El primer detalle que no pasa inadvertido es que aquí ha habido cualquier cosa menos prisa por parte de los ayuntamientos. En su descargo hay que señalar que la iniciativa "zapateril" ha sido tan "urgente" en su convocatoria y en sus plazos que sólo en aquellos casos que los consistorios tuvieran previstas las actuaciones y hasta proyectadas, era prácticamente imposible llegar a tiempo a la presentación... así se previó y así se dijo (constancia de ello hay en este blog).
Otro detalle que no pasa tampoco inadvertido es que revisando las adjudicaciones ya realizadas descubirmos algo también anticipado, y es que no se harían adjudicaciones públicas con libre concurrencia, tal como manda la ley de contratos de las administraciones públicas. En unos casos se ha utilizado el contrato de obra menor (a dedo) y en otros el "negociado", pero nunca un contrato tan transparente como cuando se hace por la vía habitual (no es que estos sistemas no sean legales, que lo son tanto como los demás, pero obviamente dan más manos libres a la hora de las adjudicaciones a quienes tienen que decidir).
No hay comentarios:
Publicar un comentario