Pedía el secretario provincial del PSOE de Almería, Diego Asensio, que al alcalde, Luis Rogelio Rodríguez, se le viera más ilusionado con la firma que tiene lugar el viernes en relación al soterramiento de las vías férreas a su paso por la capital.
La respuesta del alcalde ha sido clara. Ha dicho que está ilusionado pero tiene los pies en el suelo y teme que esta obra se vaya a eternizar.
Pues tampoco lo entiendo. No entiendo que al alcalde le pueda ilusionar lo que firma el viernes.
Como diría Jack "el destripador", vamos por partes:
-Lo que se firma es la constitución de una empresa para financiar el proyecto. Sólo se firma eso.
-La firma llega después de que se retrasara uno o dos meses sobre la fecha prevista, y cuando el propio alcalde se entera por la prensa del día y la hora en que se llevará a efecto.
-El modelo de soterramiento no es el que quiere ni el alcalde, ni el PP ni ningún partido político ni ninguna organización social, que era -no lo olvidemos- un soterramiento "total".
-Los retrasos habidos hasta el momento, la falta de una cronología de trabajo a desarrollar tras la firma de la constitución de la empresa, y el aviso oficial de que si el tren llega antes de que se haga el soterramiento se construirá una estación provisional, hacen prever que esto va para algo más que muy largo.
-El Ayuntamiento de Almería es la única administración que tiene en el banco depositado lo que tiene que poner para esta obra, y ya le avisa el propio Asensio que tendrá que poner más, en tanto que Fomento se limita a pagar lo que cuesta llevar el tren al centro de la ciudad sea o no soterrado -ese no es su problema y no pondrá ni un euro para ello- y la Junta pondrá -dice- lo mismo que el Ayuntamiento. Pero es que el Ayuntamiento además tendrá que urbanizar toda la superficie.
En serio, no entiendo que ni con los pies en el suelo como el alcalde ni con la cabeza en las nubes como Asensio, la firma ilusione a algún almeriense.
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