El caso Aureliano


Sin lugar a dudas estamos ante el “caso Aureliano”. Está clarísimo. El secretario general del PSOE de Almería, José Luis Sánchez Teruel, acertó de plano al denominar “caso Aureliano” a lo que todos llamábamos “caso facturas”.
Acertó de pleno por que ha sido Javier Aureliano García -Aureliano para sus enemigos- quien ha desvelado las irregularidades que se habían producido en el Patronato de Turismo de la Diputación de Almería bajo mandato socialista.
Es el caso Aureliano, precisamente porque sin un vicepresidente en la Diputación como Aureliano, no se habría descubierto que se habían cargado al Patronato facturas por viajes no realizados o efectuados por personas distintas a las que oficialmente figuraban inscritas.
El caso Aureliano, ese caso al que Sánchez Teruel no le daba la menor importancia, ese caso menor, ese caso inexistente desde el punto de vista penal, ese caso que sólo se sostenía en la malvada intencionalidad del vicepresidente de la Diputación por manchar el buen nombre de su antecesor socialista, ese caso, el caso Aureliano, ya tiene a una persona en prisión incondicional, que es el representante legal de la agencia de viajes que llegó a facturar casi medio millón de euros de modo irregular -ya veremos si también ilegal, de momento irregular está claro que fue el procedimiento-, y los imputados siguen acumulándose a la puerta de los juzgados. Si inicialmente eran el socialista Luis Pérez como vicepresidente de la institución y responsable directo del Patronato, y su gerente Francisco Iglesias, luego se añadió la secretaria, y ahora hemos conocido que también las esposas de Pérez e Iglesias, y además, una pareja de amigos del dirigentes socialistas que buscaba el lunes el cariño facial de la precandidata a liderar el PSOE-A Susana Díaz en su presentación en Almería.
Es decir, el caso Aureliano acumula ya un preso preventivo y siete imputados más. Si duda, Aureliano merece que este caso lleve su nombre, porque sin coger los papeles y llevarlos a la Fiscalía personalmente no nos habríamos enterado de nada.
Entre las cosas que se han conocido está que Luis Pérez se llevó a su esposa de viaje Edimburgo a costa del Patronato, pero si esto puede ser criticable o no (habrá quien piense que eso tampoco es tan malo) lo que parece injustificable es que lo hiciera mediante “simulación en diferido”, es decir, ocultándolo hasta que le han pillado.
Pero el caso Aureliano suma al caso Auditorio, del que también intentó hacer más leña de la cuenta el secretario general de los socialistas de Almería empujado por quien últimamente tanto y tan mal le influye. El tema del Auditorio quedó judicialmente zanjado cuando los tribunales dijeron que, efectivamente, desde el Ayuntamiento de Roquetas no se utilizó el procedimiento adecuado para adjudicar la ampliación del proyecto, pero de esa cuestión administrativa a plantear un caso penal va un abismo que una y otra vez y en distintas instancias los juzgados han dicho que no, que no hay delito penal, que nadie se ha llevado dinero, que no hay malversación, que no hay prevaricación... pues caso Auditorio archivado.
Eso sí, el caso Aureliano... sigue abierto.

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