No hay dinero (2)




Es verdad que cuando el gobierno de Mariano Rajoy clama “no hay dinero” no lo hace mirando a Europa, y sí mirando a quienes tienen enfrente, que son la oposición política y la masa social. Es verdad que esa frase es capaz de entenderla cualquiera, pero tiene el riesgo de que nos preguntemos quién se lo ha llevado en vez de cómo salimos de esta, y porqué para salir hemos de pagar todos la fiesta que se han dado quienes nos robaron.
Lo que no resulta comprensible es que en los ciudadanos, “paganos” de los recortes, se manifiesten junto a quienes han provocado la actual situación a base de irresponsabilidad manifiesta y reiterada.
Como decía en un artículo anterior, hace mucho tiempo que “no hay dinero” en las empresas, que se ven obligadas primero a despedir y luego a cerrar, y no lo hay en los hogares, cada vez más numerosos aquellos con todos sus miembros en paro y sin un mísero euro que convertir en comida, y tampoco los hay en los bancos cuyo agujero es más profundo que la fosa de las Marianas, y no lo hay en las administraciones públicas.
Por eso es escandaloso que el ex ministro Valeriano Gómez, que ya demostró su indecencia pasando en una semana de estar al frente de una manifestación contra la política del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, a formar parte de su gabinete, suba a la tribuna de Congreso a lamentar que Rajoy reduce las subvenciones a los sindicatos. Pero que morro hay que tener... si lo que tenían que hacer estas centrales es renunciar de modo unilateral a sus asignaciones y a sus liberados, porque tendrían asumir que ellos no pueden costar un euro al Estado mientras haya un solo parado para el que no haya dinero.
No es posible que quienes sostenían que las entidades financieras españolas eran solventes, y que incluso nombraron al máximo responsable del Banco de España y por tanto quien debía dar fe de ello, acudan a una manifestación en la que se reclama pasar a cuchillo a esos directivos bancarios y a los políticos que nos engañaron. Pero bueno, también quienes va esas manifestaciones piden que no se de ni un euro a los bancos, y llevan codo con codo a los inventores del FROB, a los que comenzaron a dar dinero a esas entidades.
Del mismo modo no puede ser serio que quienes pusieron en marcha el Plan E (con sus fotocopiadoras y farolas) y defiende la inversión pública en infraestructuras como motor para salir de la crisis, luego, en Andalucía, corten drásticamente ese presupuesto.
Es inaudito que quien le bajó el sueldo a los funcionarios y dio el visto bueno a que algún ayuntamiento hiciera un ERE permitiéndole bordear la ilegalidad, ahora se sume a la manifestación contra quien les ha quitado una paga extra (que por su naturaleza es coyuntural, en tanto que la bajada es indefinida), y roza la repugnancia que nos enteremos de tapadillo que esos mismos que ahora agitan a los empleados públicos contra el Gobierno central por retirar la paga doble de la Navidad callaran ante la decisión del Gobierno andaluz de retirar la de verano.
Pero lo que tampoco pueden hacer los funcionarios es reclamar comprensión del resto de la clase trabajadora, que ha ido empobreciéndose año a año, que ha ido sufriendo la lacra del desempleo año a año, y parecía que la crisis no iba con ellos hasta que... les llegó también.

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