Es compresible que no nos tomen en serio en Europa, comprensible que haya quien defienda acabar con las Comunidades Autónomas y sus parlamentos... es que a fuerza de perder el tiempo en polémicas absurdas, además perdemos el dinero por ese agujero sin fondo que no son ni las comunidades ni sus parlamentos, si no el politiqueo de quienes no miran más allá del día siguiente, de salvar la nómina, que es como salvar el culo pero en finolis.
La nueva e inútil polémica es la de los partidos judiciales. Antes fue las elecciones generales fue que el PP quería acabar con la Sanidad pública y gratuita, cuando en realidad eso es competencia autonómica, y el Gobierno central podrá reducir su aportación a las comunidades, pero cómo y en qué lo gasta es algo autonómico. Ya vemos como en Cataluña toman unas medidas y en Andalucía... pues no hacen nada de nada.
Lo mismo pasó con que el PP quería aumentar la ratio en las aulas, pues lo mismo, es competencia autonómica, y es el Gobierno andaluz quien decide qué hace, si deja de regalar ordenadores y de poner pizarras digitales, o si baja el sueldo a los maestros, y ha optado por lo segundo. Es su responsabilidad.
Más recientemente hemos tenido los recortes en la Universidad de Almería, achacados por el Rector Magnífico a los recortes del Gobierno central, cuando en realidad ya comenzó a aplicar reducción de gasto al comenzar el curso (recordemos que mencionó la bajada de ingresos vía matrículas y el aumento de las que se aplaza el pago, y como reducción del gasto apuntó que cerraría por las tardes...), y lo que es más importante, su dependencias es más de la Junta de Andalucía, pero claro, ahí gobierna el PSOE.
Y otra graciosa es la de los promotores de empleo. La Junta les contrata, pero cuando decide echarlos, quien les echa -dice el PSOE- es el Gobierno central, en una pirueta que seguro aparecerá en el futuro en los libros de Derecho Laboral. E incluso IU, socia de gobierno del PSOE, culpa a los socialistas, pero como si nada.
Y otra graciosa es la de los promotores de empleo. La Junta les contrata, pero cuando decide echarlos, quien les echa -dice el PSOE- es el Gobierno central, en una pirueta que seguro aparecerá en el futuro en los libros de Derecho Laboral. E incluso IU, socia de gobierno del PSOE, culpa a los socialistas, pero como si nada.
Otra polémica es la planta judicial, o dicho de otro modo, los partidos judiciales. Andan emplazándose PSOE y PP para aliarse contra la reducción de partidos judiciales, y ya tenemos otra polémica absurda e inútil, que hará correr -ya lo hace- ríos de tinta, que ocupará horas y horas de esfuerzos de parlamentarios y diputados, total para nada.
El PSOE dice que el PP quiere reducir el número de juzgados, y el PP responde que quien propuso oficialmente revisar los partidos judiciales fue el Gobierno de Zapatero, y que el informe hecho público por el Consejo General del Poder Judicial es sólo uno más de los muchos que tendrá delante el Gobierno de Rajoy para decidir.
Resulta que PP y PSOE coinciden en que no hay que reducir juzgados... otro ejemplo de pérdida de tiempo y esfuerzo. Con ser un poco serios unos y otros deberían reconocer que, efectivamente la propuesta partió del PSOE, que al PP le parece bien la revisión, que el informe del CGPJ es sólo un informe no vinculante... y lo que es más importante, incluso en el caso de que lo fuera, no habla de reducir el número de juzgados, se limita a aportar una nueva iniciativa sobre distribución administrativa.
Pues si el informe no es vinculante, y además no habla de reducir juzgados... ¡a qué viene todo este lío!
Da la impresión de que los políticos generan polémicas con el único fin de demostrar que son necesarios. En estos tiempos de crisis... la impresión está siendo justo la contraria.
No hay comentarios:
Publicar un comentario