Leo el titular de una nota de prensa de la Junta de Andalucía: "Andalucía es la comunidad que más medios ha puesto para combatir el paro y ayudar a los desempleados" según el presidente Griñán. Otro titular del mismo día es que "Griñán reitera la apuesta de la Junta por mantener el esfuerzo inversor y mejorar la calidad de la educación".
Aceptemos pulpo como animal de compañía, y asumamos que ambas afirmaciones son ciertas. La pregunta siguientes es... ¿y?
A ver, Andalucía es la comunidad -que no región, a ver si se enteran- que más paro tiene, la que más paro genera, y eso no es de ahora, es de siempre. Hasta tal punto hemos llegado que Almería, el motor económico de Andalucía, es ahora la provincia en la que el paro crece a más velocidad.
Es decir, puede que sea verdad que el Gobierno andaluz ha hecho mucho, pero si es así, lo que es evidente es que lo ha hecho mal. Un país no puede tener un 50% de su población activa trabajando en sectores productivos, tener un 25% de funcionarios y otro 25% de parados... y esto sin incluir los pensionistas y subsidiados de mil estilos. Eso es Andalucía, y eso ni funciona ni puede funcionar jamás.
La siguiente afirmación tiene el mismo problema. El presidente dice que Andalucía apuesta por invertir en educación y mejorar su calidad, y vamos a hacer el esfuerzo de creerle.
Ocurre lo mismo. Andalucía ocupa los peores niveles en calidad educativa de nuestro entorno europeo -incluso africano y asiático- por lo que vuelve a estar claro: lo que están haciendo lo están haciendo mal.
Que cada escolar tenga un ordenador portátil (¿y eso? ¿no son más baratos los de mesa? ¿no podrían llevarse los deberes o lo que sea en un pendrive?) no es sinónimo de calidad de enseñanza. Eso es como decir que programas como ¡Sálvame! o La Noria son telebasura si los ves en una tele analógica y no lo son si lo ves en TDT... lo importante son los contenidos del programa, como lo importante es qué se enseña y de qué manera, no si los alumnos apuntan con boli o lápiz, o si encerado es verde o negro.
Treinta años después es cierto que Andalucía ha mejorado, pero también es verdad que sigue siendo la última de todo el Estado en los item importantes. Eso sólo puede significar dos cosas, o que nuestros gobernantes han sido una pandilla de inútiles que sencillamente se han dejado llevar por la inercia sin aportar nada, o que han hecho cosas, pero las han hecho mal.
¿Hay otra explicación?
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