Presos de sus palabras

Ha dicho el portavoz del Grupo Parlamentario Socialista, Mario Jiménez, que el PP puede ser preso de sus palabras por pedir la dimisión de todos los responsables del PSOE que aparecen en las llamadas de la Operación Poniente. Jiménez ha recordado que pueden aparecer dirigentes del PP en otros sumarios, y que espera que entonces cumplan que lo que ahora exigen a los demás.
Resulta excesivo que la portavoz andaluza del PP, Rosario Soto, pida la fulminante destitución de los ocho o nueve cargos públicos del PSOE que aparecen de un modo u otro en las conversaciones intervenidas y cuyo secreto ha dejado de serlo. Excesivo porque lo primero es pedir explicaciones, y tras escucharlas actuar en consecuencia... más que nada porque efectivamente se les puede volver en contra.
No todos los socialistas que aparecen lo hacen del mismo modo. Así, no puede condenarse a alguien políticamente por lo que un tercero dice de él, cuando además ese tercero es tan poco de fiar como el ex senador del PP Gómez Angulo, auténtico correveidile de toda esta trama.
No es lo mismo escuchar a Diego Asensio (senador y secretario general del PSOE de Almería) hablando con Juan Enciso (alcalde de El Ejido y presidente del PAL, en prisión incondicional) sobre como "planificar el curso político", que escuchar a Gómez Angulo diciendo que Manuel Recio (nuevo delegado de Empleo) es su "hombre de confianza en Sevilla". No es lo mismo escuchar a José Alemán (ex interventor de El Ejido y en prisión incondicional) pedirle un favor a Juan Antonio Segura (parlamentario socialista y secretario de Relaciones Institucionales) y que este confirme que se lo ha hecho, que escuchar que el delegado de Hacienda Juan Cáceres es un tipo dispuestos a hacer favores...
Y desde luego, es muy fuerte que Asensio haya podido adelantarle a Alemán con cuatro meses de anticipación, el mes exacto en que sería detenido.
Todo esto exige primero una explicación aún inexistente. Y luego la exigencia de responsabilidades políticas.
Porque claro, pedir dimisiones a todos por igual supondría reclamárselas también a los del PP, cuya presencia en ellas es mínima y que carecen del relieve de las mantenidas con el PSOE. No olvidemos que el objetivo común de socialistas y PAL es acabar con los populares, y que quienes gobernaban la Diputación eran PSOE-PAL, y que quien hace oposición en Diputación y El Ejido es el PP... en definitiva, que no es comparable un contacto esporádico de una persona concreta, que una estrategia bien definida de colaboración constante y permanente "entre jefes con mando en plaza".
Pero hechas estas salvedades, que necesariamente implican explicaciones por parte de los protagonistas del PSOE, también es verdad lo que dice Mario Jiménez, porque hay dirigentes del PP que están en sumarios de otras operaciones anticorrupción y a los que por la misma regla de tres se les debería exigir la dimisión.
Es el caso de Javier Arenas o la alcaldesa de Valencia, a quienes se les supone receptores de regalos por parte de los imputados en la trama Güertel. Con las premisas de Soto, ambos deberían dimitir, ya que, al margen de si es cierto o no que recibieron presentes, están en el sumario.
Lo primero es pedir explicaciones a todos por igual, y luego exigir medidas en función de la relevancia de los hechos. Meter a todos en el mismo saco puede hacer que el saco pese demasiado, se rompa, y se escapen los que van dentro.
Pero no, pase lo que pase, no pasa nada. Ahí está Jaume Matas, que ha reconocido tener millonarias cantidades de dinero negro (por una herencia dice, pero negro al fin y al cabo) y sólo ha sido suspendido de militancia temporalmente a petición propia, cuando debía haber sido fulminantemente expulsado del PP. O ahí está Diego López Garrido, secretario de Estado imputado a quien nadie del PSOE le pide la dimisión.
O como el propio Diego Asensio, que en una entrevista en Interalmería TV se defendía recordando que el portavoz del PP en la Diputación, José Fernández, sí estaba imputado... reiterándolo varias veces, pero nadie le dijo en ese momento "pero hombre, si vosotros os habéis ido a Huércal Overa a realizar vuestro congreso extraordinario, y el alcalde está imputado en la Operación Costurero junto con todo su equipo de gobierno, o teneis a un alcalde que ha sido condenado tres veces en sentencia firme, y el Gobierno socialista le indultó del delito de electoral para que pudiera volver a presentarse a las elecciones..."
Presos de sus palabras, claro.

