Reconozco que tras la fantasmada de Jordi Évole sobre el 23-F, y de aquella memorable carta dominical de Pedro J. Ramírez en la que creaba una única trama con todos los casos que en los últimos tiempos copan las portadas (desde el ático del presidente madrileño Ignacio González, hasta Baltasar Garzón, pasando por Urdangarín y su socio, Gürtel, y cómo no, los ERE fraudulentos de la Junta de Andalucía y la UGT... eso y más como parte de un único caso), y después de que en ambos trabajos de ficción periodística, quedara patente el buen hacer de éstos para construir una historia creíble, sobre hechos ciertos (o presuntamente ciertos), pero adobados con manipulaciones, falsedades y medias mentiras... pues la verdad, no me atrevo a usar ese recurso literario.
Es por esto, y porque la realidad nos demuestra que siempre es capaz de llegar más allá que la fantasía, que dudo si contar algo que me han contado. Alguien puede pensar que me lo invento, que es imposible que esto haya ocurrido, y que en caso de suceder, este humilde periodista de provincias no se habría enterado de nada, que para eso están otros.
El no poder desvelar las fuentes siempre es un riesgo en esta profesión, y cuando lo que haces es contar algo antes de que ocurra, como es el caso de un nombramiento o una decisión de ese tipo, pues siempre sabes que puedes de equivocarte, pero no por estar mal informado, si no porque todo puede cambiar en el último instante, y aunque tu noticia fuera cierta y eso fuera lo que iba a ocurrir, al final no ha sido así, y eso es lo que lo que cuenta para el lector.
Me limitaré a advertir que en el caso de www.noticiasdealmeria.com tenemos la ventaja de que muchas de nuestras primicias y exclusivas nos han convertido en referente para otros medios de fuera que nos llaman para recabar datos, conocer personajes, conexiones... y claro, igual que contamos, nos cuentan.
Pero cuando lo que te cuentan es que la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, fuma puros, pues la verdad, no sé yo si eso no hace tambalear toda la historia. Y cuando además lo que te cuentan es que se los fuma con Mariano Rajoy en un pequeño comedor de La Moncloa, aquel en el que el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero se saltó su ley antitabaco con Artur Mas para sacrificar el PSOE catalán en beneficio del apoyo de CiU en las Cortes Generales, pues tampoco es que sea mucho de creer.
La comida no fue copiosa ni mucho menos, porque en realidad era una mera formalidad para poder hablar un par de horas en privado, y como ambos querían tener la cabeza bien despejada, no hubo vino y sí agua catalana embotellada, que es la que compra La Moncloa desde hace años, en concreto desde los primeros almuerzos de Felipe González con Jordi Pujol, que fue quien la "colocó".
Como ni he comido con Rajoy ni he comido con Díaz, desconozco si la coincidencia en que en el regate corto son muy simpáticos, muy llanos y llegan bien, es verdad o no, pero debe serlo a juzgar por lo rápido que se cerró el asunto y sin que hubiera que decir más palabras de las estrictamente necesarias. Ya se sabe que entre políticos, los secretos duran menos que un caramelo en la puerta de un colegio, como decía mi padre, que además de escolar fue maestro.
Fue con el café "solo" para Mariano y "manchaíto con leche fría" para Susana, cuando trajeron la caja de puros, y el presidente se la tendió a la presidenta que, indecisa, acabó cogiendo uno, pero su soltura para cortarle la punta y chuparlo hasta hacerlo prender, denotó que no era ni mucho menos la primera vez que tenía uno entre los labios.
Rajoy, que se bebió la taza de un sorbo, limpió en el borde la ceniza del puro mientras se echó hacia atrás en el respaldo y dejó salir la primera voluta de humo. A Díaz, sin la protección de las gafas y no tan experta, los ojos se le enrojecieron hasta casi la lágrima, pero aguantó el tipo como la profesional que es.
-¿Entonces estamos de acuerdo? -preguntó Rajoy con esa voz firme que pone cuando se está relajando-.
Susana dejó el puro en el cenicero de plata (en realidad fue una confusión, ya que se trataba del platito para el pan, que aún no lo habían retirado de la mesa) y volvió a pensarse la respuesta, a pesar de que en el transcurso del almuerzo parecía haber quedado clara la postura de ambos mandatarios.
