequívoca de que verdaderamente "no se está gobernando El Ejido desde la cárcel" como afirmó en rueda de prensa. Quizá ahora sea pronto, quizá aún toque defender al compañero que le aupó a él y a tantos otros hoy también "sobrepasados", pero eso hay que demostrarlo, y eso se demuestra tomando efectivamente el control del Ayuntamiento en toda su amplitud.
Añez demostró su capacidad para salir aceptablemente airoso de una situación insostenible como la que le tocó vivir en la presidencia de la Diputación, y eso podría repetirse en El Ejido. Basta mirar alrededor y ver que por el momento ni PSOE ni PP tienen ejército, generales y estrategia, aunque sí un arma, la Operación Poniente, pero este arma puede estallarles en las manos si Enciso dimite y Añez gobierna.
Pero si los que esperan más de la cuenta son ellos, los del PAL, son ellos los que se pueden quedar sin ejército, sin generales y sin estrategia.
Eso sí, algunas portadas más darán estos temas.
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