Cuando Luis Rogelio Rodríguez se presentó por primera vez como candidato a la Alcaldía de Almería -hace ya una década de aquello- llevaba en su programa la iniciativa -no cabe calificarlo de otra manera por una mera cuestión de competencias- de construir un nuevo hospital de 300 camas. Para ello, se recurrí a recalificar un solar público, de tal modo que con el dinero que generara la venta de la mitad del mismo a un promotor, se financiara la edificación.
Aquello fue descalificado duramente por el PSOE e IU, utilizando dos argumentos aunque sólo nos detendremos en el de la innecesariedad del mismo, dejando al margen el manido "pelotazo" sin pruebas que suele acompañar las críticas siempre que hay este tipo de contraprestaciones urbanísticas.
El caso es que el PSOE tuvo que asumir que, efectivamente, en Almería hacían falta más camas hospitalarias, pero con tal de no aceptar la idea del PP, su apuesta fue la construcción de un materno-infantil que engordara aún más esa mole que es el Complejo Hospitalario Torrecárdenas.
Aquella promesa se hizo en 2006, la licencia municipal se concedió en 2010, en diciembre debían haber comenzado las obras cuya terminación prevista es junio de 2014. Lo único que por ahora hemos visto es una maqueta del edificio y unos carteles electorales del PSOE en el que el centro se daba como una realidad; también hemos visto un proyecto tan mal redactado que tuvo que ser rechazado por que -por ejemplo- el ancho de los pasillos no permitía el giro de las camillas entre otras muchas cosas, y hemos visto como se ponía la primera piedra y luego se paraba la obra, que comenzaba el movimiento de tierras, y se paraba la obra, y hasta trasladar un poste de tendido eléctrico suponía meses de paralización... hasta que al fin nos enteramos de que sencillamente la Junta de Andalucía no tiene dinero para pagar a la empresas constructora.
Debería responder la consejera de Salud, María José Sánchez Rubio dónde está el dinero que se presupuestó en cada anualidad para esta obra si dicha inversión no se ejecutó, o explicarnos cómo desde 2009 -al menos, y tres años después de la promesa- se han ido licitando cosas sin que existiera la partida correspondiente en el presupuesto autonómico. O una cosa o la otra.
Pero ya el colmo es escuchar a la consejera decir que sí, que el hospital materno-infantil "es prioritario" pero que "no sería verdad" decir que se va a construir "ahora mismo". La pregunta entonces muy sencilla, tanto como la respuesta ¿es prioritario o no es prioritario? Si lo es, han de buscarse recursos para hacerlo, y si no lo es, pues no lo es y se aparca hasta tiempos mejores. O una cosa o la otra.
Lo cierto es que el hospital debía estar listo en tres años y medio (2011-2012, 2013, y mitad de 2014) y cuando ya nos acercamos al final de la tercera anualidad, no se ha hecho nada de nada ni este año se hará nada de nada. En el supuesto de que el Gobierno andaluz lo incluyera en los presupuestos de 2014 -cosa altamente improbable a la luz de esas manifestaciones- no estará acabado hasta finales de 2018.
Lo cierto es que el hospital debía estar listo en tres años y medio (2011-2012, 2013, y mitad de 2014) y cuando ya nos acercamos al final de la tercera anualidad, no se ha hecho nada de nada ni este año se hará nada de nada. En el supuesto de que el Gobierno andaluz lo incluyera en los presupuestos de 2014 -cosa altamente improbable a la luz de esas manifestaciones- no estará acabado hasta finales de 2018.
¿Y si tal vez el Gobierno andaluz hubiera aceptado la idea del PP de hace dos lustros, en la que el coste era cero para las arcas autonómicas?
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