Griñán va en serio

A José Antonio Griñán le queda un año para jubilarse voluntariamente, pero no parece que esté por la labor. Más bien se diría que está dispuesto a encarar una nueva primavera personal, quizá para darle la razón a eso desgraciados que nos quieren pasar al edad de jubilación a los 67, aumentar el periodo de cotización y bajar las pensiones.
Ahora, después de haber sido un político gris toda su vida... vida íntimamente ligada desde que la democracia es democracia a un coche oficial del que nunca se ha bajado... resulta que el que manda es él. Y jóder que si manda!
No tiene el perfil de un político ganador de elecciones -tampoco lo tenían ni Chaves ni Aznar- y algo de eso debieron ver quienes decidieron que en vez convocar a los andaluces a elegir presidente tras marcharse a Madrid "Manolo", optaron por la fórmula de la sucesión y la designación de "Pepe".
Ahí tenemos nuevamente el ejemplo de la visión que tiene el PSOE de la realidad: los socialistas sí son llamados a elegir (bueno, a aclamar) su secretario general, un derecho que nos han hurtado a los andaluces.
Pero más allá de eso -que no es poco- hay que advertir que Griñán no está dispuesto a dejarse manejar. Forzó un congreso extraordinario para convertirse en secretario general del PSOE-A, a pesar de que Chaves se resistía a dejar el cortijo del todo; y a raíz de sus decisiones tras el congreso sigue demostrando que el que manda es él, y que va a hacer lo que a él le parece conveniente, y que si acierta será su acierto, y si se equivoca será su error.
Ha roto claves tradicionales como el equilibrio territorial en su gobierno (insisto en que no hay ningún consejero almeriense), o la paridad sexual, y ha roto las familias históricas (los de Zarrías a Madrid y de los pizarristas sólo queda Pizarro), y además ha segado el ascenso de quienes podían perfilarse como delfines, para no dar vanas esperanzas.
Ha hecho su gobierno, y está haciendo su partido. Él sabra.
Todo esto tiene su lectura local, provincial. Y lo primero que sonroja es recordar a todos los palmeros que tenía por aquí y que ahora se han visto relegados claramente.
Más allá del temor que pueda tener Griñán a cómo afecte el caso Poniente al PSOE desde el punto de vista político, y que no quiera que le salpique de cerca, es comprensible que vea lo que ven todos los mortales que no forman parte de la cúpula socialista almeriense, y es que están fatal. El PSOE no deja de perder votos y apoyos sociales, a pesar del férreo control sobre los medios de comunicación, las organizaciones empresariales, sindicales, sociales... y es que no hacen nada por Almería... pero también es verdad que son muy pocos quienes se atreven -nos atrevemos- a decirlo en voz alta.
Pues ahí está Griñán. Parece que él sí lo ha visto. Parece que está dispuestos a darle un cambio a esto. Pues que el PP se prepare, que si "Pepe" rompe con el pasado y convence a los andaluces (especialmente los almerieneses) Arenas lo tendrás más complicado.

