El PSOE tiene un problema que resolver




El congreso provincial del PSOE de Almería se ha resuelto de modo más que satisfactorio para su reelegido secretario general José Luis Sánchez Teruel, ya que el respaldo logrado es de los más altos de sus colegas en Andalucía y por encima del propio secretario general del PSOE-A, el tal Llamadmepepe.
En cualquier caso, lo que resulta evidente es que tiene a un tercio del partido en contra, y eso es mucho, y es más si se tiene en cuenta que el porcentaje es similar o superior en el resto de provincias a nivel local, y que el congreso de El Toyo reflejó una situación equiparable en el conjunto andaluz. Dicho de otro modo, existe una base sólida que rondaría el 40% de críticos con el actual PSOE que ha querido construirse el presidente de la Junta de Andalucía, y esa es una cifra que sólo conduce a dos escenarios posibles, uno es la integración y otro el suicidio cainita.
El Gobierno andaluz lleva paralizado desde el mismo día en que se conformó, sin hacer nada de nada, limitándose a ser la contestación a las decisiones del Gobierno central, pero incapaz de nombrar sus delegados provinciales porque todo está pendiente de que Llamadmepepe decida a quién premia y a quién castiga. Es por eso que no ha habido nombramientos antes del congreso andaluz, y que tampoco los ha habido hasta que pasaran los provinciales, es decir, hasta que todos se retrataran.
Una vez más este madrileño a quien nos dejó en herencia el ceutí, someten los intereses de Andalucía a los del Partido Socialista, y una vez más eso supondrá que la elección de delegados -y demás cargos de libre designación- no dependerán tanto del mérito y la capacidad, como de la sumisión y la fidelidad al líder (ni tan siquiera a un ideario o unas siglas).
Si Sánchez Teruel lamina a los críticos, supone que prescinde de un tercio del partido justo en un momento en que el PP pasa por grandes dificultades por tener la responsabilidad de Gobierno, y justo también cuando el PP-A entra en una fase reconstituyente, y no hay que olvidar que el PP de Almería parece haber tocado techo electoral.
Es ahora cuando el secretario general debe tener la suficiente mano izquierda para acometer una integración de la mayoría de los críticos que refuerce y de solidez al proyecto para encarar cualquier eventualidad.
No hacer esta integración supondrá encaminarse por la misma senda que el tal Llamadmepepe, que comenzó el congreso con el 95%, siguió con el 70% y acabó con algo más del 60%, para acto seguido ofrecerse como candidato para dentro de cuatro años... ¿y eso es haber tomado nota? ¿después de que por primera vez en la historia el partido que dirige pierde las elecciones, justo cuando él toma el mando (es cierto que gobierna, pero sentirse satisfecho es sólo reconocer que el objetivo es mantener el poder por encima de cualquier otra circunstancia)?
En el caso de Almería -y aunque no conozco a fondo lo que ocurre en otras provincias entiendo que debe ser equiparable- los críticos son grupúsculos enfrentados entre sí, y hasta individualidades que buscan recobrar un protagonismo que no les corresponde a esta alturas. Ellos también tienen que depurarse en nombres e ideas, porque ni todos los críticos están con el madrileño Gaspar Zarrías, ni todos los oficialistas con el madrileño Pepegriñán y eso el almeriense Sánchez Teruel debe tenerlo sobre la mesa.

No hay comentarios: