Sorprendió que la juez Peña que instruye la Operación Poniente, impusiera una fianza de 600.000 euros al principal imputado, el ex interventor del Ayuntamiento de El Ejido José Alemán. Sorprendió a sus abogados, que esperaban a lo sumo 400.000 ó 450.000 euros, hasta el punto de que anunciaron que la recurrirían por excesiva.
En Noticias de Almería ya dimos el dato, y claro que sorprende, pero por lo contrario. Que alguien que presuntamente ha cobrado unos seis millones de euros en comisiones ilegales, y que tiene millón y medio en patrimonio inmobiliario, sea objeto de una fianza que supone el 10% de sus ingresos y un tercio de sus propiedades, pues es, sinceramente, como para sorprenderse.
En condiciones normales, alguien en esa situación haría lo posible y lo imposible por sustraerse a la acción de la justicia, o dicho de otro modo, que saldría de naja. Es decir, que si la información sobre la que sustenta la investigación fiscal es cierta, tras depositar la fianza, Alemán aún atesora un millón en patrimonio inmobiliario, y cuatro millones y medio de euros más en algún lugar de este mundo.
Caso similar es el de su rubia esposa, la pescadera (vecina que fue del barrio almeriense de Pescadería por mucho que celebrara sus nupcias en el Ritz) Isabel Carrasco, a quien se le atribuyen en la investigación judicial nueve inmuebles a su nombre, por lo que hemos de entender que son distintos a los que se adjudican a quien fuera su jefe antes que marido. Pues a pesar del precio estupendo que tienen las viviendas, de lo que cobra por el alquiler de algunos de esos locales, y de que además tenía y tiene ese sueldo de funcionaria que sigue cobrando del Ayuntamiento de El Ejido aunque no lo pise (acercarse sí que se acerca, a tomar copas con otro imputado en libertad bajo fianza), pues la fianza es de 60.000 euros.
Se supone que sus cuentas están intervenidas desde que se produjo aquella vistosa intervención en el Ayuntamiento y en la empresa Elsur, pero la pareja no deja de pasearse por restaurantes y bares, no deja de hacer notar su poderío y sonreir a quienes les miran un tanto escandalizados. Incluso en estos días Alemán se ha sometido a un chequeo médico en el que habrá tenido tiempo de conversar con otro imputado.
Aunque en Ipanema o Copacabana nadie conocería a Pepe y “la Barbie”, seguro que allí no echarían de menos Almerimar. Y Costa Rica tampoco está tan lejos. ¿O sí? Voy a mirar un mapa. Por cierto, que allí sí hay toros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario