Detrás de la autocomplacencia

Acabaremos enterándonos qué hay detrás de tanto cinismo, e incluso de si es cinismo, o si se trata de incapacidad, indolencia, o nada de eso. Lo cierto es que resulta extremadamente sorprendente lo que está ocurriendo en el PSOE de Almería, y en especial con sus dirigentes provinciales.
Es un hecho que en los últimos diez años este partido viene estando dirigido por el mismo equipo de personas, y que en esa década vienen siendo víctimas de una sangría de votos impresionante. Es más, el PP ha tenido dos escisiones, GIAL y PAL, y eso no ha impedido que los populares crezcan en votos en la misma medida que el PSOE se desangra.
Los socialistas perdieron la alcaldía de Almería a pesar de la crisis que dio lugar a GIAL. Luego otra crisis y el PP se queda sin la Diputación por la creación del PAL. Darle cobertura institucional al PAL, no sólo no les valió de nada, es que quizá hasta les perjudicó.
Pero si seguimos mirando los datos, observamos que en las elecciones municipales, allá donde la dirección provincial impuso un candidato, allá que se perdieron las elecciones. Y lo mismo, ni la más mínima autocrítica.
Sorprende que mientras el PSOE de Almería no deja de perder votos, sus dirigentes se afiancen en la permanencia de sus cargos públicos. Soler -alma mater de todo esto- es consejero, a Asension no hay quien le baje de la Cámara Alta, a Segura Vizcaíno le sigue pagando el Parlamento Andaluz para que trajine en la Diputación... y podríamos seguir, pero vale por ahora.
El partido se hunde pero ellos tienen flotadores.
Podría entenderse ese afán adhesivo al sillón, y hasta podría entenderse que se presenten ante un comité provincial cantando una milonga, y hasta que allá quien les crea de buena fe. Lo que no cabe en cabeza humana es que el propio secretario general del PSOE-A, Manuel Chaves, tras reconocer los malos resultados electorales en Almería, argumente que no es culpa de la dirección provincial y que en todo caso es de la regional (a ver cuando se entera el ex presidente andaluz que en el Estado español ¡no hay más región que Murcia!).
Pues qué bueno... si fuera un chiste. ¿No debía entonces dimitir Chaves? A ver, Arenas no ha ganado aún unas elecciones, como se encargan de recordarlo desde la Wikipedia, pero es cierto que permanentemente va recortando puntos al PSOE... por contra, el PSOE de Almería no sabe lo que es ganar desde que Martín Soler llegó a su dirección, es más, él mismo no ha ganado nunca ¡nunca!. Pero no pasa nada.
Se amañan asambleas, se retuercen los estatutos... y todo con el beneplácito de Sevilla. Y aún así el resultado electoral no acaba justificando esas maniobras.
La autocomplacencia del PSOE de Almería es llamativa, y la autocomplacencia de la dirección andaluza y también. Cabe preguntarse por tanto, que aquí hay algo raro. Algo pasa y no sabemos qué.
¿Qué hay entre determinadas personas de la dirección provincial y determinadas personas de la dirección andaluza para que a pesar de esta situación no sólo no se les quite de enmedio si no que se les dé palmaditas en la espalda?

1 comentario:

Anónimo dijo...

Todos nos preguntamos lo mismo ¿Que hay que no sabemos entre la dirección provincial y la dirección de Sevilla para que obstengan estos personajes el respaldo total a cualquier barbaridad que se les ocurre?, que a cual de ellas más gorda.Mientras que Pizarro siga estando ahí, tenemos las mismas con el consentimiento, claro está, de Manuel Chaves.No sabemos cual son los intereses. No quiero entrar en las maniobras que se realizan para ganar las asambleas.Hay tantas cosas que decir...De todas formas este artículo refleja con exactitud la situación.