Depende, todo depende

Obviamente todo depende de quién diga las cosas y a quién. Un alcalde, por ejemplo, puede además ser presidente de la Federación Española de Municipios y Provincias, y llamar "tontos de los cojones" a los que no piensan como él y a los que no votan a su partido. Y ni dimite, ni le echan, ni le recriminan... los suyos piden comprensión ante una expresión fruto del ardor del debate.
Pero hete aquí que alguien que no es de ese partido, que es del partido de los "tontos de los cojones" se le ocurre decir a los otros, a los "listos" que si es que no saben leer... y se arma la mari-morena. Pero qué falta de respeto a sus señorías...
La duda es si la ofensa de "¡es que no saben leer!" es grave por decírsela Rajoy (PP) a los de Zapatero (PSOE), o si la gravedad reside en que a los ciudadanos nos pueden llamar "tontos de los cojones" pero sobre sus señorías no se puede ser tan sarcástico como para soltarles lo de analfabetismo funcional... cuando la gran mayoría ni son universitarios ni tienen estudios que acrediten que sí saben hacer la o con un canuto. 
A ver, que darle al botón del voto sí que saben... ¿o no recuerdan la habilidad de aquel diputado almeriense capaz de pulsar tres o cuatro a la vez para cubrir la ausencia de sus compañeros y que el PSOE no quedara en minoría en las votaciones? De aquello hay fotos, y hasta "los tontos de los cojones" que no saben leer lo vieron.


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