Hablaba el alcalde, Luis Rogelio Rodríguez, en la presentación del programa de feria, que la de 2009 era de "transición", habida cuenta de que el próximo año se trasladará ¡al fin! al nuevo recinto. Ahí el alcalde buscaba cubrirse las espaldas ante lo que ibamos a descubrir, y es que faltaban casetas, tanto en la feria de noche como en la de día, y quizá en algún caso, la excusa de la crisis no iba a ser suficiente para justificar lo que ocurría.
De tal forma nos encontramos con la crisis y el traslado eran esas situaciones que hacían de esta una feria particular, de transición.
El PSOE se lanzó a descalificarla de modo general, sin prácticamente más base ni argumentación que la poca presencia de gente en ella. Bueno, sí, descubrimos que el presidente de la Diputación, Juan Carlos Usero, se siente intimidado por la presencia de policías, por lo que pensamos que quizá prescinda de sus escoltas de ahora en adelante.
Si nos vamos a los hechos, a los datos, observamos que diseccionando la feria podemos encontrarnos con elementos difícilmente cuestionables, y que en conclusión no permiten decir de esta semana que ha sido la peor en muchos años.
Miremos en el programa de actos. Ha habido para todos los gustos, como es habitual, ha habido primeras figuras del flamenco, del rock, el pop, de fusión... y hasta el concierto estrella de la despedida de Miguel Ríos, como años atrás fue el de Sabina y Serrat...
Si en ese aspecto la feria, sinceramente no merece reproches puesto que ha tenido el nivel habitual (alto en mi opinión, pero en cualquier caso similar al de otras ediciones, por tanto no es ni mucho menos el peor) sí que ha tenido menos actividades paralelas en los barrios, que han seguido cubiertos, pero en menor medida. Esto último sería la única queja que puede hacerse llegar a los organizadores, y tampoco es gran cosa.
Otro aspecto a mirar es el del orden público en general. No ha habido grandes altercados ni por la noche ni por el día, no ha habido quejas por los ruidos, ni por la limpieza de las zonas, ni por los autobuses, ni por los aparcamientos, ni por atascos... no es que todo haya sido maravilloso, que no, pero si llega a ser caótico, si llegar a ser esta realmente la peor feria en muchos años, al menos contaríamos con abundancia de protestas vecinales por esos asuntos. En ese sentido, hay que apuntar que ha sido todo mejor que años atrás, quizá precisamente por haber menos casetas y menos público, es posible, pero el resultado es el que es.
Es cierto -ultima cuestión- que ha habido menos casetas y menos ambigús, pero también es verdad que ni el alcalde ni la concejal Lola de Haro pueden ir poniéndole una pistola en el pecho a quien no quiere instalarse. Es por eso que esto, que sí podría ser criticado, no es culpa ni responsabilidad de los organizadores, y en todo caso, lo fuera o no, tampoco parece que esto le haya preocupado mucho a los ciudadanos que se divertían.
También es verdad que las críticas del PSOE era como para callarse. A ver, si ellos no ponen caseta, si además, las instituciones que controla el partido tampoco ponen, pues no pueden quejarse de que hay menos casetas. Es más, de las casetas particulares, de las privadas, sólo ha fallado una ¡una!.
Esto recuerda además, a aquella feria en la que la serpiente informativa giró sobre el "patrocinio" de los abanicos del Ayuntamiento por parte de un medio de comunicación. Algunos nos quejamos de aquello, no nos gustó en términos generales, y menos aún por el hecho de que el PP, recién llegado al poder municipal, le estaba dando bolilla, cancha, cobertura, a un grupo mediático que les había linchado, y ahora ellos volvían a darle cuartelillo convirtiéndoles en medio "oficialista". En fin, no es cuestión de seguri ahondando en el tema, pero lo cierto es que en esta feria la Diputación se ha vinculado a ese mismo grupo mediático... y nadie ha dicho nada... vamos, nadie de los que antes criticó lo de los abanicos.
Objetivamente la feria no ha estado mal en ningún aspecto, y sólo la crisis es la que ha provocado que acuda menos gente a la calle a gastar dinero en cerveza y vino, por que los columpios estaban llenos, los conciertos... llenos, las actividades lúdicas... al completo...
Que podría haberse hecho mejor algunas cosas, pues sí, y hemos apuntado alguna, pero ni remotamente la descalificación del secretario general del PSOE, Diego Asensio, se sostenía cuando íbamos por la mitad de la semana y además ellos, los socialistas, han hecho todo lo posible por joderla.
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