Canción triste en El Ejido

Pues es triste. Una vez más El Ejido se convierte en portada de medios de comunicación por algo negativo, y eso es triste. Como lo es que una vez más sea un alcalde aclamado elección tras elección por sus vecinos, y que lleva en el cargo "toda la vida", Juan Enciso, se ve arrastrado por un caso de corrupción.
Es verdad que podríamos decir que es una alegría ver que el Estado de Derecho funciona, pero que funcione, y que nos alegremos de que funcione, no quiere decir que sus resultados nos tengan que alegrar por lo que ello significa.
Habrá quien diga que "se veía venir", pero estará mintiendo y sólo apuntándose a un carro en el que nunca han ido montados. En el Partido Popular había cundido el desánimo, como en Izquierda Unida al haber pasado dos años desde que pusieron en conocimiento de la Fiscalía Anticorrupción lo que estaba ocurriendo en la empresa mixta Elsur... y no haber señales de investigación.
De vez en cuando en el PP y en IU filtraban que la investigación seguía abierta, para acto seguido llegar Enciso y negarlo. Y mientras... nada. Insisto, había cierto hastío en estas formaciones políticas, hasta el punto de intuir que algún tipo de mano negra tenía el asunto parado, y para ello aludían al pacto PAL-PSOE.
Y es que esa es una de las claves en la actualidad. El PSOE ya ha dicho que rompe el pacto en la Diputación, lo que significa unicamente que José Añez y Ángel Díaz, los dos diputados provinciales, uno concejal en El Ejido y otro en Dalías, se quedan sin cargo en el equipo de Gobierno, pero ya está.
Cómo son las cosas, ni Añez ni Díaz han sido detenidos ni interrogados, pero son las primeras víctimas políticas de todo esto. De todas formas, las repercusiones que esto tenga en la gobernabilidad de la Diputación, ya que mientras sigan siendo diputados podrán seguir dando su voto favorable a las iniciativas del presidente socialista Juan Carlos Usero, y por tanto el PSOE ni siquiera necesitará a IU... que además sería insuficiente con su diputado para una mayoría absoluta.
Nada más va a pasar en la institución provincial. Algunos cambiarán de despacho, algunos asesores acabarán su contrato... y nada más, la estabilidad de la presidencia está garantizada, como ya avanzó Añez al estallar el escándalo.
Pero hay un dato altamente significativo en todo esto y que no debería dejarse pasar a la hora de analizar las ramificaciones políticas. A estas horas el único político detenido es Juan Enciso, el alcalde, y todos sus concejales están en libertad. Los detenidos son el interventor José Alemán -que hace días estaba preocupado por que "me quieren meter en la cárcel" según le dijo a alguien con quien comitó en el restaurante La Costa de El Ejido- y empresarios como José Amate y Juan Antonio Galán.
Las peticiones del PP de que Usero deje la presidencia de la Diputación por estar "manchado" por el PAL no tendrán éxito ninguno, y sus intenciones de que el asunto acabe salpicando al consejero de Innovación Martín Soler (inspirador del PAL como herramienta para desgastar al PP) tampoco tendrán resultado. La política es así, un juego de poderes que va más allá de la ideología. Pero cabría recordarle al PP y al PSOE en este caso, que ambos deben ser muy comedidos en sus expresiones y en sus actuaciones, ya que no pueden exigir a otros lo que son incapaces de aplicarse a sí mismos.

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