Prueba de que el Gobierno es consciente de que no hay quién les crea, es que mientras hacía estas afirmaciones, el secretario de Estado mostraba ante las cámaras la carta enviada.
Es conveniente recordar varias cuestiones importantes, como el hecho de que Andalucía no tiene voz propia en esa negociación, a pesar de tener competencias exclusivas en agricultura y comercialización, y el hecho de que hasta el momento nada de lo pactado con Marruecos se ha cumplido por su parte, sin que las pírricas sanciones le hayan hecho desistir de seguir saltándose los acuerdos a la torera.
Nuestros vecinos del sur han puesto en regadío 700.000 hectáreas que tenían de secano, que vienen a sumarse a las que ya tenían. Para hacernos una idea... Almería tiene unas 30.000. Es decir, más producción a precio más competitivo ¿y Europa va a renunciar a eso?
Además hay otros detalles que siempre conviene tener en cuenta cuando se habla de estas cosas con Marruecos, como por ejemplo... los flujos inmigratorios tanto de sus nacionales como de quienes llegan de otros países para llegar a este continente desde sus costas... o las presiones sobre Ceuta y Melilla... o el terrorismo islámista (Europa ahí se equivoca con Marruecos y con su reyezuelo... así nos va, pero no se enteran), o la entrada de hachis... Todo esto se pone sobre la mesa cuando se negocia con el sátrapa alauita, y a veces parece que nuestro gobierno cree que ofreciendole unas dosis de "alianza de civilizaciones" les vamos a tener contentos y nos van a dar una de besitos...
España será inflexible hasta que deje de serlo. Y lo peor es que si enfrente de la mesa de negociación hay todo lo mencionado, a nuestro lado tenemos por ejemplo... la pesca gallega y vasca... o la agricultura catalana... y estas comunidades sí tienen unos gobiernos (socialistas en dos casos y nacionalista en el otro) que tienen absolutamente claro que lo más importante es la defensa de los suyos, y que si para ello han de enfrentarse al jefe de Madrid... pues se enfrentan.
Desgraciadamente Chaves no es ni Touriño ni Montilla.
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