En las últimas semanas en Noticias de Almería hemos puesto de manifiesto que la situación del Cortijo del Fraile no es ni remotamente el único caso espeluznante de desprotección del patrimonio histórico-artístico. pero no parece que eso le importe mucho a nadie. Es triste.
Escuchar al consejero Luciano Alonso hablar sobre el Cortijo del Fraile es para echarse a reir... o a llorar, no sé, pero desde luego a la parlamentaria de Izquierda Unida por Almería Rosalía Martín, no le impresionó la respuesta a pesar de ella pedía la expropiación del inmueble ante la reiterada desobediencia de la empresa propietaria del lugar en el que se desarrollaron los terribles sucesos que el universal Federico García Lorca reflejó en "Bodas de sangre". El consejero no respondió a esa petición y se limitó a poner sobre la mesa que habían multado siete veces a los propietarios, y que estos no habían pagado ninguna de ellas... y se quedó tan pancho... o sea, que la Junta de Andalucía te multa siete veces, no pagas ninguna multa y la administración ni te apercibe de embargo ¿no? Buenos saberlo... a no ser que la cuestión sea que aquello que se hace con cualquier ciudadano no se hacen con determinadas empresas, y es que claro, embargar este bien supondría que la Junta tiene -en cumplimiento de su propia legislación- que reconstruirlo y mantenerlo. Y eso es caro.
Pero ya digo, Martín pedía la expropiación, y Alonso sólo supo reconocer la inoperacia de la Junta en este asunto, pero claro, la parlamentaria se quedó conforme.
Lo que llama la atención es que el Palacio del Rey Chico en Fuente Victoria se está viniendo abajo, pero la Junta de Andalucía mira para otro lado... la Junta y el PP, y el PSOE, e IU... ¿el motivo? Pues ni idea.
Y qué decir del yacimiento arqueológico de Villaricos, en cuyo entorno se va a poder construir después de que la Junta de Andalucía perdiera en los tribunales dos veces frente a una mercantil dedicada al ladrillo. No sólo que perdiera, si no que además en el TSJA le echan una bronca a la letrada por lo mal que ha presentado el recurso de casación que sólo ha permitido darle la razón a la empresa.
Se trata de tres elementos declarados Bien de Interés Cultural por el Gobierno andaluz, y así vemos en qué consiste esa protección, en nada. En el último caso, incapacidad profesional para defender una protección, en otro sencillamente pasividad, y en el primero desidia.
Añadamos otra información aportada por Noticias de Almería en 2013, y es que la Legión fue llevada a hacer prácticas de tiro en combate en otro BIC, el poblado de las Minas de Alquife... y a pesar de ser informado el Gobierno Andaluz, pasó del tema.
Y mientras la antigua estación de ferrocarril sin ser declarada BIC... pues tal vez esa sea la mejor manera de garantizar su protección, porque ya vemos qué pasa a los "protegidos".
Por cierto, también están los engaños, como el del Toblerone, que la Junta se llenaba la boca de alegar que lo protegía, y cuando lo derriban descubrimos que esa protección es inexistente, que sólo aparece en un listado de patrimonio histórico, y que no tiene ningún valor su inclusión ¿entonces para qué está?
Nadie pide explicaciones y nadie las da.
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