Viento del Poniente

Martín Soler ha quedado noqueado. No estaba psicológicamente preparado para algo así. A las derrotas electorales se les puede sacar punta, siempre hay alguna victoria a la que apuntarse, pero a esto, tan directo, no es fácil darle la vuelta.
Soler ha tenido una brillante carrera política individual, acompañada siempre de la derrota socialista allá donde ha establecido su propia estrategia. Resultaba sorprendente que alguien que dirige un partido político de desastre electoral en desastre electoral, pudiera subir como la espuma dentro de esa misma organización.
Ahora el bulo que se ha hecho correr es que el presidente Griñán le había ofrecido no una, si no dos consejerías a elegir para seguir en el Gobierno, pero él las ha rechazado. Motivos del rechazo no se conocen. Quizá porque nunca existió tal ofrecimiento.
Es curioso que quienes difunden esa propuesta falsa a la vez digan que Almería sigue teniendo un consejero en Gobierno. Pues no.
Lo primero es que ni Almería ni ninguna otra provincia tiene porqué tener ni uno ni varios consejeros. Y lo segundo es que de ninguna manera se puede considerar a Manuel Recio ni almeriense ni andaluz. Llegó de Castilla a Andalucía hace menos de seis años de la mano del PSOE para trabajar en una empresa pública de la Junta, y tras cesar de delegado del Gobierno andaluz en Almería le mandaron a Sevilla, con lo cual da igual ocho que ochenta... quizá los socialistas sevillanos se lo anoten también en su haber ¿no?
Con estas dos premisas es obvio que los socialistas almerienses han quedado noqueados. Ellos que por medio del secretario general provincial Diego Asensio, fueron los primeros en garantizarle todos los votos de todos los delegados al congreso extraordinario a José Antonio Griñán, incluso antes de que explicara su programa político. Ellos, que tras ese congreso, y ante la evidencia de la pérdida de poder en la Ejecutiva, aseguraron que el PSOE de Almería salía fuerte y reconocido... pues va a ser que se equivocaron.
Pero siempre la gravedad de la caída depende de la altura desde donde se despeñe uno, por lo que no cabe duda que cuando se está llamado -o se cacarea eso- a ser el relevo del padrecido Chaves y se acaba en la calle, pues... jode.
Es posible que Griñán temiera a Soler, pero no lo parece, ya que los socialistas de su entorno reconocían que su líder es joven, y que por tanto podría esperar sin problemas el fin de esta legislatura, seguir la siguiente y ser el candidato a la presidencia de la Junta. Ellos tampoco se esperaban esto.
El propio Luis Pizarro, su mentor en Sevilla, le ha dejado caer sin red. Y es que su cese no ha ido acompañado de ninguna justificación oficial encaminada a salvarle la cara. Ni que lo mandan a otras responsabilidades de partido ni de la Junta... nada... sólo silencio.
Es por todo esto que la versión más creíble de todas es que ha sido el viento de la Operación Poniente quien le ha arrastrado. Cierto que él no aparece hablando con ninguno de los imputados, pero sí como conocedor de las conversaciones de sus adláteres Diego Asensio y Juan Antonio Segura, y que aunque puedan contarnos a nosotros -ciudadanos en general y periodistas en particular- la historia que quieran, es lógico que Griñán les haya pedido explicaciones sobre hasta qué punto es verdad el contenido de las conversaciones publicadas y contenidas en el sumario de la Operación Poniente.
Es comprensible que Griñán haya pensado que cómo van a ganar en El Ejido si le piden al PAL que les ponga el candidato, o si mañana el senador socialista Asensio no tendrá que sentarse ante un juez para aclarar si avisó al imputado José Alemán de que en octubre sería la Operación Poniente... y así un montón de cosas más.
Ya digo, no es lo que a nosotros nos cuenten, es lo que el propio Griñán -nada partidario de la alianza con el PAL- les haya preguntado o no, o lo que en definitiva piense.

