Impepinable

Escucho de fondo el Debate de Política General mientras mantengo abierta la portada de Noticias de Almería para seguir los tuits de los lectores #DEN2011 y veo que es mucho más interesante lo que ahí se cuece que lo que cuentan unos y otros, porque lo de Zapatero y Rajoy ya nos lo sabemos. Sinceramente, para oir esto no hacía falta debate alguno, con un Zapatero fuera de la realidad y que se despide de todos pero se queda, y Rajoy deseando llegar al que le pierde la retórica en ocasiones.
Y de lo que no oigo nada es del pepino. Tal vez ninguno de los contendientes considere relevante sacar el pepino y ponerlo encima de la mesa... es posible, pero estoy convencido de que si hubiera habido en el Congreso andaluces este asunto habría estado allí, en primera línea. Pero no, la crisis del pepino, la crisis de la E.coli, la crisis que ha puesto en jaque las exportaciones agrícolas de Andalucía en general y de Almería en particular... es que no ha estado. Pepinazos sí que se han tirado, pero del pepino andaluz no se han acordado... que raro ¿no?
Y es raro porque el MARM (el ministerio y medio de la ex comunista ex alcaldesa de Córdoba, a la que ficharon para ser socialista y consejera y luego ministra, siguiendo el ejemplo de otros ilustres) ha puesto en marcha una campaña de promoción de las hortalizas andaluzas, lo cual estaría muy bien en Alemania y el resto del continente europeo donde bloquearon su entrada a raíz de la acusación infundada sobre la bacteria E.coli. Pero no, la publicidad ser hará en ¡España! Es decir, se gastarán el dinero español en decir a los españoles que producen y consumen hortalizas españolas y que nunca han dudado de su calidad, en decirles que no duden de su calidad.
Pero antes de esa muestra de coherencia, la ministra asegura que la valoración que han hecho del perjuicio a los productores andaluces es de 51 millones de euros, es decir, menos de la cuarta parte de lo que la Unión Europea ofrece como ayuda para el el total de afectados en toda Europa, y cuando los almerienses dicen que con esos más de 200 millones ellos no tendrían ni para empezar.
La diferencia entre ambas cifra es abismal, tan abismal como el hecho de que Alemania, que es quien ha causado el daño por su nefasta gestión del problema, no pagará ni un céntimo de indemnización a nadie, y por no pagar no pagará ni la campaña de publicidad antes mencionada.
Lo peor es que nadie se lo exige. Nadie.
¿Dónde está la consejera, dónde nuestro presidente, dónde nuestro parlamento?
Es impepinable que no contamos... bastaba escuchar el debate... portadas y portadas de periódicos... y al final, ya ven... nada.


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