Me costaba trabajo ver a la parlamentaria y senadora del Partido Popular Rosario Soto defender con vehemencia a la necesidad de que hubiera un almeriense en el Consejo de Gobierno andaluz para que alguien se preocupara por los intereses de esta provincia.
Me costaba trabajo porque, sinceramente, que haya alguien en el PP que piense que un socialista sentado en el Consejo de Gobierno defiende los intereses de Almería por encima de los de partido, se me antoja contradictorio. No sé, tal vez es que el PP cree que el secretario general del PSOE de Almería, José Luis Sánchez Teruel habría sido un buen defensor de los intereses de esta provincia, y se antoja sorprendente si la propia parlamentaria critica la gestión de Manolo Recio al frente de la Consejería de Empleo en la misma rueda de prensa, o si tiramos de hemeroteca y leemos las críticas a los ex consejeros Martín Soler y Fuensanta Coves.
¿A qué viene la indignación? Es incomprensible a menos que como señalamos, uno piense que un consejero socialista de Almería defenderá mejor los intereses de esta provincia que el grupo de parlamentarios del PP por esta provincia. Si una es parlamentaria por Almería y es del PP, lo normal es que le importe un bledo de donde es el consejero, y que lo que le importe es que el Gobierno gobierne bien y para todos... y más si a nadie en el PP le ha preocupado que José Antonio Griñán fuera madrileño, si no le ha importado que Manuel Chaves fuera ceutí, si no les ha importado que Zarrías no fuera andaluz, ni Coves, ni Recio, ni Aguayo... pues si no importa todo esto ¿por qué sí importa que no haya un almeriense? ¿por qué si los almerienses aportaron tan poco -según el PP- a Almería ahora resulta que es terrible que no los haya?
Es divertido leer la decepción de COAG, de ASAJA, de UPA, de la Cámara de Comercio... por que no hay un consejero de Almería. Pero qué poca memoria... ¿qué hicieron por Almería los consejeros socialistas de Almería? Es lamentable ver como se prestan organizaciones y personajes presuntamente serios a este tipo de juegos como si no se acordaran esos consejeros a los que criticaban... como si es que Coves, Soler y Recio hubieran hecho algo por la Autovía del Mármol, por el PGOU de Almería, por los hospitales, por la agricultura... ¿lo hicieron?
Lejos de la interpretación inicial de Soto, la realidad es bien distinta. Los socialistas siempre construyen sus gobiernos atendiendo a criterios de tensiones internas, unas veces vinculadas a personas y otras vinculadas a territorios, y eso es lo que ha ocurrido aquí. No hay más que eso.
Lejos de poder interpretarse como un desprecio de Andalucía a Almería, se trata en realidad de un desprecio, pero del PSOE de Andalucía al PSOE de Almería, de la constatación del nulo peso que tienen los socialistas almerienses en su formación a nivel autonómico.
A no ser que el PP entienda que el PSOE y la Junta de Andalucía son una misma cosa, y que además Andalucía como entidad política es en sí igual a Junta de Andalucía y a PSOE, sus afirmaciones son del todo erradas.
Como es habitual, el PP le hace el juego a su enemigo -así son ellos- y mientras el PSOE ataca a Rajoy y al PP pero no ataca a España ni a La Moncloa, los populares se siguen situando permanentemente como una cosa ajena a esta entidad política en la que quieren gobernar, y por tanto autoexcluyéndose.
Pero lo peor no es eso, lo peor es que el PP le acaba haciendo el juego a alguien que ha hecho una campaña durante casi dos semanas para poder colocar a su hombre en el Consejo de Gobierno de Susana Díaz, y hasta se fue allí a darle un beso en su investidura, y todo con la promesa de que se vuelva a cumplir lo que reflejan las conversaciones de la Operación Poniente. "A punta pala, a punta pala".
¡Pero tan difícil de entender es que todo esta indignación no es más que una manipulación con el bussines mediático de fondo! ¿De verdad que nadie se ha dado cuenta de la campaña de promoción? ¿por qué no se hizo lo mismo cuando Griñán nombró su gobierno sin almerienses? ¿qué diferencia había?
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