Los últimos datos revelados por el SPEE sobre el número de parados que soporta España son algo más que preocupantes: son mentira.
El número real de desempleados es considerablemente superior, muy superior, y con ser grave, lo peor es que la inmensa mayoría de ellos no perciben ni un solo céntimo de prestación, están en la indigencia o se abocan a ella sin más remedio que la caridad familiar, si es que las hay... la caridad y la familia.
Cuando para algunos la cifra mensual de parados no daban para más que una columna en página par, en el Diario de Almería que yo dirigía empezamos a abrir portadas con aquel tema precisamente porque nos dimos cuenta de que cómo iban cambiando las cosas, de cómo la provincia que decía ser motor de la economía andaluza estaba cambiando su tendencia para ser la que más desempleo generaba a pesar de mantener el liderazgo en la tasa de actividad.
Desde hace un año aproximadamente, lo que ha venido interesándonos en Noticias de Almería es la falta de cobertura económica para quienes se quedan sin trabajo, y así hemos titulado en más de una ocasión sobre el número de ellos que hay en la provincia. Pero lo que demuestra esta situación crítica es el gráfico que publicábamos días atrás elaborado por Javier Menezo, en el que podía verse cómo la distancia entre el número de parados y el número de quienes perciben algún tipo de subsidio es cada vez mayor. Dicho de otro modo, aumentan los parados, pero cada vez son menos los que cobran el paro.
Más de 30.000 parados almerienses no recibe ni un céntimo a final de mes... y cada vez son más.
Entre otras razones son más porque el número de desempleados es mucho mayor del reconocido.
El PP decía en la oposición que el dato fiable sobre el paro era el de Eurostats, y ese, en este momento desconozco cual es, como tampoco sabemos la cifra que dará la Encuesta de Población Activa (EPA), pero ambas, siempre, son superiores a la del SPEE.
Pronto comenzaremos a ver que el número de personas inscritas en el SPEE y el de la EPA es más divergente.
Llega un momento en que a la desesperanza de encontrar un trabajo por la vía oficial -apuntarse al paro- se une la innecesariedad de estar en ninguna lista puesto que ya no hay subsidio que recibir.
Bajará la cifra SPEE y subirá la EPA.
Durante mucho tiempo... cuando se hacían contratos... casi nadie llegaba a las empresas con la cartilla del paro en la mano, y lo que ocurría era que antes de firmar, el trabajador acudía a la oficina del INEM y se apuntaba, volvía a la empresa y comenzaba a trabajar.
Cuando ya no necesitas estar apuntado para firmar un contrato, cuando no necesitas estarlo porque ya no cobras nada, cuando sabes que nunca te ofrecerán un trabajo ajustado a tus posibilidades... pues es absurdo.
Cada vez hay más personas con ganas de trabajar que no se apunta al paro, y de los que hay apuntados muchos lo hacen sólo para poder cobrar el subsidio, pero al ser de larga duración y perder ese derecho, también van dejando de existir para la estadística.
Hay muchos, muchos, muchos parados, y cada vez en situación económica peor.
Pero la solución no es dar más subsidios, la solución es generar las condiciones adecuadas para que se genere empleo, y para que no se pierda el que hay.
Por eso, si es duro que de una empresa de 200 obreros vayan 150 a la calle, hay que pensar en que 50 mantienen su trabajo, y en que mientras esa empresa esté abierta y bien gestionada, podrá plantearse crecer, y con ese crecimiento volver a ampliar plantilla. Sin duda al empresario le resultaría más rentable a corto plazo echar a los 200 -y serían 200 parados en vez de 150 y la imposibilidad de que esa empresa creciera porque sencillamente no existiría-, y meter en el banco el dinero que le quede, pero eso no es lo que haría un empresario.
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