Que las listas las carga el Diablo es algo que saben los aparatosos, es decir, los que están en los aparatos de los partidos políticos, y sirven para premiar y castigar. A veces también sirven para mostrar indiferencia, o incluso para poner a prueba. Lo dicho, que las carga el Diablo, en estos momento felices para los que sí están, es de bien nacidos acordarse de los ausentes.
El PP lo tenía en Almería más fácil para confeccionar su lista, y eso se notó. Que las encuestas te den siete u ocho parlamentarios da juego para poner nombres, y que tengas posibilidades de gobernar Andalucía, en donde por muchos cargos que recortes que haga Javier Arenas, siempre habrá vacantes que cubrir, da argumentos a quien hace las listas para tranquilizar a los impacientes.
Aún así, sorprendió que José Luis Aguilar no estuviera en ella, aunque bien es verdad que cayó en desgracia tiempo atrás. Quien no cayó ni en gracia ni en desgracia fue Antonio Torres, el alcalde de Berja, que a partir de ahora tendrá que conformarse con tener el sueldo que su ayuntamiento le pueda pagar, ya que es otro de los ausentes, no así el alcalde de La Mojonera, Pepe Cara, que vuelve a estar en un puesto de salida. Más curioso es que en Berja la oposición socialista y aquellos que les prestan oídos especularan con que Torres dejaría el Ayuntamiento en manos de Pepe Amat -concejal y diputado provincial- para quedarse únicamente en el Parlamento. Vaya, que mal informados estaban.
Pero donde realmente destacan las ausencias es en la candidatura que presentan los socialistas. En ella no estará quien la encabezó hace cuatro años, Martín Soler, el todopoderoso muñidor caído en desgracias después de tocar con los dedos las cumbres nevadas de la política, dos veces consejero y casi-casi delfín del chavismo.
Ahora Soler tendrá que ser recolocado, probablemente en el ámbito universitario, que puede ser el último bastión del socialismo almeriense. Mas crudo lo tendrá Manolo García Quero, que por ahora tendrá que conformarse con volver a dedicarse a la agricultura que por cierto, tan rentable le ha sido en los años que lleva dedicado a la política.
Tampoco estará Pilar Navarro, que es algo de lo que se ha enterado todo el mundo precisamente porque ella fue la última en enterarse. Con su curriculum no tardará en encontrar un lugar donde volver a trabajar, aunque el paro en esta Andalucía que nos dejan es tan alto que incluso con su expediente académico no es fácil. La Universidad puede ser también un refugio, pero estas cosas nunca se saben.
Por el momento las elecciones nos dejan cuatro parados más (Torres tiene trabajo asegurado hasta mayo de 2015) en Almería.
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