La Unión de Pequeños Agricultores en Almería, ha dado un grito de alarma, y en este caso no por la agricultura, que es lo más recurrido en nuestra provincia, si no por los ganaderos. Asegura esta organización que los ganaderos están en las últimas, hasta el punto de que según datos que hizo públicos su secretaria general en Almería, Paqui Iglesias, tomando como fuente la Consejería de Agricultura y Pesca, dos tercios de los profesionales de la ganadería han dejado sus explotaciones en 2008. Concretamente, añade la responsable de UPA, actualmente la Administración registra que en Almería hay 1.116 ganaderos, de más de 3000 que había censados.
Como en el caso de la agricultura, el problema de los ganaderos es la baja rentabilidad, agravado por el hecho de que en Almería la inmensa mayoría trabajan con ovejas, y es precisamente el sector ovino el que más afectado se ha visto por el incremento de costes de la producción y el descenso de los ingresos. Como en la agricultura también. A los ganaderos les sube el pienso porque sube el precio de los cereales, pero cuando bajan los herbáceos, eso no se transmite a ellos.
¿Y qué está pasando con estos ganaderos? Pues los que quedan intentan vivir de las subvenciones que, curiosamente, las pueden cobrar tengan o no ganado… cosas que tiene la Unión Europea, y es que es evidente que les interesa que se destruya nuestro sector ganadero para vendernos la leche de las vacas de los países del norte que son los que dominan en este asunto.
Otros, lo que han dejado el sector, pues se han pasado a la agricultura, lo cual no es garantía de nada porque como ya sabemos, ahí también se están pasado dificultades y la renta ha descendido más de un 6%, precisamente por los mismo problemas y desajustes que tiene el ganadero.
La situación de este otro sector económico de la provincia es penoso, pero pasa desapercibido por estar todo focalizado hacia la agricultura, o incluso el mármol y el turismo, pero lo que está claro es que si los ganaderos abandonan su profesión en masa –y sólo así puede calificarse que se queden en la tercera parte- alguna medida deberían estar tomando los gobiernos estatal y autonómico.
Y si el abandono se produce alegando los mismos argumentos de los que se vienen quejando los agricultores, parece que habría que prestar una atención mayor aún a darle respuesta, o nos vamos a ver en 2009 con la desaparición total de la ganadería almeriense, con la desaparición de los frutos secos, y con una precarización del sector agrario como no se ha visto en décadas.
La mayoría de las directrices que organizan todo esto provienen de la Unión Europea y las aplica la Junta de Andalucía. Ahora hace falta que unos y otros luchen por lo nuestro y no se dobleguen a intereses de otras partes de España, como por ejemplo, Cataluña.
Como en el caso de la agricultura, el problema de los ganaderos es la baja rentabilidad, agravado por el hecho de que en Almería la inmensa mayoría trabajan con ovejas, y es precisamente el sector ovino el que más afectado se ha visto por el incremento de costes de la producción y el descenso de los ingresos. Como en la agricultura también. A los ganaderos les sube el pienso porque sube el precio de los cereales, pero cuando bajan los herbáceos, eso no se transmite a ellos.
¿Y qué está pasando con estos ganaderos? Pues los que quedan intentan vivir de las subvenciones que, curiosamente, las pueden cobrar tengan o no ganado… cosas que tiene la Unión Europea, y es que es evidente que les interesa que se destruya nuestro sector ganadero para vendernos la leche de las vacas de los países del norte que son los que dominan en este asunto.
Otros, lo que han dejado el sector, pues se han pasado a la agricultura, lo cual no es garantía de nada porque como ya sabemos, ahí también se están pasado dificultades y la renta ha descendido más de un 6%, precisamente por los mismo problemas y desajustes que tiene el ganadero.
La situación de este otro sector económico de la provincia es penoso, pero pasa desapercibido por estar todo focalizado hacia la agricultura, o incluso el mármol y el turismo, pero lo que está claro es que si los ganaderos abandonan su profesión en masa –y sólo así puede calificarse que se queden en la tercera parte- alguna medida deberían estar tomando los gobiernos estatal y autonómico.
Y si el abandono se produce alegando los mismos argumentos de los que se vienen quejando los agricultores, parece que habría que prestar una atención mayor aún a darle respuesta, o nos vamos a ver en 2009 con la desaparición total de la ganadería almeriense, con la desaparición de los frutos secos, y con una precarización del sector agrario como no se ha visto en décadas.
La mayoría de las directrices que organizan todo esto provienen de la Unión Europea y las aplica la Junta de Andalucía. Ahora hace falta que unos y otros luchen por lo nuestro y no se dobleguen a intereses de otras partes de España, como por ejemplo, Cataluña.
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