Cada análisis que hacen los miembros del Gobierno, o los dirigentes del partido político que les sustenta, es como para repetir aquello de que "quien no se consuela es por que no quiere". Y es que si malos han sido los datos de España... con el doble de parados que la media europea, y si malos han sido los datos andaluces con un 20%... peores que los de España... siempre hay alguien que encuentra consuelo.
En este caso el consuelo viene propiciado por la existencia de una provincia en la que el empleo no ha descendido, y se ha permitido generar 200 nuevos puestos de trabajo. De el secretario de Organización del PSOE-A, Rafael Velasco, interpretó el dato de desempleo registrado en octubre en Almería como "un atisbo de luz de crecimiento".
Lo que no dijo Velasco es que años atrás, en ese mismo més, se habían creado entre dosmil y tresmil nuevos empleos, y ahora sólo 200. Y que 200 sólo es una cifra importante para esos 200 trabajadores que vuelven a estar "en el tajo", ya que a otros niveles no representa absolutamente nada.
Ojalá fuera cierto que es la luz al final del túnel. Ese es el deseo de todos, pero es que resulta incluso insultante que ante una situación como la actual en el contexto internacional, en el Estatal y en el andaluz, alguien se permita decir que Almería está "a la cabeza de parar el goteo de desempleo general".
Más quisiéramos todos, de verdad.
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