Secretos a voces desvelados

Si algo bueno está teniendo la publicación de las conversaciones telefónicas intervenidas judicialmente en el transcurso de la Operación Poniente, es que han desvelado que aquello que todo el mundo daba por cierto... realmente lo es.
Si es eso es bueno es porque nos permite descartar como sospecha aquello que en un momento se pudo pensar y luego no aparece por ningún sitio. Es cierto que sólo conocemos el contenido parcial de unas llamadas telefónicas, tan sólo unos 10.000 folios de un sumario en el que se cuentan por cientos de miles, y que del mismo modo estas comunicaciones se intervinieron durante seis meses nada más, mientras que la Operación Poniente en realidad se comenzó a gestar más de dos años atrás.
De esta gota en el mar sí se pueden extraer ciertas conclusiones que, a fuer de ser parciales por lo antedicho, es conveniente insistir en ellas a la luz de lo leído.
Podemos comenzar por constatar que la alianza entre PSOE y PAL iba más allá de la Diputación, y de lo político. Hemos podido comprobar que las llamadas entre ambos eran constantes y que los favores eran continuos.
Lo que no podíamos imaginar es que esta relación llegaría hasta el extremo de que el secretario general del PSOE de Almería, Diego Asensio, advirtiera con cuatro meses de antelación a uno de los hoy imputados y encarcelado, el ex interventor municipal de El Ejido, José Alemán, que en octubre "iría a la cárcel"... como así ha sido.
Tampoco podíamos imaginar que se llegar al extremo de buscar pactos para presentar candidatos de consenso del PSOE en El Ejido y del PAL en Almería.
Por otra parte queda acreditado que sólo si sólo hay un político en prisión, el presidente del PAL y alcalde de El Ejido, Juan Enciso, eso no quiere decir que no vaya a haber más imputaciones. Pero también que no hay ni una línea sobre la presunta financiación ilegal de esta organización, ni se ve la participación directa en todo este entramado de más políticos que le propio Enciso.
Es verdad que ese advierte el "conocimiento" directo e indirecto de lo que estaba ocurriendo en el entorno de Elsur y las subcontratas, pero nada más allá de eso... cierto que no es poco, podría hasta ser considerado complicidad, ya que cualquier persona y más una autoridad -los concejales lo son- tiene la obligación de denunciar la comisión de un delito.
No confundamos pues, y es que una cosa es la Operación Poniente como tal, en la que la investigación se encardina a conocer de una presunta trama de corrupción económica, de saqueo de las arcas municipales, y a buscar los responsables -A TODOS- y meterlos en la trena.
Lo demás da mucho juego mediático, pero no deja de ser accesorio. Incluso detalles publicados sobre las oposiciones no dejan de ser anécdotas, ya que por ejemplo, para que el alcalde ejidense pudiera ser acusado de prevaricación en relación a esto, antes que a él habría que sentar en el banquillo a los miembros del tribunal que hacen las preguntas y las valoran.
Otra cosa que era un secreto a voces y queda desvelado es el control férreo de los medios de comunicación, pero es difícil pensar que el propio alcalde se ocupara de dictar noticias, dar titulares, ordenara intoxicar, o intentar dejar fuera de juego de la TDT Local a la televisión que más apoyo le ha venido dando en los últimos años, aliándose para ello con las del PSOE.

Hay que explicarlo

Que PSOE y Partido de Almería tenían una relación que iba más allá de lo político es algo que todos sospechábamos, pero ahora tenemos la prueba gracias a la Operación Poniente que instruye la juez Monserrat Peña.
En las conversaciones telefónicas interceptadas por la Policía Judicial se descubren las magníficas relaciones personales que tienen los responsables del PSOE con dos personas del PAL, su presidente y alcalde de El Ejido Juan Enciso, y el ex interventor municipal José Alemán, de quien desconocemos si milita en ese partido, pero desde luego actúa como tal.
Y si generalizamos en el caso de los socialistas y concretamos en el de los municipalistas es precisamente por eso, porque echando la vista atrás recordamos aquella conversación grabada con micrófono oculto al entonces presidente de la Diputación y secretario general del PAL, José Añez, en la que confirmaba que el propio presidente de la Junta de Andalucía y secretario general del PSOE-A, Manuel Chaves, garantizaba el pacto entre las dos formaciones.
Pero ahora, por el lado el PSOE encontramos a Luis Pizarro de la Ejecutiva andaluza, a Diego Asensio como secretario general del PSOE de Almería, al secretario de Relaciones Institucionales Juan Antonio Segura, al consejero del Gobierno andaluz y presidente del PSOE almeriense Martín Soler.
Por el lado del PAL está Enciso y está Alemán básicamente, en tanto que Añez sólo está presente en reuniones o comentarios estrictamente políticos.
Hemos leído cómo Alemán dice que Asensio le ha avisado en junio de que lo iban a detener en octubre, como así ocurrió finalmente. Y no debe extrañarnos si tenemos en cuenta que ambos eran asiduos compañeros en toros, fútbol y comilonas varias. Pero no estaban solos, con ellos está Soler en numerosas ocasiones, y Segura Vizcaíno, y algún otro, y conociendo a Alemán resulta obvio imaginar que no sólo se habló de política. Sí, de hoteles y restaurantes de lujo también, pero además de otras cosas... Que le pregunten al ex ministro socialista José Barrionuevo, al que se considera por parte de Alemán "nuestro intermediario".
Asensio debería explicar entre otras cosas si es verdad que puso en alerta a Alemán, y de dónde obtenía él esa información de una investigación supuestamente secreta. Y debería explicar el motivo de que conociéndola siguiera frecuentando esas "amistades peligrosas", y que dejara que los suyos las tuvieran.
Asensio debería explicar qué intereses tan fuertes soldaban el pacto de hierro con Enciso y Alemán como para que la peligrosidad de la relación no la rompiera.

