Visconti ha sido nombrado Hijo Adoptivo de Almería con todo merecimiento, y no es cuestión de ahondar en los motivos de justifican esta distinción puesto que en el acto ya se prodigaron en ello. En su agradecimiento, el maestro comentó que tras cada cuadro existe una historia, y que dicha historia es a veces más valiosa que la obra en si misma... y tiene toda la razón. En ocasiones esa historia es del autor, pero otras resultan serlo de quienes las poseen, y ahí tengo dos; una la de una copia de autor con la que me obsequió hace muchos años y que ya no está en mis manos desgraciadamente, y otra es la de alguien que tiene varias pinturas suyas en su inmenso despacho de la Vega de Acá y que quizá acaben embargados junto con otro montón de objetos para pagar a la Seguridad Social, al FOGASA, a Hacienda... o quizá se libren de ello por no estar tampoco a nombre del ocupante de dicho despacho. Pero bueno, entrar en él nunca acababa de ser un mal trago gracias a esas obras de Visconti que luce en las paredes.
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