Ciudad demasiado Digital

Martín Soler abrió la caja de los truenos cuando siendo concejal del Ayuntamiento de Almería y secretario general del PSOE, parlamentario y senador, denunció que la adjudicación de la Ciudad Digital a Telvent, en ese momento filial de Abengoa, era la madre de todas las corrupciones.

Aquello pasaba en el año 2004, y el primer teniente de Alcalde de Almería, Juan Megino, que había logrado hacerse con la presidencia del Comité Organizador de los JJMM Almería 2005 tras dar su apoyo y el de sus cuatro concejales al PP para que Luis Rogelio Rodríguez Comendador fuera alcalde de la ciudad, era el gran promotor de la idea y el gran defensor del proyecto.

Soler fue llamado a capítulo desde Sevilla para que se callara. En esos momento iniciaba en Abengoa -por cierto, relacionada con Elsur, la empresa mixta objeto del llamado caso Poniente- su prometedora carrera profesional una joven que apuntaba maneras, hija del entonces presidente de la Junta de Andalucía, el socialista Manuel Chaves. De cualquier modo, Soler, como cualquier hombre, tropieza al menos dos veces con la misma piedra y todos recordamos cuando ante el caso MATSA en el aparecía la misma jasp (joven aunque sobradamente preparada) dijo que el presidente, como cualquier padre, quiere lo mejor para sus hijos... y eso que aún no conocíamos lo del comisionista.

Cierto o no lo que decía Soler, es verdad que había cosas que no encajaban, que no tenían explicación convincente o al menos suficiente. Y no era una apreciación periodística, ya que la Audiencia Provincial dio la razón a los socialistas cuando pidieron la suspensión de la adjudicación, si bien el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía resolvió a favor del Ayuntamiento.

Pero no sólo la cosa era rara desde el punto de vista judicial y de enfrentamiento político, es que en el pleno en el que se dio luz verde a la adjudicación algunos concejales del PP se ausentaron, y no concejales cualquiera, si no muy próximos al alcalde.

Sólo han pasado cuatro meses desde que Megino ha dejado la política y el PP ha echado a Telvent de la Ciudad Digital y ha metido a Acisa. La excusa es que Telvent se negaba a seguir prestando servicios mientras el Ayuntamiento no le pagara, y éste no le pagaba porque no estaba cumpliendo con el proyecto.

Insisto, sólo cuatro meses desde que Megino ha dejado la política y esta adjudicación en la que se empeñó y que a punto estuvo de romper el pacto PP-GIAL de 2003 se ha revelado un fiasco.

Según ediles que no quisieron apoyarla y se asentaron o la votaron de muy mala gana, no creían viable una adjudicación por 20 años para el desarrollo  de un proyecto tan complejo y tan etéreo como este, que pretendía llevar desde la administración electrónica, hasta servicios interactivos digitales por internet, paneles informativos, las comunicaciones institucionales... y el control semafórico, que a la postre es lo único que ha hecho en todo este tiempo.
La pregunta es qué habría pasado si Megino hubiera seguido de concejal, y además si su voto hubiera resultado decisivo para rescatar la adjudicación a Telvent.