Lo más importante del debate entre Rubalcaba y Rajoy es precisamente que se ha realizado. Es el quinto debate entre candidatos a la presidencia del Gobierno central en toda nuestra historia democrática, y por eso ha sido importante.
Por otro lado, cada cual ha estado en su papel, han sido como se esperaba que fueran, sin más sorpresa que la de descubrir que quien tantas veces ha sido portavoz del Gobierno en realidad, lo que quería ser es periodista, y en cuento ha tenido delante al futuro presidente del Gobierno, no ha querido dejar pasar la oportunidad de entrevistarle.
Obviamente lo que Rubalcaba buscaba no era otra cosa que acorralar mediante preguntas a su contendiente, pero al tratarse de un "mero aspirante" el pedirle tantas explicaciones, al presuponer en voz alta qué hará o dejará de hacer Rajoy, lo colocaba automáticamente como presidente. Hasta tal punto ocurrió así, que tras el intermedio, el socialista si bien no cambió de estrategia, la moderó y hasta incluyó eso de "si es que gana", seguramente por consejo de sus asesores.
Rubalcaba se mostró como su lema de campaña, peleón, pero le valió de bien poco ante la serenidad de Rajoy; serenidad argumental, porque nervioso estaba y mucho. El movimiento de los ojos, de manos, la búsqueda de papeles sobre la mesa, e incluso los errores de dicción, demostraba que el candidato popular estaba nervioso en los primeros minutos del debate.
El socialista apareció desde el principio más tranquilo, más directo, más llano, más cercano. Pero todo eso acabó jugándole malas pasadas. Así, se burló de que Rajoy manejara datos ("datillos" los llamó)... algo que no es aceptable saliendo de la boca de alguien que pide nuestra confianza para que le dejemos gobernarnos, y tuvo que acabar reconociendo "errores" en los gobiernos de Zapatero en los que ha estado hace cuatro días, siendo incapaz de explicar lo fundamental: porqué no ha hecho lo que promete que hará.
El primer bloque, el económico, acabó dejando noqueado a Rubalcaba, y no era para menos tratándose de empleo y economía. A partir de ahí ya fue un paseo para Rajoy, que estaba más tranquilo, y acabó logrando que se percibiera como la actitud provocadoramente incisiva de su oponente como una permanente insidia.
Si nos atenemos al clásico "fondo y forma", el candidato popular en términos generales fue superior en el fondo al socialista, ya que fue capaz de proponer más medidas, de hacerlo de un modo más ordenado, con una argumentación más didáctica, al tiempo que golpeaba al socialista con su responsabilidad en el desastre económico-social que tenemos en estos momentos; frente a eso, Rubalcaba reconoció errores, no respondió sobre acusaciones directas y sólo hizo algunas propuestas poco consistentes.
En la forma, el socialista no leyó y eso le permitió parecer más seguro que Rajoy, fue más de titulares, con más estrategia. Pero esa "forma" no fue suficiente para vencer el "fondo" del candidato popular.
Lo triste es ver cómo los debates se pactan hasta el extremo de que asuntos como la corrupción -hablamos del caso Güertel que ha llenado portadas de periódicos durante varios años ya, o del caso Campeón en el que está directamente implicado el ministro Blanco y es tema informativo durante las últimas semanas- no ha aparecido, y sí un absurdo desencuentro dialéctico sobre la supresión de las diputaciones que no merece más de dos líneas de programa electoral, mientras que seguimos sin saber como manejarán Rajoy ni Rubalcaba la derrota de ETA, que es tema crucial en la próxima legislatura (después de 40 años matando, tal vez hubiera merecido algo más de tiempo, pero claro, Rajoy no quería sacarlo por si Rubalcaba se colgaba medallas, y Rubalcaba no quería sacarlo por si Rajoy le recordaba los GAL, así que callaitos).
ANÉCDOTAS:
-Cunero: Rubalcaba no es andaluz, pero da igual, es diputado por Cádiz. Pero es curioso que cuando lo dijo, Rajoy dijo conocer bien la provincia y citó de paso cuatro pueblos... pero dos de ellos -Cazalla y Constantina- son de Sevilla... si él falló, también lo hizo el "gaditano", que debía haberle corregido y no lo hizo porque sin duda no tiene ni idea, ni la tiene ni le importa no tenerla.
-Carpeta: ¿Recuerdan la carpeta azul de Aznar? Pues la Rubalcaba era roja.
-Gráficos: Los debates Rajoy/Zapatero fueron prolíticos en gráficos, pero en esta ocasión el único que los tenía era Rubalcaba. Con su capacidad manipuladora, falseó el de seguridad ciudadana, ya que sacó pecho de la caída de la delincuencia y cuando el líder del PP tiró de datos oficiales, él sacó el gráfico que decía justo lo contrario... por lo que tuvo que aclarar que eran las muertes violentas las que habían descendido.
-Sanidad: Rubalcaba se quejó de que el PP quiere que los enfermos graves vayan a los hospitales públicos... la pregunta que Rajoy no le hizo fue que entonces dónde quería que fueran.
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