Mentiría si no reconociera que siempre ha sido uno de los delegados de la Junta de Andalucía que mejor me han caído, por lo que obviamente la información publicada en Noticias de Almería sobre Manuel Lucas Matheu y la Sociedad Española de Intervención Sexológica (SEIS) que preside no tiene más fin que el contar algo que pasa y que, desde nuestro punto de vista, es noticiable. Bueno, desde nuestro punto de vista desde el de más compañeros que por unos u otros motivos nos han contado los motivos por los que no se han hecho eco de ella.
Lo cierto es que más allá de presuntas incompatibilidades legales, o más allá del posible lucro personal en todo esto, lo que si queda en evidencia es que -como mínimo- no es estético.
Más allá de si la asociación que preside el delegado ha percibido o no dinero en efectivo de la Consejería de Salud y de la Fundación Iavante de la Junta de Andalucía, resulta poco ético que patrocine tres cursos que imparte. Así aparece en la web de SEIS, tal como reflejamos en la información de modo gráfico, con la palabra "patrocinio" y todo.
Desconocemos en qué consiste el "patrocinio" en cuestión, pero lo que está claro es que objetivamente debe tener una cuantificación económica, se pague o no en dinero. Y es que los profesionales que imparten los cursos no lo harán gratis, se supone. Una cosa es dar una conferencia un día y otra impartir tres cursos.
Pero es que si llamativo resulta que la Junta patrocine cursos que imparte la asociación que preside un delegado, no lo es menos que éste y su directiva sean los encargados de ofrecer todas las charlas y conferencias sobre cuestiones sexológicas en los distintas ediciones de los Cursos de Verano y Otoño de la Universidad de Almería. Sorprende, insisto, que no haya más sexólogos en todo el Mundo que los de la asociación que preside el delegado de Salud de la Junta de Andalucía.
Lo habitual es que quienes imparten esos cursos cobren por ello. Es posible que el delegado no lo haya hecho (estoy convencido de esto) pero la imagen de lobby que ha generado es muy clara. O estás en SEIS o no te comes un colín (con perdón por lo de comer y con perdón por lo de colín).
A eso hay que sumarle que son también sus compañeros de asociación y él mismo, quienes están al frente del título propio de la Universidad de Almería de educador en sexología durante dos ediciones seguidas. Nuevamente nos encontramos en que no hay más sexólogos en todo el Mundo Mundial para hacerlo que los que forman parte de la asociación del delegado de Salud de la Junta de Andalucía (puede que se haya colado algún "intruso" como en los EREs de la Junta, y no lo hayamos descubierto).
Nuevamente habría que apuntar que es posible que el delegado no cobre por ser coordinador de este título, pero no parece que sus compañeros de asociación y profesores del mismo, lo hagan por altruismo. En fin, cada cual debe vivir de su trabajo, y ser sexólogo lo es, y en este caso parece que estar en la asociación que preside el delegado de Salud de la Junta de Andalucía tiene premio.
Pero junto a este lobby sexual que bueno, salta a la vista de cualquiera, hay que añadir un dato preocupante. Según la ley de incompatibilidades de altos cargos, los delegados no pueden dedicarse a la docencia, y claro, entender que ser coordinador de un título de la UAL no es "docencia" pues... es curioso. Mucho más curioso desde luego, que entender que impartir conferencias en los cursos de verano y de otoño y alguna charla más entremedias, es "esporádico", y poner en su declaración de bienes e intereses que cobra por dar charlas pero luego decir a quienes le pregunta que no lo hace, es un contrasentido... si no tiene intención de cobrarlas, no se entiende que ponga que lo hace, ni siquiera que lo pone ante la posibilidad de poner hacerlo en algún momento.
El trabajo de delegado tiene, por ley, dedicación exclusiva y absoluta... pero hay excepciones, ya vemos.
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