Un Faisán en el Poniente

País de cotillas. A este paso la Operación Poniente acabará en el "Sálvame" o en "La noria". Y no es ninguna tontería. Si no fuera porque Almerimar no es Marbella, Isabel Carrasco estaría ahora de plató en plató agitando su rubia melena de bote contando cómo pasó de vivir en Pescadería a casarse en el Hotel Ritz, y haciendo caja.
Y llegado el caso, hasta habríamos podido ver al alcalde de El Ejido, Juan Enciso, enfrentado en directo ante las cámaras con su interventor, José Alemán, como ya hicieran Jesús Gil y Julián Muñoz.
Al final todo está quedando en eso, según se lee en los periódicos. Las transcripciones de las conversaciones telefónicas intervenidas por la Policía Judicial en el transcurso de la Operación Poniente, que ahora han salido a la luz tras levantarse el secreto sobre esta parte del sumario, desvelan muchas cosas pero, al parecer, a ciertos medios de comunicación sólo les interesa ese morbillo que puede hacer vender periódicos en un país de cotillas.
Nos podemos enterar del descaro con el que los personajes de esta trama se repartían un botín de lo más variado, y de cómo los miles de euros llegaban a sus bolsillos. Nos podemos enterar de cómo se reían de todo el mundo.
Lo curioso es analizar qué medios de comunicación no entran en la clave política de toda esta historia. Y esa es la más jugosa, ya que la vertiente meramente delictiva será algo que tenga que definir la juez Monserrat Peña cuando concluya la instrucción, definiendo negro sobre blanco los posibles delitos y los presuntos delincuentes.
Habíamos señalado que las conversaciones transcritas facilitadas a las partes personadas llegarían mutiladas, ya que sólo se recogen aquellas llamadas -incluso aquellas partes de las llamadas- que pudieran tener relevancia penal, y por tanto que el lado político de esta historia se iba a quedar algo oculto.
Lo que hasta el momento hemos conocido revela algo tan importante como el hecho de que el secretario general del PSOE de Almería, Diego Asensio, sabía ya en el mes de junio que la Operación Poniente iba tener lugar en octubre. Pero si ya es grave -muy grave- que él tuviera constancia de este hecho que debería haber quedado en el ámbito de la Fiscalía (¿será por eso?) y la juez, pues más grave resulta -infinitamente más grave- es que se lo advirtiera a uno de los presuntos delincuentes, el entonces interventor José Alemán, en prisión incondicional precisamente desde ese octubre.
De este caso Faisán del Poniente habría que pedir explicaciones. Se extrae de la conversación referida que ya había habido avisos anteriores.
Como habría que pedirlas de se puedan bloquear y desbloquear subvenciones de la Junta de Andalucía, cuando se suponen que tienen su trámite legal y punto. Y habría que explicar porqué es el secretario de Relaciones Institucionales del PSOE, Juan Antonio Segura, quien se encarga de esta fontanería fina.
Todo esto, unido a otras conversaciones en las que se reflejan las tensiones con los funcionarios incorruptibles, cómo se organizan las candidaturas que deben perder elecciones para que todo siga igual, o como se produce el estallido laboral de Elsur, el ERE, la huelga... tienen sin lugar a duda mucha más relevancia para los almerienses que los cotilleos sobre la visa, los relojes, los coches... o el vocabulario de estos individuos entre sí, donde es fácil irse un poco de la lengua sin que eso tenga realmente mayor trascendencia (¿no es así señor Corpas?).
Pero es que nadie ha dicho las empresas periodísticas además de ser empresas tenga que ser periodísticas.

