Joven... y como mucho trabajo por delante


En una primera valoración sobre la propuesta del presidente del Partido Popular, Gabriel Amat, de que Javier Aureliano García, sea el secretario general tras el congreso provincial, hay que coincidir con él en varias cosas. La primera es que efectivamente ha demostrado su valía en las áreas que como concejal del Ayuntamiento de Almería, su alcalde, Luis Rogelio Rodríguez, le ha encomendado. Y esta opinión se fundamenta en las pocas críticas que su gestión ha tenido por parte de la oposición en los últimos años.
Pero además, hay algunos elementos más a tener en cuenta en la decisión de Amat, como que es una persona joven, con talante abierto, próximo, y por qué no decirlo, del entorno más afín al alcalde almeriense que, no olvidemos, sigue siendo de momento vicepresidente del PP provincial.
Entre las cuestiones que se plantean a raíz de este futuro nombramiento está la de si lleva aparejado ser el sucesor de Amat en la presidencia del PP cuanto éste decida dejar el cargo, o si por el contrario, se buscará la figura de un vicepresidente para ese fin en tanto que Javier García seguiría como secretario general, pero ya con el bagaje de dos o tres años en el puesto y por tanto con un control sobre la formación.
También habrá que ver cuántos sueños ha roto esta decisión. Me refiero a los sueños de algunos otros dirigentes del PP, desde concejales y concejalas, hasta alcaldes y alcaldesas, que entendían tener una trayectoria política suficientemente dilatada como para ser merecedores de la secretaría general. Es por eso que quizá, Amat aún incluya en su equipo a algunos de esos dirigentes de su partido en puestos destacados, dejando aún en el aire el nombre de quien esté llamado o llamada a sucederle… por eso es que podría repetirse la figura del vicepresidente o darle más fuerza y relevancia a la portavocía o a la secretaría de organización.
Y si ya hemos comentado los aspectos positivos, negativos y las incertidumbres, que el nombramiento de Javier Aureliano García presenta, también resulta interesante advertir algunos retos que tiene por delante, que son los del PP, pero que son ahora especialmente los suyos.
Por un lado tiene que evitar que su propio nombramiento genere más tensiones de las justas, debe encabezar la vuelta de GIAL al PP que es un asunto aún pendiente, debe evitar que el PAL les raspe votos, y además afianzar lo suficiente el PP para impedir que el PSOE recupere posiciones en la provincia no sólo por sus pactos habituales con IU, si no también con su socio especial de los últimos años que es el PAL
Vamos, que tiene trabajo por delante…

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