Menos da una piedra

Después de las reuniones de las direcciones del PP y el PSOE con sus alcaldes para conocer como acceder a la lluvia de millones prometida por el Gobierno Zapatero, las cosas han quedado como estaban. Por una vez, han sido más las ganas del PSOE de encontrar oposición, que de la oposición ejercitarla.
Esto es lo que ha ocurrido con esos 8.000 millones que el Gobierno central tiene previsto destinar a los Ayuntamientos españoles para que hagan obras, y de esta manera paliar en algo el desempleo que se está generando.
El Partido Popular ya ha dicho lo que tenía que decir, que es mucho dinero para en el mejor de los casos dar trabajo sólo a 300.000 personas, pero lo cierto es que sus ayuntamientos se han puesto en marcha para presentar proyectos y reclamar lo que les corresponda.
En el caso de Almería ha sido también así, pero se ha dado la circunstancia de que tras criticar el portavoz municipal Pablo Venzal, esta cuestión, el portavoz…. O no…. Del grupo municipal socialista, José Antonio Amate, criticó sus palabras y pidió al alcalde, Luis Rogelio Rodríguez, que le reprendiera, y acto seguido enumero algunos proyectos que se podrían hacer en la capital gracias a los más de cien millones de euros que este ayuntamiento podría recibir.
Por otra parte, es muy lógica la idea de Venzal de aplazar al entrada en vigor de los presupuestos municipales, habida cuenta de que la nueva ley va a permitir destinar recursos propios a fines distintos de los previstos, gracias a las inversiones del Gobierno español. ¿Se opondrá el PSOE? ¿Y como es algo tan coherente no ha sido pensado por otros ayuntamientos...? ¿... quizá es que no pensaban cumplir los presupuestos y por eso da igual ocho que ochenta?
Claro, el alcalde no rectificó a su concejal, y lo que hizo fue explicar que precisamente esperan poder presentar muchos proyectos por un valor que supera la cantidad asignada, porque precisamente los tenían preparados para ejecutarlos por sí mismos, y este dinero les va a venir muy bien. Además el alcalde insistió en las mismas críticas que Venzal a la iniciativa de Zapatero.
Y es que lo uno no quita lo otro. Parece como si a los socialistas les haya sentado mal que los ayuntamientos del PP se hayan puesto las pilas para acelerar la redacción de proyectos que les permitan acogerse a la nueva ley.
La ley es en sí misma fuente de problemas, lo cual es contrasentido. El motivo es que todas aquellas empresas a las que la administración municipal les deba dinero desde hace tiempo… un año… dos… esas van a seguir sin cobrar, porque el dinero que llega del Gobierno central irá a las que nuevas empresas que se contraten para la obra nueva. Además, mientras quizá a esas a las que se les debe desde hace tiempo ganaron un concurso, la cuantía de las nuevas permite la adjudicación directa sin concurso… a dedo, vamos.
Por otro lado, las empresas están obligadas a contratar personal que esté en paro, por lo que acabarán echando a su personal para volver a contratarlo. O incluso se dará la circunstancia de la creación de empresas ex profeso para este fin.
Esto son sólo algunas pequeñas pegas que tiene la ley, fruto de su improvisación como fácilmente puede verse. Mucho más se habría ayudado a los ciudadanos si, por ejemplo, ese dinero se hubiera destinado a pagar las deudas de los ayuntamientos con su proveedores y evitar así la quiebra de tantas y tantas pequeñas empresas, y es que en Almería los embargos han crecido un 122 % en un año.
Poco, tarde, y mal, pero como suele decir… menos da una piedra.

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