Hará ya cuatro años que fue inaugurado el Parque de el Boticario, en el camino de Loma Cabrera, y desde entonces quienes lo visitan están condenado a morir de sed. Es más que curioso que desde el primer día las dos zonas de que se compone contaran con aseos, y que éstos tuvieran agua con el cartelito de advertencia de que no se puede beber. Y más curioso que la zona de columpios cuente con innumerables fuentes como la que aparece en la foto, pero todas ellas secas, hasta sin caño. Probablemente para cuando quieran ponerles agua ya estarán inservibles.
La única culpable de la situación es la Junta de Andalucía, que nunca ha dado respuesta pese a las innumerables veces que se le ha preguntado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario