Tuvimos el honor en Noticias de Almería en ser los primeros en dar el balance que el consejero Manuel Recio tenía en sus manos tras la investigación interna que afirma haber realizado su departamento, sobre los llamados "EREs falsos".
Y si lo hicimos fue gracias al Twitter y al Facebook. De hecho, en el titular de la información destacamos que presentaba allí los resultados antes que hacerlo en el Parlamento de Andalucía, o en una rueda de prensa. y eso está muy feo.
Como comprenderán no seré yo quien critique la utilización de internet ni de las redes sociales por los políticos, pero se me ocurren varias razones para por lo menos cuestionar determinado uso.
No parece correcto que se cuelguen en internet unos datos reclamados incluso vía parlamentaria, antes de que éstos lleguen a él. Como tampoco parece que sea muy correcto colgarlos y punto, cuando de haber mediado una rueda de prensa habríamos podido preguntarle más de una cosa al consejero... así, nada de nada. Es como si se escondiera en su perfil virtual, harto de que le de palos por este tema.
La versión de su FB dejaba muchas preguntas en el aire, y podemos cuestionar si el objetivo era ese, no tener que responderlas.
Primero en el Parlamento o en rueda de prensa, luego en la red, ese debería ser el orden correcto en la acción política. Esa es la transparencia, no lo otro.
Y en el ámbito de la educación, algo que se está imponiendo y resulta ser muy poco respetuoso es la costumbre de ver a concejales, parlamentarios, diputados, senadores... con el móvil en las manos mientras están en las sesiones. Se agradece que nos tengan informados, vale, pero es una falta de respeto observan como están muchas veces de cachondeo, bromeando, escribiendo tonterías en el Twitter o en el FB atentos únicamente a levantar la mano cuando toca votar. Eso sí, cobrar no lo hacen de modo virtual.
También hay que analizar si la inmensa mayoría de eso mensajes en las redes sociales no constituyen en el fondo una malversación, ya que entre todos pagamos sus cuentas de teléfono, pero para que lo usen en sus tareas de gestión, no para contarnos que están en una fiesta, tomando una cerveza, de viaje, en el partido, o si vienen o van o qué música les gusta.
Sí hay que reconocer que en el PSOE suelen controlar sus perfiles en las redes sociales de un modo más personal que en el PP. Quitando contados ejemplos como el caso de Carlos Sánchez (pte. de NNGG de Almería y candidato en las municipales) o Manolo Guzmán (también en la lista), el resto de concejales de la capital se ponen tan de perfil en su perfil que lo lógico es pensar que no son ellos quienes están detrás.
Entre los socialistas hay tal interés en las redes sociales y en la fuerza de internet, que el propio senador y secretario provincial del PSOE Diego Asensio parece el community manager de un diario digital de Almería, ya que es el encargado de "menear" todas las noticias que sacan del PSOE. Por contra, en el PP, las noticias son movidas desde los distintos perfiles, y da la impresión de haber una competición interna a ver qué blog es el más visitado.
Lo más curioso de todo es que con esta fiebre que tienen todos por internet, sea éste medio el que menos inversión publicitaria recibe (no sólo a nivel local), y eso que resulta ser el más exacto en el control de la audiencia. Todo se andará.
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