Está claro que lo que no quería Rubalcaba era que pudiéramos comprobar si tenemos un Gobierno que nos miente o no. Él argumenta que es cuestión de seguridad, pero obviamente es lo contrario.
En Almería, el subdelegado del Gobierno, Miguel Corpas, ha declarado que "no existe un incremento alarmante de robos y atracos", pero no explica la mayor, y es qué considera él como "alarmante". Si no sabemos que es para él "alarmante" no sabemos nada. Es más, puede que el número en que se incrementa no sea "alarmante", pero sí lo sean sus características (la violencia empleada en ellos, por ejemplo).
Veamos el siguiente análisis estadístico:
Durante el mandato de Felipe González la criminalidad se multiplicó por tres, pasando de 616.649 delitos y faltas en 1982 a 1.695.248 en 1996. En el último año de gobierno de Gonzalez el aumento de la delincuencia alcanzó el 5,7%.En Almería podemos darnos por satisfechos de que han "desaparecido" los llamados "murcigleros", y hay que felicitar a quienes lo han hecho posible, incluídas las autoridades políticas correspondientes, que no siempre tiene que llevarse los palos.
Por el contrario, el crecimiento de la criminalidad en el conjunto de los ocho años de gobierno de José Maria Aznar apenas alcanzó el 2,5 por ciento y como ya hemos señalado con un decrecimiento en el último año completo de su gobierno. Esto significa que si con Felipe González el aumento medio anual de infracciones fue del 13,5%, los gobiernos del Partido Popular redujeron esa tasa a un media del 3% anual.
En relación a la evolución del número de delitos, excluidas las faltas, la diferencia es aún más notoria entre ambos periodos. Así, el incremento del número de delitos es diez veces superior con los gobiernos socialistas que con los gobiernos populares. Mientras que con Felipe González el crecimiento de los delitos fue del 108%, con los Gobiernos de Aznar ese aumento fue del 9%.
Por otra parte, esas mismas autoridades debían ser conscientes de que en esta provincia el paro se está dejando notar de un modo especialmente duro, y afecta especialmente a los inmigrantes. En ese caso hablamos de personas sin regularizar, quienes ni tiene trabajo, ni dinero, ni posibilidades de regresar... y sí tienen mucha desesperación. Que se lo pregunten a los agricultores.
El problema es que a estas alturas no se ha visto ni una sola iniciativa para prevenir esto que se nos puede venir encima... eso sí es inseguridad ciudadana.
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