Mar Moreno miraba a Aránzazu Martín por encima de las gafas de pasta que tan mal le quedan. La miraba seria y le respondía con contundencia. Los trabajadores del Consorcio Escuela del Mármol de Fines debían estar tranquilos. Ese era el mensaje. Ese era el titular comprado por la inmensa mayoría de los medios. Educación garantiza la viabilidad de la Escuela del Mármol. Pero qué estupenda noticia.
El problema es que la consejera no dijo en qué consistía esa garantía. La Consejería dice que va a pagar lo que debe... pero no sabe cuando... sólo que no puede ser de hoy para mañana... claro que es difícil de creerlo porque si no puedo pagar cuando debía una mensualidad, cómo va a poder pagar cuando adeuda seis.
Los trabajadores pueden estar tranquilos, y pueden decirle a los bancos en los que tengan sus hipotecas, a quienes les tienen alquiladas su viviendas, que no se preocupen, que la consejera les ha pedido que estén tranquilos. Y desde ya, las gasolineras les darán el combustible fiado porque a ellos también les tranquiliza mucho la consejera. Sí, en los supermercados donde estos trabajadores compran se han quedado tranquilos tras el anuncio ¿el anuncio de qué? pues de que pueden estar tranquilos.
Sí también la Seguridad Social que tramita un embargo por impago de seguros sociales se quedado en la gloria tras escuchar a Moreno, y no digamos los proveedores a quienes se debe dinero desde hace más de un año... esos, esos, esos sí que llegaron a casa con una sonrisa en la boca de oreja a oreja para comunicárselo a sus familias, y también a sus trabajadores, que están sin cobrar porque el consorcio que tiene que pagar a su jefe, y al que la Junta no paga... les ha dicho que la consejera dice que estén tranquilos.
Pero la consejera no sólo dijo que los trabajadores pueden estar tranquilos, dijo que si el Ayuntamiento de Fines hubiera pagado lo que debe a éste, ellos podrían haber cobrado.
Vaya... con lo fácil que era todo. Si hablamos de la Junta, sabemos que la culpa siempre es de otros, de la troika, de Merkell... o del Ayuntamiento de Fines. Pues va a ser que la consejera se equivoca y el Ayuntamiento está la día en sus pagos. Qué mala suerte, con lo tranquilos que ya empezaban a estar los trabajadores.
Mintió la consejera -consciente o inconscientemente- en la comisión de Educación del Parlamento de Andalucía, pero no es la primera consejera que lo hace. Un par de semanas antes lo hizo la de Salud, María José Montero.
Trató prácticamente como a una descerebrada inconsciente a la parlamentaria del PP Rosalía Espinosa cuando le ponía en suerte que el Hospital de Poniente tenía a unos médicos contratados once horas al año a razón de una al mes. "Esos contratos no existen" afirmaba entre aspavientos la consejera, que se preguntaba qué sentido podían tener. "No existen" concluía.
Pues sí, sí que existen. En Noticias de Almería mostramos uno de ellos. Sí existen. Claro que existen. Prueba de ello es que no sólo existen, si no que en represalia por esta información, cinco de los médicos han sido despedidos, contratando a otros a un tercio de jornada... más contratos basura, más contratos de esos que la Inspección de Trabajo cogería para meter en la cárcel a un empresario. Pero aquí no.
No saben lo tranquilos que nos quedamos comprobando que no debemos creerlas. Así estamos más tranquilos, no hace falta meditar nada... directamente sabemos que mienten más que hablan. Bueno, no tanto.
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