Sabemos que a Griñán se la tienen jurada en Almería, pero también es verdad que las cosas se conjuran para fastidarle, para ridiculizarle. Ya no es cosa de que quienes como Diego Asensio aplaudían hasta con las orejas la elección del "Don" Manuel (Chaves) como heredero a título de presidente de este madrileño que siente por Andalucía lo mismo que cualquier paracaidista, que aplaudía digo, hasta que los fue poniendo a cada uno en su sitio y a él, claro, tras los exitazos electorales últimos pues no le reservo un buen lugar. Ahí empezó todo.
Quién sabe si fue por eso que hizo que lo trajeran deprisa y corriendo a inaugurar un parque que es un erial -o algo peor- y que siete meses después de empeñarse sus delegados en Almería en que el Ayuntamiento lo recepcionara, siguen haciendo reparaciones para ponerlo en condiciones de ser asumido por la administración municipal.
Quedarán para la posteridad las palabras de Pepegriñán, en aquel inhóspito lugar, flanqueado por los socialistas almerienses, esos que nunca pierden la sonrisa cuando hay una cámara delante, y que si no la hay ya la ponen ellos, que desde que hay móviles que pagan ayuntamientos, Junta, Diputación y Estado, el que no sube fotos al FB es por tonto.
Pero es que le han hecho otra, y la verdad, es que es mala suerte que viniera a inaugurar la urbanización de los terrenos que ocupa el PITA y ahora es cuando al Ministerio de Industria se le ocurre anunciar a bombo y platillo que va a financiar la urbanización. ¿La urbanización de qué? ¿Pero es que estos señores no se han enterado que Pepegriñán ha inaugurado ya la urbanización, que ha recorrido las calles, y que incluso se ha sentado en sus bancos neorrománticos sostenibles? ¡Pero si hasta invitaron a unos zumitos en una carpa puesta a tal efecto!
Quién sabe si no acabarán saliendo por aquí algunas empresas próximas al PSOE, regadas abundantemente con el maná de las subvenciones públicas, que tengan que rendir cuentas por el dinero que la Junta de Andalucía no controló y que les dieron desde Europa para creación y mantenimiento de empleo. Quién sabe si entonces, y pese a todo, Pepegriñán sonria mirando a Almería.
No hay comentarios:
Publicar un comentario