-Hombre Mariano, yo creo que sí... es algo que nos viene bien a todos ¿no? -soltó la andaluza apurando luego el "manchaíto con leche fría"-.
Mariano insistió y volvió a ser directo, algo que no hacía desde que estaba en la oposición. "¿Lo crees Susana, o estás de acuerdo?" dijo en tono seco.
Ella jugó un poco con el puro, le quitó la ceniza con un dedo sobre la taza, lo miró, se sonrió. La presidenta era consciente de la relevancia de la propuesta "que nos viene bien a todos", pero también sabía que podía traer riesgos, porque la política real es así.
Se trataba de una estrategia a medio plazo -largo, demasiado largo para el objetivo de Susana, y corto, demasiado corto para Mariano- y ella optó por hacerse la gallega y responder con otra pregunta: "¿y qué dirán los tuyos en Andalucía?".
El respondió como lo hacen los castellanos, que se le debe haber pegado de los años que lleva en la Meseta.
-No te preocupes por eso. El candidato lo elijo yo.
-Ya ¿pero qué dirán cuando les presentes uno que no me va a ganar?
-Pues dirán que es el mejor, como siempre. En serio, por eso no te preocupes, Susana, tú a lo tuyo... a cumplir... como con el déficit... -y soltó algo parecido a una carcajada-.
-En fin, no creo que me resulte difícil. Alfredo quiere ser candidato, así que me encargaré de darle mi apoyo, y así evito que se animen otros... en todo caso si se anima alguien, amago con presentarme yo para que se aparten y luego le dejo vía libre...
-Ves, Susanita -dijo acariciando la longitud del puro con el dedo índice derecho mientras lo sostenía con el índice y el pulgar derecho- así todos ganamos -y levantó la vista hacia ella de nuevo-. Tú le das vidilla a Rubalcaba para que llegue a las elecciones generales y nosotros podamos ganar otra vez, y mientras tú ganas en Andalucía con mayoría absoluta librándote de los "bolivarianos", así podrás ser tú quien lidere el socialismo del futuro en España (a Díaz los ojos se le pusieron en órbita y no precisamente por el humo de Rajoy) de un modo indiscutible.
En aquellas fechas -en las que transcurre esta comida que me cuenta una fuente secreta pero de toda solvencia, y de la que sólo me he permitido el lujo de teatralizarla- el PP andaluz aún no tenía candidato, y aún no se había desarrollado el Debate de Política General en el que la aplastante victoria de Rajoy sobre Rubalcaba -sorprendentemente- no generó debate interno sobre su liderazgo en las filas socialistas.
El respondió como lo hacen los castellanos, que se le debe haber pegado de los años que lleva en la Meseta.
-No te preocupes por eso. El candidato lo elijo yo.
-Ya ¿pero qué dirán cuando les presentes uno que no me va a ganar?
-Pues dirán que es el mejor, como siempre. En serio, por eso no te preocupes, Susana, tú a lo tuyo... a cumplir... como con el déficit... -y soltó algo parecido a una carcajada-.
-En fin, no creo que me resulte difícil. Alfredo quiere ser candidato, así que me encargaré de darle mi apoyo, y así evito que se animen otros... en todo caso si se anima alguien, amago con presentarme yo para que se aparten y luego le dejo vía libre...
-Ves, Susanita -dijo acariciando la longitud del puro con el dedo índice derecho mientras lo sostenía con el índice y el pulgar derecho- así todos ganamos -y levantó la vista hacia ella de nuevo-. Tú le das vidilla a Rubalcaba para que llegue a las elecciones generales y nosotros podamos ganar otra vez, y mientras tú ganas en Andalucía con mayoría absoluta librándote de los "bolivarianos", así podrás ser tú quien lidere el socialismo del futuro en España (a Díaz los ojos se le pusieron en órbita y no precisamente por el humo de Rajoy) de un modo indiscutible.
En aquellas fechas -en las que transcurre esta comida que me cuenta una fuente secreta pero de toda solvencia, y de la que sólo me he permitido el lujo de teatralizarla- el PP andaluz aún no tenía candidato, y aún no se había desarrollado el Debate de Política General en el que la aplastante victoria de Rajoy sobre Rubalcaba -sorprendentemente- no generó debate interno sobre su liderazgo en las filas socialistas.
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