Si algo bueno está teniendo la publicación de las conversaciones telefónicas intervenidas judicialmente en el transcurso de la Operación Poniente, es que han desvelado que aquello que todo el mundo daba por cierto... realmente lo es.
Si es eso es bueno es porque nos permite descartar como sospecha aquello que en un momento se pudo pensar y luego no aparece por ningún sitio. Es cierto que sólo conocemos el contenido parcial de unas llamadas telefónicas, tan sólo unos 10.000 folios de un sumario en el que se cuentan por cientos de miles, y que del mismo modo estas comunicaciones se intervinieron durante seis meses nada más, mientras que la Operación Poniente en realidad se comenzó a gestar más de dos años atrás.
De esta gota en el mar sí se pueden extraer ciertas conclusiones que, a fuer de ser parciales por lo antedicho, es conveniente insistir en ellas a la luz de lo leído.
Podemos comenzar por constatar que la alianza entre PSOE y PAL iba más allá de la Diputación, y de lo político. Hemos podido comprobar que las llamadas entre ambos eran constantes y que los favores eran continuos.
Lo que no podíamos imaginar es que esta relación llegaría hasta el extremo de que el secretario general del PSOE de Almería, Diego Asensio, advirtiera con cuatro meses de antelación a uno de los hoy imputados y encarcelado, el ex interventor municipal de El Ejido, José Alemán, que en octubre "iría a la cárcel"... como así ha sido.
Tampoco podíamos imaginar que se llegar al extremo de buscar pactos para presentar candidatos de consenso del PSOE en El Ejido y del PAL en Almería.
Por otra parte queda acreditado que sólo si sólo hay un político en prisión, el presidente del PAL y alcalde de El Ejido, Juan Enciso, eso no quiere decir que no vaya a haber más imputaciones. Pero también que no hay ni una línea sobre la presunta financiación ilegal de esta organización, ni se ve la participación directa en todo este entramado de más políticos que le propio Enciso.
Es verdad que ese advierte el "conocimiento" directo e indirecto de lo que estaba ocurriendo en el entorno de Elsur y las subcontratas, pero nada más allá de eso... cierto que no es poco, podría hasta ser considerado complicidad, ya que cualquier persona y más una autoridad -los concejales lo son- tiene la obligación de denunciar la comisión de un delito.
No confundamos pues, y es que una cosa es la Operación Poniente como tal, en la que la investigación se encardina a conocer de una presunta trama de corrupción económica, de saqueo de las arcas municipales, y a buscar los responsables -A TODOS- y meterlos en la trena.
Lo demás da mucho juego mediático, pero no deja de ser accesorio. Incluso detalles publicados sobre las oposiciones no dejan de ser anécdotas, ya que por ejemplo, para que el alcalde ejidense pudiera ser acusado de prevaricación en relación a esto, antes que a él habría que sentar en el banquillo a los miembros del tribunal que hacen las preguntas y las valoran.
Otra cosa que era un secreto a voces y queda desvelado es el control férreo de los medios de comunicación, pero es difícil pensar que el propio alcalde se ocupara de dictar noticias, dar titulares, ordenara intoxicar, o intentar dejar fuera de juego de la TDT Local a la televisión que más apoyo le ha venido dando en los últimos años, aliándose para ello con las del PSOE.
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