La pregunta de si la Operación Poniente debía tener reflejo en la Diputación Provincial tuvo la inicial respuesta del vicepresidente de la institución Luis Pérez, en el sentido de que una cosa era el Ayuntamiento ejidense y otra la institución supramunicipal.
A estas alturas sigue sorprendiendo que Pérez hiciera aquella afirmación, y en hora y media le enmendaran la plana, como ocurriría luego con el tema del personal de confianza del PAL, que de mantenerse "por no ser de partido y ser de la confianza del equipo de Gobierno" pasó a ser destituido de modo fulminante.
Existe una explicación para esto, pero no podemos encuadrarla en la categoría de noticia, y sí en la de especulación, basada en opiniones muy fiables, pero imposible de contrastar su veracidad más allá de la confianza que ofrecen las fuentes.
Tenemos el dato objetivo de que entre las 20 personas detenidas, sólo hay un político, el alcalde ejidense y presidente del PAL Juan Enciso, que a su vez es el presidente de Elsur. Ninguno de sus concejales ha sido detenido, y eso que el alcalde en funciones, el concejal delegado de mantenimiento (enlace entre el Ayuntamiento y la empresa investigada) Ignacio Bereguel, y la concejal de Hacienda Maricarmen Fernández, tuvieron que dar el visto bueno una y otra vez a esas abultadísimas e injustificables facturas que hemos podido ver reproducidas mil veces.
A ese dato objetivo añadamos otro no menos relevante, y es que las sedes del PAL no han sido registradas y que se sepa tampoco han sido rastreadas sus cuentas. Y no sólo no se ha detenido, es que tampoco se ha interrogado ni nada que se le parezca a ningún dirigente del partido (más allá de su presidente, Enciso), quedando al margen de todo por ejemplo su secretario general y diputado provincial José Añez.
Apuntan a que la ruptura fulminante del pacto va por los derroteros de que el PSOE "cree o sabe" que entre el medio centenar de personas que están siendo investigadas podrían resultar detenidas, o sencillamente podrían aparecer relacionadas de "alguna manera" en la Operación Poniente, y que cuanto antes pongan tierra de por medio, menos les salpicará.
Puede que el PSOE tenga información privilegiada o puede que no, pero también es significativo que ante las decisiones que se toman en Almería respecto a este asunto, luego lleguen órdenes desde Madrid conminando al cese inmediato de todo pacto, alianza, relación... con el Partido de Almería en la Diputación, donde ninguno de los dos diputados está ni tan siquiera entre los sospechosos.
No olvidemos tampoco que la ruptura del pacto de Gobierno no plantea a partir de ahora un camino de rosas ni mucho menos para el PSOE. Hasta el momento, los diputados del PAL estaban atados a los socialistas, y por tanto, obligados a apoyarles, pero a partir de ahora, en cada votación el presidente Usero -en realidad el vicepresidente Luis Pérez- tendrá que fajarse con Añez y Díaz para conseguir sus votos, y unas veces los tendrá y otras no... con los presupuestos a la vuelta de la esquina.
Al PSOE de Almería le interesaba mantener el pacto diez y once meses más, y al PAL también. Por tanto, está dentro de lo posible que la reacción política ante la Operación Poniente haya sido fruto del espanto, del miedo escénico de quien sabe hasta donde puede llegar la mancha de aceite y ha querido poner un cordón sanitario.
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