Cuando abro los periódicos provinciales y veo páginas y páginas de publicidad de la Junta de Andalucía, a pesar de su escasa difusión (el que más... 7.000 ejemplares diarios según OJD) no sé si reir o llorar. Tal vez llorar porque la administración autonómica en manos del PSOE castiga sin ese maná a quienes mantienen criterio propio, o tal vez reír, pensando en que como aquellas constructoras que antaño todos veíamos crecer y crecer a base de obra pública, luego las hemos visto caer por culpa de los impagos de los ayuntamientos o la propia administración autonómica.
No sé si esa publicidad la llegarán a cobrar algún día, aunque conservo la copia de una adjudicación en materia de publicidad en la web de un periódico local en un momento en que dicho medio no tenía sitio en internet.
A quienes sí les paga el Gobierno andaluz es a los sindicatos, y ya vemos que muy bien. A nuestros dos paisanos en Sevilla, Francisco Fernandez y Pepe Ginel, la cosa les ha estallado en las manos, y aunque del segundo nada puede decirse más allá de que como secretario general en Almería "algo debía saber", del virgitano es obvio no sólo que sabía si no que participó directamente en lo que es presuntamente una gran estafa. Curiosa estafa eso sí, ya que el estafado podría ser cómplice de la misma, basta recordar como nuestro presunto paisano Manolo Recio no ha logrado aclarar ante la Cámara de Cuentas los dos millones que le dio a UGT en su época de consejero.
La Junta también paga, por ejemplo, becas a unos alumnos a los que luego no encuentra para que devuelvan el dinero por no haber ido a clase.
Pero claro, para que todos estos cobre, alguien tiene que quedarse sin hacerlo. Así vemos que a la Diputación de Almería le deben más de 14 millones de euros en convenios mediante los cuales es la institución provincial la que presta unos servicios que corresponden a la autonómica, y la autonómica ni los presta ni los paga.
Así vemos también que al Ayuntamiento de El Ejido le pide por carta que renuncie a la asignación que le hizo para ayuda a domicilio, y todo después de haberle concedido su parte por el Decreto de Exclusión.
Es curioso escuchar a la consejera de Salud, María José Sánchez, y a su delegado en Almería, Alfredo Valdivia, diciendo que "la Junta construirá el Materno-Infantil" para a reglón seguido reconocer que no tienen ni un euro, y que va a ver si la Unión Europea (esa a la que le han estafado con los ERE fraudulentos) se lo paga. A ver, si lo paga Europa lo construye Europa... a ver si lo que buscan es que Europa les de la pasta y... si-te-he-visto-no-me-acuerdo.
Ahora el Gobierno andaluz quiere acudir al Plan de Pago a Proveedores para pagar sus deudas con otras administraciones. Es decir, quiere que otro le pague la fiesta y seguir bailando.
Pero lo peor es que ya hemos visto como funciona esto; lo vimos con el anterior Plan, que permitió pagar las deudas de la Junta con el sector farmacéutico, y ahora están otra vez en unos niveles de deuda insostenibles. No han cambiado, no han mejorado, no ha servido de escarmiento.
La diferencia entre el antes y el después, es que ahora la Diputación de Almería y los ayuntamientos grandes de la provincia o las farmacias, son quienes se endeudan para cumplir con sus proveedores y asumen los costes financieros, mientras la Junta sigue tan ricamente. En el momento en que esta deuda sea satisfecha por la administración autonómica porque el Estado le presta a ella ese dinero finalista, será ella quien tenga que pagar a los bancos con sus intereses correspondientes.
Pero como los ingresos son los que son y sus gastos son los que son, no tardará en volver a producirse una nueva deuda (sumada a la bancaria). Una deuda que no lo será para todos, porque unos cobran y otros no. Cuestión de prioridades, ya saben, el sindicato antes que la autovía, la publicidad antes que el hospital, las asignaciones a los grupos parlamentarios antes que la ayuda a domicilio... prioridades...
1 comentario:
Cuanta razón tienes paisano.
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