No aguanta ser figurante quien durante tantos años ha sido figura. Martín Soler quiere volver a ser secretario general provincial del PSOE de Almería, quiere volver al momento inmediatamente anterior a cuando fue nombrado consejero del Gobierno de Andalucía por Manuel Chaves. Quiere volver y nadie se lo va a impedir.
En el PSOE, aunque en voz muy bajita, hay muchos que reconocen que entre Soler y su sucesor Diego Asensio "no hay color". No entremos en comparaciones concretas, que tampoco hay que hacer sangre.
Más del 54% de los lectores de Noticias de Almería creen necesario un congreso extraordinario del PSOE almeriense tras el cese como consejero de Soler, pero precisamente por eso, porque esta decisión del secretario general del PSOE Andaluz y presidente del Gobierno, José Antonio Griñán, daba la impresión de que pretendía forzar una regeneración del socialismo almeriense, pero parece que no.
Los cambios en las delegaciones provinciales de la Junta de Andalucía no están siendo profundos, y por mucha cara de cesado que presente Miguel Corpas, ahí está, ahí sigue y ahí seguirá.
Soler sabe que exiliado en Almería, o se rearma o lo pierde todo. Y es que para él estar en un puesto, por alto y bien remunerado que sea, pero en el que no aparezca a diario en la prensa, carece de valor; y si a eso le unimos la más que difusa posibilidad de que el PSOE vuelva a ganar las autonómicas, dándole tiempo así a recuperar posiciones a lo largo de seis años para estar en el puesto de salida más importante del socialismo andaluz, pues no debe extrañarnos el camino que quiere emprender.
Lo que ocurre es que hay otro hombre, Manuel Recio, en quien Griñán ha fijado sus ojos, pero que al ser consejero en la actualidad no entraría en el juego de ser secretario provincial, que sería un cargo a su medida de cara al congreso ordinario.
Forzar un congreso extraordinario para recuperar todo el control del partido sería fácil para Soler antes de que acabe el año. Los días pasan en su contra, y sólo recuperando el puesto que Asensio le dejará sin dudar un sólo instante, podrá volver a ocupar el lugar que él entiende que debe tener en el socialismo andaluz.
No sólo es que estas y otras cuentas se estén echando en el PSOE de Almería, es que... ¿acaso alguien piensa que Martín Soler se va a quedar quietecito mirando el tendío?
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