Griñán y el JFK (LGC) del Levante

El alcalde de Huércal Overa, Luis García Collado, fue el encargado de dar la bienvenida a los asistentes al Congreso Extraordinario del PSOE almeriense el pasado fin de semana, y aprovechó muy bien su tiempo. García Collado se vistió de JFK y parece ser que a algunos de los que le escucharon les hubiera gustado que -políticamente- acabara como él.
Frente al discurso del secreterio general provincial, Diego Asensio, lleno de autocomplacencia y besitos para todos, el alcalde de Huércal Overa, demostró que está pisando el suelo de la calle, y que por lo tanto está más que preocupado con la situación por la que está pasando el PSOE almeriense.
García Collado repitió hasta la saciedad el mantra de "no preguntéis qué puede hacer el PSOE por mi sino qué puedo hacer yo por el PSOE" para luego concluir "no preguntéis qué puede hacer Pepe Griñán por mi sino qué puedo hacer yo por Pepe Griñán". Pero nadie respondió amén.
El alcalde de Huércal Overa vino a decir que ya está bien de mirar hacia Griñán como el salvador de la patria (no se sabe bien si esa patria es Andalucía o el propio PSOE) con una sonrisa de oreja a oreja y no moverse del sitio.
En ese sentido hizo un repaso sobre las encuestas que se han publicado a lo largo de los últimos meses y que apuntan al PP como partido que podría ser el más votado tras las autonómicas próximas, recordó el puñado de votos que el PSOE sacó al PP a nivel provincial, lo ocurrido con el pacto PAL-PSOE en la Diputación, y el hecho de que los populares les han ganado en el Senado, en el Congreso y el Parlamento Andaluz.
Terminaba García Collado animando a los socialistas de Almería a pensar qué pueden ofrecer ellos para una futura victoria de Griñán, y señalaba que son más votos socialistas, más parlamentarios, más senadores, más diputados...
No le falta razón. Los socialistas asentados en la poltrona bajo la era Chaves hace mucho tiempo que perdieron el ímpetu, la energía, la iniciativa del trabajo y la referencia de la sociedad andaluza, y como el jefe -Chaves- les dijo que el sustituto era Griñán, pues nada, todos a aplaudir hasta con las orejas. Pero ahí está García Collado y sus verdades como puños, que las encuestas van mal, que el PP sube en toda Andalucía y en Almería el PSOE no se come un colín... que así...
No basta con que Griñán haga algunos gestos, porque aquí el problema son los tics que tienen otros.
Menos mal que al menos uno no se oculta en decir lo que muchos socialistas de verdad piensan.

Fuera de la realidad

Escuchar o leer el discurso del secretario general del PSOE de Almería, Diego Asensio, para defender la gestión de la Comité Ejecutivo Regional (¿cuando aprenderán los socialistas y los del PP que con la Constitución y el Estatuto en las manos, es incorrecto el término "regional" para referirse a Andalucía?) de cara al próximo congreso extraordinario que encumbrará al madrileño José Antonio Griñán como secretario general del PSOE-A en sustitución del ceutí Manuel Chaves, que ya le colocó directamente sentado (por cierto, en una silla de casi seis mil euros... que ríete tú de la de Touriño a pesar de la polémica) en la presidencia de la Junta de Andalucía sin consultar a los andaluces, como corresponde a su talante.
La autocomplacencia que destilan sus palabras sólo pueden corresponder a una persona que es totalmente ajena a la realidad andaluza, que no sabe lo que pasa en la calle, lo que sienten los andaluces. Sí, sabe lo que votan, pero no lo que sienten.
Es que la Andalucía que dibuja Asensio no es la del millón de parados... que esa sí que es una realidad jodida, como lo son las áulas prefabricadas cuya provisionalidad se demuestra como falsa, lo la situación por la que atraviesa el sector del campo que vuelve a echarse a la calle porque está al borde mismo del abismo, lo es una justicia cargada de problemas que no se quieren resolver... lo son mil cosas, que quizá un dirigente socialista no ve de un modo tan terrible como uno del PP o uno de IU o un andalucista... o un andaluz corriente, de los que viven del subsidio y la economía sumergida.
Es comprensible que Asensio, en su afán de agradar a quien manda en su partido y a quien va a mandar (eso dicen) no quiera describir un panorama tan sombrío, y es que quizá él no lo vea así, lo cual -insisto- se comprende en una político que gana el sueldo que gana y cuyo sueldo depende también de decir cosas como estas.
Lo que sucede es uno piensa en qué confianza puede tener si vota PSOE cuando en un discurso de este tipo no se es capaz de mencionar ni uno solo de los problemas de nuestra tierra. Si no se reconoce la existencia de un problema, jamás podrá resolverse. Así le va a Andalucía... le ha faltado hablar de que estamos en la "tercera modernidad" (de la primera y la segunda ni nos enteramos, pero ahora va la buena ¿no?).