Hay a quienes no sorprende ni escandaliza que treinta años después de lograr la autonomía, Andalucía siga dejando en manos de personas ajenas a ella su destino. A nadie sorprende que a un presidente de Gobierno ceutí le suceda uno madrileño, que la presidenta del Parlamento sea alicantina y que hasta no hace mucho el presidente del TSJA fuera canario.
Va todo esto por la polémica suscitada el martes pasado en La Luna de Interalmería TV cuando ironicé sobre que el consejero Manolo Recio es "almeriense por los cuatro costaos". Faltó poco para que me tacharan de xenófobo y para contraponerme qué pensaba entonces del alcalde de Almería, Luis Rogelio Rodríguez nacido en Madrid, o de quien también fuera alcalde Juan Megino, nacido en Jaén. Por si hacía falta algo más, añadí que yo nací en Granada... pero he pasado más tiempo fuera de esa provincia que dentro.
Me gustaría poner las cosas en su justo término, y recordar que andaluz es aquel tiene vecindad administrativa en Andalucía según el Estatuto, y por tanto resulta ser tan andaluz a esos efectos todos los mencionados hasta el momento, como cualquier británico que tiene casa en Albox o cualquier nigeriano que vive Uleila.
Pero en Almería -que por mal que les pese a algunos es uno de los grandes exponentes de lo que es la realidad política andaluza- estamos dispuestos a cosas tales como calificar de "almeriense" a Carme Chacón, que es catalana, y es catalana por circunstancias personales y por voluntad propia.
Uno es, mayormente, de allá donde se deja la piel. Por ejemplo, José Montilla optó por ser Josep Montilla, optó por sentir Cataluña como su tierra, por defenderla, y hacerlo incluso si llega el caso, perjudicando a Andalucía, que es la tierra donde nació. Lógicamente Montilla es catalán. Y la ministra de Defensa optó por ser Carme en vez de Carmen... obviamente optó por ser catalana.
A Luis Rogelio y a Megino su interés (podríamos poner pasión u otras palabras pero dejémoslo ahí) les llevó a involucrarse en la política, en luchar por ser alcaldes de la ciudad en la que viven, y hasta tal punto se produce esa relación que los almerienses les votan como alcaldes, y no son precisamente los peores en la historia democrática de Almería, más bien al contrario.
Hay quienes no quieren advertir que uno de los problemas de Almería/Andalucía es precisamente que nuestros políticos ven esta tierra un lugar de paso, un trampolín hacia otros lugares más acogedores. Ninguno de ellos siente los símbolos políticos andaluces... por eso no los respetan, y los símbolos lo son porque representan cosas, principios, ideas, historia, cultura... Aún se recuerda cómo se le escapó a los responsables de la Junta de Andalucía en Almería un documento con el himno andaluz equivocado... pero qué quieren, si no se sabría la letra... y si no se la sabe él, qué importancia le puede dar a que la aprendan los niños en los colegios, o a que identifiquen como elementos identitarios lo que para él no son más que catetadas. Para trabajar en Cataluña tienes que saber catalán, pero para presidir Andalucía no hace falta que sepas ni el color de su bandera... la leche!!!
Así, a estas alturas, a pesar de que Andalucía es una "autonomía" una "nacionalidad" o una "realidad nacional", ellos siguen hablando de región, cuando eso ni aparece en el Estatuto que ellos mismos aprobaron. Si es que les da igual, si es que el Estatuto fue una excusa para sus movidas allende Despeñaperros. Esto es un ejemplo más de que es que ni les interesan las cuestiones administrativas, porque hoy están aquí y mañana en Badajoz, y pasado en Bruselas... eso sí siempre con el carnet en la boca.
Unos porque van donde les manda la administración y otros porque van donde les manda el partido, pues ya me dirán dónde van los que no saben dónde ir. Hoy eres delegado del Gobierno andaluz en Almería y eres almeriense, mañana consejero en Sevilla y eres sevillano, y las vacaciones te vas "a tu tierra"...
Igual que me cuesta ver a un francés en La Moncloa, me cuesta ver a un madrileño en San Telmo...
Quizá que los mejores presidentes de Andalucía hayan sido andaluces y los peores no (todos del PSOE) contribuya a este modo de ver las cosas.
Almería/Andalucía necesita de gente que se deje la piel por ella, que anteponga sus intereses a los de cualquier otra tierra o cualquier partido, necesita gente que la sienta como suya, como hacen esos inmigrantes que cuando se manifiesta levantan la bandera de Andalucía demostrando que ellos sí son andaluces porque aunque las circunstancias les hayan enviado aquí como pudieron hacerlo a otro lugar, aquí es donde se dejan la piel.
He vivido en cinco provincias distintas, unas andaluzas y otras no. Cuando estaba fuera de Andalucía sólo añoraba volver a ella. Supongo que a quien es de Valencia, de Madrid, de Aragón o Cantabria le pasará lo mismo.
