En esta época de crisis económica, cuando además nuestra agricultura se está viendo especialmente resentida, el turismo se convierte en un gran aliciente, y por tanto FITUR debería haber sido algo más animoso que en ocasiones anteriores, pero me cuenta que no, que al menos lo que se refiere a Almería está como apagado, nublaillo, vamos.
Y la cosa es saber el motivo. Cierto es que este año el Patronato de Turismo no ha pagado el viaje a una ingente delegación de medios de comunicación para hacer algo tan absurdo como informar en Almería de como se "vende" la imagen de la provincia al Mundo. Aún así, el desplazamiento de los almerienses con cargo a esta institución ha salido por 35.000 euros ¿Por cuanto salía entonces la broma antes?
Aquello creó algunos vicios que a día de hoy se siguen produciendo, y que no son otra cosa que esos premios que se entregan "allí" a gente de "aquí" por su trabajo en el tema turístico. A esas entregas llenas de besos y agradecimientos, sólo asisten los medios de comunicación almerienses, y esa información sólo llega a Almería... ¿es justificable todo el gasto que lleva aparejado esto?
Pero añadamos los videos promocionales. Sin duda quienes los hacen tienen muy merecido lo que cobran por ellos porque suelen ser excelentes, sólo que una vez estrenados en una pequeña sala de FITUR en la que quienes asisten al evento ya conocen lo que están viendo, en la mayoría de los casos acaban en un cajón olvidados.
Este año cuentan que la cosa está más fría, y es que claro, sin tanto medio de comunicación local... pues falta público.
Quizá sea que todo esto se está haciendo de modo más profesional, aunque todavía acudan muchos de los que no tienen nada a lo que ir, de los que van a pasar un par de noches fuera de casa, a ver si pillan el partido de fútbol de tal equipo, o acuden a cierta obra de teatro, o se reunen con fulano o fulana (en el sentido no peyorativo del término) para ver tal cosa, o tienen una reunión de partido formal o informal... o sencillamente para tomarse cuatro copas en o fuera del hotel.
Hubiera estado bien, por ejemplo, ver juntos al presidente de la Diputación, Juan Carlos Usero, y al gerente del Patronato de Turismo, Antonio Cantón, ambos concejales socialistas de la capital, pero ambos con deseos de ser los candidatos a la alcaldía de la capital. O al menos había que ver la cara del que ya se sabe candidato junto a quien ya se sabe no-candidato.
A eso es a lo que se iba a FITUR, a esos cotilleos de pasillo, a ver cómo el alcalde de Almería, Luis Rogelio Rodríguez, del PP, abandona la sala en la que el consejero de Turismo y Deporte, el socialista Luciano Alonso, presenta la Escuela Pública de Golf que irá -eso dice- en El Toyo II que está en la capital. O se iba a escuchar como el senador y alcalde de Gádor del PP Eugenio Gonzálvez, alaba el stand que ha hecho el Patronato que depende de la Diputación socialista. O se iba a decirle a la concejal de Turismo de Almería, María Vázquez, que si quiere promocionar la capital por internet... que cuente con algún medio digital de la provincia (es para lo que yo habría aprovechado FITUR, claro) o es un contrasentido.
Ahora es distinto. La crisis quizá tiene la culpa de que FITUR, por lo que a Almería respecta, se esté haciendo más profesional.
Pero vamos, que lo de ir a por la "Q de calidad" deberían hacérselo mirar las instituciones públicas y privadas... por mucho que sea en el Bernabeu... ¿compensa comprar una Q o una bandera azul? ¿no se invierte mejor ese dinero de otra forma?
De todas formas -y es sólo un consejo- sería interesante que los almerienses nos enteráramos de qué hace el Patronato de Turismo fuera de nuestras fronteras provinciales.
Turismo... ya se sabe.
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