Me llegaba en estos días un tuit de una jovencísima militante socialista en la que se ufanaba de estar tomando café "a pie de calle con la gente". En realidad no se refería a ella misma, si no al hecho de que entre los que esa mañana se sentaban en las mesas del kiosko de Puerta Purchena estaba el candidato José Antonio Griñán, ese día y en se sitio seguramente más Pepe que nunca.
Mantengo que una de las peores cosas que le han pasado a los partidos políticos, y por extensión a la democracia, es que existan las "juventudes", germen de la profesionalización de una actividad que debía ser concebida como transitoria.
Las juventudes en los partidos viven sus experiencias místicas en las campaña electorales, y por eso se convierte en algo memorable ver a tu candidato tomando café en la calle, con la gente, como si fuera una persona normal. Ahí se aprende que cuando eres político dejas de ser una persona normal para ser una persona que cuando llegan las elecciones se acerca a las personas normales para que vean que él también es normal, cosa que él sabe que no es verdad y que los normales también saben que no es verdad.
Los cuatro años que median entre este desayuno entre gente normal, y el próximo desayuno entre gente normal, son los que las juventudes tienen para ganarse el salto de gente normal a gente que desayuna cada cuatro años con la gente normal.
Considerándome gente normal que desayuna cada día con gente normal, que pasea por la calle entre gente normal, que va al colegio a llevar/recoger a los niños, que compra en los mercadillos y en las grandes superficies... pues me extraña que tomando un café a pie de calle con la gente, nadie osara incordiar a Pepegriñán con el tema de los ERE... aunque sólo fuera por curiosidad malsana, como que nadie le dijera si se la tiene jurada a Diego Asensio desde que le dijo lo que le dijo (y ahora NNGG se lo recuerda en un vídeo), o no sé... que nadie le dijera lo que dicen tantos y tantos almerienses sobre el abandono secular de esta provincia por parte un PSOE que secuestró la autonomía.
Pues va a ser que me pido un carajillo.
Los cuatro años que median entre este desayuno entre gente normal, y el próximo desayuno entre gente normal, son los que las juventudes tienen para ganarse el salto de gente normal a gente que desayuna cada cuatro años con la gente normal.
Considerándome gente normal que desayuna cada día con gente normal, que pasea por la calle entre gente normal, que va al colegio a llevar/recoger a los niños, que compra en los mercadillos y en las grandes superficies... pues me extraña que tomando un café a pie de calle con la gente, nadie osara incordiar a Pepegriñán con el tema de los ERE... aunque sólo fuera por curiosidad malsana, como que nadie le dijera si se la tiene jurada a Diego Asensio desde que le dijo lo que le dijo (y ahora NNGG se lo recuerda en un vídeo), o no sé... que nadie le dijera lo que dicen tantos y tantos almerienses sobre el abandono secular de esta provincia por parte un PSOE que secuestró la autonomía.
Pues va a ser que me pido un carajillo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario