Dubai es uno de los siete Emiratos Arabes Unidos, y uno de los más prósperos, puesto que ha sabido no sólo ser un foco financiero de referencia, si no también se ha hecho con una imagen cada vez más afianzada en lo que podríamos llamar como turismo exclusivo o VIP. Pero para que todo el mundo sepa qué es Dubai, se pueden citar dos referencias, una de ellas es el edificio más alto del mundo, el Burj, pero también las Palm Islands o islas palmera... un archipiélago artificial en forma de palmera cuyas islas se venden al mejor postor.
Pues allí es donde la Cámara de Comercio está convencida de que tendría éxito la hortaliza almeriense, y para ello planean hacer llegar en aviones palés y palés de tomates y calabacines. Bueno, de la idea sorprenden varias cosas, como por ejemplo, qué les animaría a comprar esos productos a los almeriense cuando pueden comprarlos de Marruecos o Argelia, o incluso a Egipto, si es que les negamos a ellos capacidad económica para montarse todos los invernaderos que quieran.
Es curioso que desde la Cámara de Comercio están convencidos de que esto puede ser un buen negocio y dediquen a ello mucho tiempo, y mucho dinero, porque cada viaje a Dubai sale por un pico. Uno de los viajes -ni el primero ni el único- ha tenido como destino la Feria WOP.
Parecería más lógico pensar que en un país como este, tiene más interés por el lujo que destila el mármol de Macael, con su blancura imposible. Y ciertamente es así, ya que desde 2006 una empresa como Cuellar Arquitectura que dirige el actual presidente de la Cámara de Comercio Diego Martínez, busca hacer negocio allí, por ejemplo asistiendo a la Big Five Show. Al año siguiente la Cámara apadrino la asistencia a esa misma feria con idéntico objetivo.
Ahora, en 2009, la institución apuesta por llevar la producción hortícola a ese país. Un cambio evidente de estrategia... primero les queremos vender mármol y luego tomates... o quizá siempre se les ha querido vender lo mismo... o quizá... pues eso.
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