La diferencia entre un currito que trabaja en un lugar y luego en otro (he tenido muchos redactores de muchas provincias y algunos como Laura o Juan y otros se han quedado aquí) es que no va presumiento de ser andaluz ni almeriense, que para ejercer su trabajo no se ve obligado a hacer gala nada más que de su profesionalidad, y eso, claro, no pasa en los políticos, y por eso se afanan en decir que la Chacón es de Almería... porque ese es el único currículo que puede ofrecer a los almerienses... como también sería interesante conocer de dónde es Moratinos, o Rubalcaba... que se sientan en el Congreso con los votos de los andaluces...
Pues al final no sé si lo he aclarado o lo he liado más. En fin. A galopar.
Uno es, mayormente, de allá donde se deja la piel. Por ejemplo, José Montilla optó por ser Josep Montilla, optó por sentir Cataluña como su tierra, por defenderla, y hacerlo incluso si llega el caso, perjudicando a Andalucía, que es la tierra donde nació. Lógicamente Montilla es catalán. Y la ministra de Defensa optó por ser Carme en vez de Carmen... obviamente optó por ser catalana.
A Luis Rogelio y a Megino su interés (podríamos poner pasión u otras palabras pero dejémoslo ahí) les llevó a involucrarse en la política, en luchar por ser alcaldes de la ciudad en la que viven, y hasta tal punto se produce esa relación que los almerienses les votan como alcaldes, y no son precisamente los peores en la historia democrática de Almería, más bien al contrario.
Hay quienes no quieren advertir que uno de los problemas de Almería/Andalucía es precisamente que nuestros políticos ven esta tierra un lugar de paso, un trampolín hacia otros lugares más acogedores. Ninguno de ellos siente los símbolos políticos andaluces... por eso no los respetan, y los símbolos lo son porque representan cosas, principios, ideas, historia, cultura... Aún se recuerda cómo se le escapó a los responsables de la Junta de Andalucía en Almería un documento con el himno andaluz equivocado... pero qué quieren, si no se sabría la letra... y si no se la sabe él, qué importancia le puede dar a que la aprendan los niños en los colegios, o a que identifiquen como elementos identitarios lo que para él no son más que catetadas. Para trabajar en Cataluña tienes que saber catalán, pero para presidir Andalucía no hace falta que sepas ni el color de su bandera... la leche!!!
Así, a estas alturas, a pesar de que Andalucía es una "autonomía" una "nacionalidad" o una "realidad nacional", ellos siguen hablando de región, cuando eso ni aparece en el Estatuto que ellos mismos aprobaron. Si es que les da igual, si es que el Estatuto fue una excusa para sus movidas allende Despeñaperros. Esto es un ejemplo más de que es que ni les interesan las cuestiones administrativas, porque hoy están aquí y mañana en Badajoz, y pasado en Bruselas... eso sí siempre con el carnet en la boca.
Unos porque van donde les manda la administración y otros porque van donde les manda el partido, pues ya me dirán dónde van los que no saben dónde ir. Hoy eres delegado del Gobierno andaluz en Almería y eres almeriense, mañana consejero en Sevilla y eres sevillano, y las vacaciones te vas "a tu tierra"...
Igual que me cuesta ver a un francés en La Moncloa, me cuesta ver a un madrileño en San Telmo...
Quizá que los mejores presidentes de Andalucía hayan sido andaluces y los peores no (todos del PSOE) contribuya a este modo de ver las cosas.
Almería/Andalucía necesita de gente que se deje la piel por ella, que anteponga sus intereses a los de cualquier otra tierra o cualquier partido, necesita gente que la sienta como suya, como hacen esos inmigrantes que cuando se manifiesta levantan la bandera de Andalucía demostrando que ellos sí son andaluces porque aunque las circunstancias les hayan enviado aquí como pudieron hacerlo a otro lugar, aquí es donde se dejan la piel.
He vivido en cinco provincias distintas, unas andaluzas y otras no. Cuando estaba fuera de Andalucía sólo añoraba volver a ella. Supongo que a quien es de Valencia, de Madrid, de Aragón o Cantabria le pasará lo mismo.
La diferencia entre un currito que trabaja en un lugar y luego en otro (he tenido muchos redactores de muchas provincias y algunos como Laura o Juan y otros se han quedado aquí) es que no va presumiento de ser andaluz ni almeriense, que para ejercer su trabajo no se ve obligado a hacer gala nada más que de su profesionalidad, y eso, claro, no pasa en los políticos, y por eso se afanan en decir que la Chacón es de Almería... porque ese es el único currículo que puede ofrecer a los almerienses... como también sería interesante conocer de dónde es Moratinos, o Rubalcaba... que se sientan en el Congreso con los votos de los andaluces...
Pues al final no sé si lo he aclarado o lo he liado más. En fin. A galopar.
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