Extremismo socialista

Desde que Felipe González perdiera las elecciones antes José María Aznar, el PSOE no ha vuelto a ser el mismo. Bueno, tampoco es que el PSOE de González tuviera mucho que ver con el que le precedió, pero es el que hemos conocido en vivo y en directo, y la verdad, sin él, todo resulta extremadamente disparatado.
Mientras González logro revalidar una y otra vez mayorías absolutas incluso cuando la corrupción devoraba las entrañas del Estado y era nauseabundo el olor de las cloacas, y eso se debió en gran medida a que con su "cambio" prometido y tras la defunción de la UCD, el PSOE se convirtió en un partido de masas conquistando al votante centrista (aunque no pasara lo mismo con los jerifaltes ucedistas).
Ahora el PSOE es un partido instalado en el extremismo constante y en todo. Es un partido que no aceptaba desde el gobierno nada que viniera del PP, y es el que desde la oposición se niega a dar ni el más mínimo reconocimiento -mucho menos apoyo o colaboración- al gobierno, y anuncia una y otra vez la futura derogación de todo lo que se aprueba por una mayoría absoluta más que cualificada.
Pero el colmo de esta situación no es ya su participación en la actividad política si no lo que está ocurriendo de puertas para adentro, y me refiero a sus continuas lecciones de democracia interna.
En una ocasión alabé que, pese a todos los defectos, me gusta la viveza de la militancia socialista, sus debates, e incluso sus luchas, porque eso demuestra que hay vida ahí dentro, y aunque es obvio que el aparato de un partido es lo que es, y que eso pasa en todos, insisto en preferir ver a las bases discutiendo si les gusta tal o cual, que esperar que el dedo divino desde Madrid designe al ungido. No me detendré en ese punto laudatorio y paso directamente al crítico.
No entiendo ese afán por dar lecciones y querer imponer como norma obligatoria para todos los partidos, lo que ellos deciden desarrollar en su organización, y mucho menos tras las experiencias vividas.
El PSOE descubrió las elecciones primarias y casi las impone por ley, cuando ellos eligieron así a un candidato (Borrell) y luego lo defenestraron para colocar al del aparato (Almunia), y cuando ellos han evitado hacerlas para la elección de candidatos a la presidencia de comunidades o alcaldías. Las han evitado o directamente impedido.
¿Recuerda alguien primarias para Chaves, Griñán... o alguien cree que las habrá con Susana Díaz? Puede que haya una simulación en diferido como diría María Dolores de Cospedal, pero no más.
Ante el desastre de la gestión de Zapatero el partido debía pensarse si realmente las primarias son un sistema adecuado para elegir candidato, pero en vez de eso, da un paso adelante y convoca unas primarias en las que puede votar todo el mundo... usted también.
¿No se puede caer en el riesgo de elegir a una persona demagoga, una persona con buena imagen, con buen talante... en vez de a un buen gestor?
Zapatero carecía de la mínima experiencia de gobierno o de oposición más allá de calentar un escaño en el Congreso algunos años, y eso fue algo que nos costó muy caro a todos. Eso sí, la marca ZP, la ceja, las ensoñaciones... todo eso fue bonito mientras duró, que fue mientras hubo dinero para gastar, y una vez gastado, el caos.
El PSOE desconoce la humildad, y por eso les está costando tanto recuperarse electoralmente. Querían dar lecciones de economía al día siguiente de hundirnos en los abismos, y lo mismo les pasa ahora con las primarias abiertas... que es como un paso más hacia esa nada...
Eso no es abrir el partido, eso es cargarse el partido. Así lo venía a sostener Juan Carlos Ibarra en laSexta al afirmar que "ese no es el partido en el que yo empecé a militar". Entre otras cosas comentaba quién decide quienes son los candidatos ¿los medios sacando y preguntando? ¿lo decidirá un lobby ajeno al partido? ¿que ciudadano se puede permitir recorrer España para pedir el voto, un millonario tal vez, un empresario...? ¿qué cara se le pondrá al militante de toda la vida cuando ve que con cuatro sonrisas y cuatro entrevistas un recién llegado es el líder? ¿quién compondrá el equipo de ese candidato elegido en primarias? ¿lo hará él y seguirá poniendo el partido en manos de gentes ajenas al mismo? ¿o lo hará el partido y provocará una fricción entre candidato y equipo...?
En fin, que las dudas que planteaba Ibarra no son pocas, y como mínimo es para pensárselo antes de ir dando lecciones de democracia, antes de ir diciendo que deberían hacerlo los demás... González fue presidente sin primarias y Zapatero con primarias ¿de quién cree usted que tiene mejor recuerdo el PSOE? Aznar que fue designado por Fraga ganó a González, y Rajoy designado por Aznar ganó a Rubalcaba...

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