Repaso una tras otra las declaraciones de los consejeros de la empresa mixta de servicios municipales de El Ejido, la ya tristemente célebre Elsur, y no salgo de mi asombro.
Sería prolijo detallar lo que unos y otros le contaban a la juez de instrucción del número dos, Monserrat Peña, que está al frente de la Operación Poniente, pero no quiero dejar pasar la oportunidad de contar la indignación que produce que los consejeros percibieran 300 euros por cada reunión a la que acudía, y que era una al mes, mientras que los trabajadores andan tirados sin cobrar y con la carta de despido más cerca que lejos.
Cobraban 300 euros al mes, incluso aquellos que estaban en el consejo de administración en función de sus cargos públicos, como el alcalde o los concejales... impresionante.
Pero con todo eso, lo que más llama la atención es que uno tras otro, todos, admiten tener sólo una vaga idea de los estatutos de Elsur, que tampoco sabía bien las condiciones contractuales entre Elsur y el Ayuntamiento, unos dicen desconocer si había subcontratas, otros que lo sabían pero pensaban que era legal, y ninguno sabía que eran propiedad en algún caso de la persona con la que se sentaban al lado en esa misma reunión. Ninguno reconoce saber nada de esos contratos, ninguno sabe nada sobre quien tomaba las decisiones económicas o laborales...
La pregunta, y les ruego perdón por la expresión pero creo que es lo que piensa mucha gente ¿QUÉ COJONES HACÍAN EN LOS CONSEJOS DE ADMINISTRACIÓN? ¿A CAMBIO DE QUÉ ERAN ESOS 300 EUROS MENSUALES?
Es que a veces no hace falta que haya ilegalidades para generar la más fuerte indignación.
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