Pónganse en situación. Campus de la Universidad de Almería. Te van a dar un diploma por haber logrado uno de los mejores expedientes académicos de la Facultad de Ciencias de la Salud, y han venido tus padres, algún abuelo, tu pareja, tus amistades... Y además, en ese mismo acto se homenajea a profesores que te dieron clase y ahora se jubilan, por los que la comunidad universitaria siente respeto.
Insisto, pónganse en situación, y recuerden las fotos publicadas por toda la prensa, con la decana, miembros del rectorado, autoridades políticas como el delegado de Salud... Un día muy especial.
Un día tan especial, que el invitado de honor es el doctor y profesor universitario Rafael López Guerrero, que hablará de "Relaciones humanas en el campo de la salud". La cosa promete.
Pues ahora piensen que a la semana de producirse ese solemne evento, un periodista llama a la Universidad para preguntar sobre ese conferenciante y no recibe respuesta aclaratoria sobre lo que quiere saber. Imaginen que días después mantiene alguna conversación informal con alguien de la UAL y le reconoce que hay "nerviosismo" sobre el motivo de las cuestiones planteadas, pero oficialmente nadie dice nada.
Ya no hace falta que imaginen más, porque saben que Noticias de Almería publicó que este tal López Guerrero, no era ni había sido nunca profesor universitario, y que carecía de doctorados, siendo únicamente licenciado en Derecho. Esa información copiada por más de una docena de medios de comunicación, citándonos a veces, y otras veces no.
Nueva llamada a la UAL. Queremos saber quién invitó personalmente a López Guerrero y cuando le pagaron. Tal vez sea cosa del tiempo cuántico, pero la respuesta que tendríamos esa misma tarde aún no ha llegado, por lo que intuimos que aquel día aún no ha concluido y no perdemos la esperanza.
Seguimos aportando información entre tanto. Contamos que fue denunciado por falsedad documental e intrusismo profesional antes de ser invitado por la UAL, pero el silencio de los responsables universitarios se mantiene. Mostramos los títulos de doctorado y explicamos cómo se compran, cuanto cuestan y qué son en realidad la Buxton University y la Canterbury University, radicada una en las islas Seichelles y la otra en Singapur... y hasta recogemos como un fiscal afirma sin dudarlo que el comportamiento de López Guerrero es "inmoral y rechable". Y el silencio sigue.
La Universidad de Almería debe una disculpa a los profesores jubilados que se han pasado años y años estudiando y transmitiendo su conocimiento, y luego le han traído a un personaje que se compra los títulos a pares.
La Universidad de Almería debe una disculpa a los estudiantes que se han esforzado por sacar las mejores notas, y le han traído como ejemplo a un charlatán de feria.
Porque con ser grave todo lo anterior, hasta podría entenderse que la UAL no revise el currículo de todos y cada uno de sus conferenciantes y lo contrastara; pero lo más grave es que alguien debe ser responsable de que un licenciado en Derecho ofrezca una conferencia magistral sobre relaciones humanas en el campo de la salud. Y más grave es saber que los congresos y simposios frecuentados por el ilustre ponente universitario, versan sobre el cráneo de los extraterrestres, sobre la existencia de Dios, sobre "otras realidades", sobre el "universo inteligente"... sobre el tiempo cuántico... en algún sitio debió conocer a quien le invitó, esa persona que le invitó debió hacerlo seguramente cargada de admiración, y eso es preocupantes, que alguien a quien se considera un respetable miembro de la dirección de la comunidad universitaria, se mueva en esos ambientes pseudocientíficos y luego ilustre a los jóvenes cada día en las aulas.
El rector, Pedro Molina, como cabeza visible de la UAL debe una disculpa a profesores y alumnos, y decir como el Rey "lo siento, me equivoqué, no volverá a ocurrir".
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